La Campaña Nacional contra la Violencia Ginecobstétrica impulsa #DIUSinDolor, una iniciativa que busca visibilizar y transformar la atención ginecológica en Argentina, especialmente en los procedimientos de colocación y retiro de dispositivos intrauterinos (DIU). Según datos preliminares de un relevamiento nacional, el 70% de las mujeres y personas con útero que participaron describieron el procedimiento como extremadamente doloroso.
No obstante, los protocolos y guías del Ministerio de Salud indican que menos del 5% experimenta molestias severas. Esta discrepancia evidencia un abismo entre las experiencias de las pacientes y las prácticas médicas actuales, generando un llamado urgente para garantizar procedimientos más humanos y menos invasivos.
Una realidad dolorosa: los testimonios que impulsaron el cambio
Luján Arcidiácono, referente de la Campaña Nacional contra la Violencia Ginecobstétrica, explicó a Nota al Pie que esta problemática no es un caso aislado, sino una extensión de un sistema jerárquico que subestima el dolor y las emociones de las mujeres y personas gestantes en los ámbitos gineco-obstétricos. “El modelo asistencial de la salud sexual y reproductiva en Argentina sigue siendo autoritario y deshumanizante”, afirmó.
Arcidiácono trazó un paralelo con la odontología: “Es impensable que un paciente manifieste dolor extremo en un consultorio odontológico y no se le ofrezca anestesia. Sin embargo, esto es una constante en las consultas ginecológicas, donde además se añade el impacto emocional de tratar áreas íntimas y vulnerables”.
La propuesta: datos, concientización y políticas públicas
La iniciativa #DIUSinDolor, inspirada en movimientos internacionales en Reino Unido y Estados Unidos, busca generar un cambio estructural. En esos países, testimonios masivos en redes sociales derivaron en la inclusión de opciones analgésicas en protocolos de atención ginecológica.
En Argentina, la Campaña Nacional contra la Violencia Ginecobstétrica está realizando un relevamiento para entender la magnitud del problema. Entre los hallazgos iniciales:
- El 70% de las participantes describen un dolor extremo durante la colocación del DIU.
- Solo al 35% se les ofreció detener el procedimiento cuando manifestaron dolor.
- Al 45% no se les informó previamente que el procedimiento podría doler.
Estos datos, utilizados de forma anónima, buscan fundamentar una demanda concreta: cambiar los protocolos vigentes para garantizar opciones de analgesia o anestesia en procedimientos ginecológicos invasivos.
Violencia ginecológica: un problema estructural
La violencia ginecológica, tal como lo explica Arcidiácono, comparte raíces con la violencia obstétrica, pero trasciende los procesos de embarazo y parto. Se refleja en cada consulta donde el dolor es minimizado, el miedo ignorado y la palabra del paciente desestimada.
En Argentina, el abordaje del dolor durante procedimientos ginecológicos aún depende de la voluntad del profesional o del acceso a servicios privados. En el ámbito público, la falta de protocolos que incluyan analgesia o anestesia hace que las opciones sean casi inexistentes.
La violencia ginecológica no es solo un problema médico, sino una cuestión de género profundamente arraigada en estereotipos que minimizan las necesidades de las mujeres y personas gestantes. “Nos dicen que somos exageradas, histéricas o que simplemente lo aguantemos. Es una construcción cultural que debemos desmantelar”, señaló Arcidiácono.
La campaña #DIUSinDolor invita a todas las personas a compartir sus experiencias y completar el relevamiento disponible en las redes sociales de la iniciativa. Con esta información, las organizaciones buscan impulsar cambios legislativos y culturales que prioricen la salud y el bienestar de quienes enfrentan este tipo de intervenciones.
Este relevamiento ofrece datos clave para entender las experiencias de las mujeres en todo el país. Conocer cómo viven su salud reproductiva es fundamental para avanzar en la conquista de derechos.