El Senado de la Nación resolvió ayer la expulsión de Edgardo Kueider de la Cámara y estalló la polémica por el rol de Victoria Villarruel en la decisión. Integrantes del oficialismo denunciaron que la vicepresidenta debía estar al frente del Ejecutivo por la ausencia de Javier Milei, quién se encuentra en Italia.
Al margen de las controversias, la votación del senado superó ampliamente los dos tercios necesarios para la expulsión del senador, que fue encontrado con 200 mil dólares no declarados en la frontera con Paraguay. Fueron 60 votos a favor, 6 en contra y una abstención.
Antes de la votación, la jueza Sandra Arroyo Salgado había solicitado el desafuero del senador, lo que podría haber incidido en la decisión final de algunos miembros de la Cámara.
Cabe resaltar que Kueider, pese a haber ingresado a la Cámara alta a través de la boleta de Unión por la Patria, se postulaba desde hace tiempo como un aliado de La Libertad Avanza, a tal punto que aportó un voto clave para la aprobación de la Ley Bases.
Finalmente y con el pesar del propio oficialismo al no tener los votos necesarios para brindarlo, decidieron no quedar pegados en lo que sería una derrota de todos modos y se abstuvieron de emitir su voto.
Con la expulsión consumada, el lugar vacante será ocupado por Stefanía Cora, de destacada militancia en La Cámpora de Entre Ríos, por lo que UP llega a los 34 senadores.
Ahora bien, lo antes mencionado podría retrotraerse en caso de un avance hacia la nulidad de la expulsión, tal como solicitó la defensa de Edgardo Kueider, por irregularidades en la sesión.
Mientras tanto, el Presidente Milei se encuentra en Roma, para reunirse este viernes con la primera ministra de Italia, Georgia Meloni. Su vuelta está programada a primera hora del lunes.
Kueider busca retener su banca mientras se recrudece la interna oficialista
Tras la contundente expulsión de Edgardo Kueider del Senado, el político actualmente detenido en Paraguay con arresto domiciliario por contrabando, a través de su defensa, presentó un recurso de amparo para retener su banca en la Cámara.
El recurso presentado en el Juzgado Contencioso Administrativo Federal N°6, se argumenta en el mismo sentido que cómo lo venía planteando el oficialismo desde la tarde de ayer.
Afirman que la sesión fue irregular al ser presidida por Victoria Villarruel, debido a que por el viaje de Javier Milei, ella debía ocupar el cargo de Presidenta, lo que es incompatible con la dirección del Senado. A partir de allí, se recrudece el enfrentamiento entre el binomio presidencial, en un nuevo episodio de acusaciones.
Desde Casa Rosada, afirman que el Milei viajó en horas del mediodía, cuando la sesión empezaba y que la vicepresidenta no necesita firmar nada para “asumir” la presidencia, sino que se da de forma automática. Por el lado de Villarruel, afirman que nunca se le notificó la salida del país del líder libertario.
El presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala, defendió la validez de la sesión: “Nosotros nos hemos ajustado 100% al reglamento y a la Constitución. Según lo dice el artículo 88 de la Constitución, asume cargo de presidencia una vez que es notificada por el escribano, y eso ocurrió después”, en palabras a Radio Rivadavia.
En este sentido, señalaron que el escribano se presentó recién a las 19, con la sesión ya concluida. En tanto, Abdala remarcó: “De hecho, tampoco hubiera afectado, porque la doctora Villarruel, solamente vota en caso de empate, y no hubo empate, o sea que tampoco se vio afectada la voluntad del cuerpo en este caso”.
Pese a ello, desde presidencia aseguran que Villarruel fue notificada dos días antes del viaje, con la filtración de la presunta conversación entre las autoridades de Casa Militar y la secretaría de la vicepresidenta.
Esto mismo confirmó hoy el propio Milei, quién aseguró que Villarruel “fue notificada”. “El GDE donde se le comunica que yo voy a estar de viaje ella lo recibe el día martes. Osea, ella lo recibe 48hs antes de la sesión”, expresó.
En resumen, asoma difícil que prospere el amparo judicial, dado que se tratan de cuestiones políticas no judiciables. En este caso, la voluntad de una cámara que sentenció el futuro de Kueider con un resultado abrumador.