El último miércoles la Cámara de Diputados comenzó la propuesta de establecer un marco regulatorio contra los juegos de azar y las apuestas en línea. El primer paso implicó aprobar la idea con media sanción el proyecto de ley sobre la prevención de la ludopatía y un posible ordenamiento dentro del ámbito deportivo. Además, alcanzará la publicidad relacionada al mismo con una disminución notoria en su visualización.
Bajo el enfoque de detener el fuerte crecimiento que ha obtenido ese fenómeno en el último tiempo, el plan tuvo sus propios detractores. Incluso, la falta de asistencia de algunos bloques en la reunión fue una gran forma de dar entender su postura que después ratificaron. De este modo, las mayores repercusiones se percibirán en los menores de edad que quieran involucrarse y en el fútbol argentino con la norma de que los clubes de desliguen por completo.
Un fuerte cruce de perspectivas
El debate por los juegos online tuvo una intensa riña entre los presentes y se reflejó en los números que arrojó al final del día. El proyecto de la “Ley de Prevención de Ludopatía y Regulación de Juegos de Azar y Apuestas en Línea” obtuvo 139 votos a favor, 36 en contra y 59 abstenciones. El mismo fue impulsado por la diputada Mónica Frade de la Coalición Cívica en un intento de frenar la fiebre por este fenómeno entre los más vulnerable.
La propia diputada aclaró que en la construcción de esta idea se concretaron diferentes encuentros que involucraron a 37 expertos en el tema. Además, también indicó que se tomó en cuenta la consideración en un proyecto que abarcó a cinco comisiones con un mismo objetivo. Ese foco principal apunta a “brindar una herramienta a la Justicia para abordar el vacío legal existente en el juego en línea”.
La velada estuvo marcada por la ausencia de sectores de La Libertad Avanza, el PRO y el UCR. Sin embargo, se logró el número de individuos requeridos para decidir ciertos acuerdos con 137 diputados de Unión por la Patria, la Coalición Cívica, Encuentro Federal, un sector del radicalismo y la izquierda. Por su parte, La Liberta Avanza rechazó la iniciativa; mientras que, los diputados del PRO y UCR se abstuvieron de brindar su voto.
En tanto, el diputado Bertie Bengas Lynch criticó la idea al sostener que sería un proyecto con el que “Benito Mussolini estaría fascinado”. Bajo la misma línea, agregó que “la prohibición enardece la demanda” en un claro punto de que cuando algo se niega, se pedirá más y más. Asimismo, desde el macrismo y la bancada radical justificaron que el propio proyecto podría generar efectos a la ludopatía en adultos y no solo en menores.
Uno de los que habló al respecto fue Hernán Lombardi, diputado del PRO, al asegurar su desacuerdo con mucho énfasis. “Se confunde juego ilegal con juego legal. Se confunde jugadores con ludópatas. Nos vamos a abstener porque no nos convence”, expresó. “Podemos buscar otros proyectos que solucionen este problema gravísimo, pero que no deforme la idea de la libertad de los adultos”, añadió. Para cerrar señaló que “no cuenten con nosotros, creemos en la libertad”.
Un objetivo claro
Más allá de lo que implique en los adultos, la máxima finalidad del proyecto es la protección de los niños, adolescentes y jóvenes de ese ámbito. Asimismo, el debate en sí sirvió para sacar a la luz la verdadera postura política que rodea la regulación de las apuestas en línea. Sin contemplar el hecho de verlas como una recreación, el juego online puede generar problemas de mayor gravedad como la adicción, el endeudamiento y un impacto negativo en las familias.
De igual modo, la preocupación va en aumento en un contexto digitalizado que permite que el peligro aseche en cualquier parte con un solo clic. Según un informe de UNICEF Argentina, en colaboración con la organización Bienestar Digital, 8 de cada 10 niños o adolescentes han entrado a plataformas de apuestas online en el último año. Dentro de aquellos que ingresaron, más de la mitad lo hace para buscar una forma de ganar dinero y los restantes por entretenimiento.
En ese aspecto, también se reveló que el accionar se mantiene en secreto con 4 de cada 10 adolescentes que negaron a un familiar el uso de esos sitios. Incluso, desde la plataforma U-Report, lugar donde permite que los jóvenes expresen sus preocupaciones, también reportaron una alarmante estadística. La mayoría de adolescentes en un grupo de 10 sostienen que las apuestas online pueden causar adicción y fuertes consecuencias por la pérdida de dinero, mentiras a la familia e inclinación a los robos.
Por tal motivo, en UNICEF Argentina sostienen que se debe aplicar una regulación estricta para afrontar dicha problemática con un enfoque integral. Su perspectiva apunta a controlar de manera efectiva las plataformas de apuestas con restricciones en el acceso y publicidad, y campañas educativas dirigidas para los jóvenes y sus familias. Además, insisten en que sería apropiado hablar de manera abierta sobre los riesgos de cara a las futuras generaciones.
De la mano con ese concepto se implementará una herramienta de verificación biométrica de identidad y edad que se conectará al Registro Nacional de las Personas (ReNaPer). Ese procedimiento evitará de forma eficaz el ingreso de menores de 18 años a los sitios de apuestas como el eje fundamental del proyecto. En las siguientes semanas, y la espera de que el asunto llegue a la Cámara de Senadores, se resolverá la posible implementación de estas medidas.
El fútbol en la mira
Dentro del contexto de la ludopatía, se cree que la publicidad es una cuestión clave en su exponencial incremento. Su apercibimiento se detecta de manera más accesible en las redes, camisetas, influencer o figuras públicas e incluso en el fútbol argentino. De hecho, el campeón de Primera División es auspiciado por la casa de apuestas Betano, nombre del actual torneo. Este crucial enfoque pretende que no se adopte la total inclusión como en la Premier League.
Esta maniobra retoma mayor importancia al percibir que un tercio de los clubes de la elite argentina tienen estos sponsors en su indumentaria o estadios, con River Plate y Boca Juniors entre ellos. El camino que se eligió es que las dos mayores instituciones locales, junto a la Selección Argentina, Racing y otros equipos sean obligados a desvincularse de todo auspiciante de apuestas. La gran consecuencia para los clubes será una inmensa pérdida económica.
Los 3 más claros ejemplos comienzan con el Xeneize que tiene como sponsor a Betsson con un contrato renovado en 2024 por 7,5 millones de dólares hasta 2028. Asimismo, el Millonario sostiene uno con Codere bajo un acuerdo de 3,5 millones hasta 2025. Mientras que, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) se unió a Bet Warrior que aunque no aparezca en la camiseta de la Albiceleste, si lo hace en todas las publicidades vinculados al seleccionado.