Tras terminarse la preventa, este 20 de diciembre finalmente salió a la venta “Saint-Elme”: Integral, volumen 1, del guionista francés Serge Lehman y el dibujante suizo Frederik Peeters. La afamada dupla de artistas de El hombre garabateado (2018) volvió a unirse en un relato policíaco bastante sombrío entre lo insólito y lo ridículo, con un tinte paranormal y algo místico.
La obra se publicó por primera vez en francés por Editions Delcourt, entre 2021 y 2022. Sin embargo, recién llegó a nuestro país este año de la mano de Hotel de las Ideas, editorial que publicará la historieta en dos tomos.
Saint-Elme, seleccionada para competir por los premios principales en el próximo Festival de Angouleme en Francia, en su edición argentina recopila la primera parte de la historia y cuenta con 160 páginas (formato 17cm por 23 cm) a todo color y con tapa blanda con solapas.
¿De qué se trata Saint-Elme?
Las primeras viñetas, repletas de árboles y con un camino algo embarrado, presentan una ranita que salta por el sendero hasta que un auto le pasa por encima, haciendo previsible su final. Ranas, muchas ranas, serán algunas de esas particularidades que veremos en el pueblo de Saint-Elme.
Sí, el título de la obra hace referencia a una población, pero no a un pueblo cualquiera. Se trata de un sitio pequeño y de montaña, famoso por su agua de manantial.
En las primeras páginas, el detective Franck Sangaré y su asistente, la peculiar señora Dombra, llegarán a Saint-Elme tras la pista de un fugitivo desaparecido hace tres meses. Lo que en un principio parecerá una investigación sencilla, viñeta a viñeta se volverá un relato coral de lo más complejo y lleno de sorpresas en un pueblo donde todo puede pasar.
Poco a poco, una serie de hechos algo insólitos y absurdos se convertirán en el centro del relato en un thriller estilo noir, con detalles de ciencia ficción que harán que les lectores se hagan preguntas y no puedan parar de leer hasta el final.
Juicios a vacas enviadas a la hoguera, símbolos extraños en vidrios de ventanas, conversaciones con gente invisible, son algunas de las situaciones que pueden hallarse en esta historieta. Sucesos violentos típicos del estilo noir y dentro del terreno de la lógica que se corresponden a la realidad, se combinan con detalles más bien desconcertantes, siempre muy controlados desde el guion.
Estas peculiaridades, sumadas a un gran abanico de personajes muy diversos, se funden en un relato atrapante, cuyo final en esta primera entrega mantendrá la atención de les lectores hasta el final. Sin dudas, se trata de una narrativa curiosa que genera más preguntas que respuestas.
Un tratamiento fabuloso del color
Entre toda la estética visual y el arte de Saint-Elme, lo más destacado es el tratamiento del color a lo largo de las viñetas. Se trata de tonos que no respetan casi en ninguna escena los colores de la realidad.
La oscuridad, en general, cuenta con varias combinaciones de colores, casi todos saturados. Por momentos, los violetas dominan las escenas y, por otros, se vuelven centrales los rojos y azules en una atmósfera imposible. Probablemente, es en los paisajes naturales donde los colores se aproximan más a la realidad; tanto durante un viaje en barco con sus colores tintos y cielos anaranjados del amanecer, como en un picnic en un valle verde entre montañas.
A este tratamiento tan particular del color, se le suman diseños de personaje con una gestualidad enfocada en las miradas. Los ojos lo dicen todo y transmiten desde la bondad y humildad hasta la maldad absoluta. A las miradas penetrantes se le suma una gran diversidad de corporalidades y de etnias, capaces de destacar aunque las tonalidades no respondan a lo real.