Hace poco más de un año, la Justicia de Córdoba ordenó continuar con la investigación del asesinato de Nora Raquel Dalmasso pese a estar prescripto por el paso del tiempo, para que la familia conozca la verdad de lo ocurrido. En ese marco, la fiscalía solicitó realizar nuevas pruebas de ADN.
Este lunes, la Unidad Fiscal Especial actuante en la ciudad de Río Cuarto informó que “una persona de sexo masculino figura como aportante compatible con las huellas genéticas colectadas en cinto de bata que fuera ubicado anudado en el cuello de la víctima y de vello secuestrado en zona inguinal de la misma”. Se trata de Roberto Marcos Barzola, pulidor de pisos de madera que trabajó en la obra de remodelación de la casa de los Macarrón–Dalmasso en noviembre de 2006.
Cabe mencionar que su identidad no era desconocida en la causa, ya que Barzola declaró como testigo en el juicio oral que se realizó en contra del viudo, Marcelo Macarrón, en abril de 2022. En 2007, un años después del crimen, la familia de Dalmasso pidió que se lo incluyera en la lista de personas a cotejar su ADN, pero el fiscal de ese momento desestimó el pedido. Ahora, el nuevo y sexto fiscal de la causa, Pablo Jávega, detalló que el hombre de 45 años “fue imputado por abuso sexual seguido de muerte”.
Además Jávega informó que el imputado fue notificado y se presentó en Tribunales con su abogado defensor. “No hay pruebas de que haya actuado con otra persona, por ahora esto solo lo abarca a él”, señaló.
El crimen de Dalmasso
Nora Dalmasso fue asesinada el 25 de noviembre de 2006, en el chalet de la calle 5 del barrio cerrado de Villa Golf, en la ciudad de Río Cuarto. Su marido, Marcelo Macarrón, se encontraba en Punta del Este por un torneo de golf; su hijo Facundo estudiaba Derecho en Córdoba capital y su hija, Valentina, estaba en Estados Unidos.
Las últimas que la vieron con vida fueron sus amigas, tras reunirse con ella ese sábado. Al día siguiente, su madre -que no lograba comunicarse- le pidió a un vecino que se acercara para comprobar si la mujer de 51 años se hallaba en su casa. Pablo Radaelli ingresó por la puerta trasera, que estaba abierta. Recorrió la planta baja y, al no encontrar a nadie, se dirigió a las escaleras. Al entrar en la habitación de la hija de Nora descubrió la escena del crimen.
Durante la investigación hubo cuatro imputados: un falso amante, Rafael Magnasco; un pintor, Gastón Zárate; el hijo de la víctima, Facundo, y el marido, Marcelo Macarrón. En ninguno de los casos se encontraron pruebas suficientes para sostener la acusación.
En 2022, la Justicia de Córdoba resolvió continuar con la investigación que hoy tiene al presunto responsable.