La Cámara de Diputados convocó a una sesión para el próximo martes 12 de noviembre, con el objetivo de modificar la ley que regula los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) y anular el decreto 846/24, que permite al Ejecutivo reestructurar deuda externa sin la aprobación del Congreso. Este avance legislativo plantea un desafío directo para el presidente Javier Milei y su espacio, La Libertad Avanza (LLA), que cuenta con esta herramienta como una de las pocas opciones para contrarrestar su desventaja numérica en el Parlamento.
La sesión convocada por Martín Menem, desde la presidencia de la Cámara Baja, abordará dos expedientes: la reforma de la ley de DNU y la posible anulación del decreto que otorga al ministro de Economía, Luis Caputo, la facultad de negociar canjes de deuda sin la aprobación legislativa. La decisión ha generado un clima de tensión en el oficialismo, mientras que diversas bancadas han comenzado a definir su postura ante este tema.
Bloques dividos ante la reforma de los DNU de Javier Milei
Para la reforma de la ley que regula los DNU, existen cuatro dictámenes diferentes. El dictamen mayoritario cuenta con el apoyo de Unión por la Patria (UxP), Democracia para Siempre y Encuentro Federal, mientras que la Unión Cívica Radical (UCR), la Coalición Cívica (CC) y LLA presentaron sus propias versiones. La Coalición Cívica, además, ha manifestado su intención de dar quórum, mientras que el PRO, aliado de LLA, definirá su postura en los próximos días.
Por su parte, el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT), anunció su asistencia a la sesión, sumando a sus cinco diputados para asegurar quórum. Entre los opositores al DNU de Caputo se encuentran los llamados «radicales peluca», un grupo de cinco diputados de la UCR cercanos a la Casa Rosada, que rechazan el decreto. Sin embargo, desde el bloque radical que lidera Rodrigo De Loredo se han mostrado cautelosos y aún no definen si darán quórum.
Presiones y estrategias en torno al Presupuesto 2025
Encuentro Federal y los radicales de Democracia para Todos buscan sumar a los gobernadores a su cruzada para derogar el DNU, argumentando que su eliminación podría beneficiarlos en las discusiones sobre el Presupuesto 2025. “Caputo no puede seguir actuando sin control parlamentario”, advirtieron fuentes de estos bloques, en alusión a la libertad que el ministro tendría para negociar la deuda sin pasar por el Congreso.
La coalición opositora liderada por UxP, Encuentro Federal y otros bloques afines impulsaron el pedido de sesión, logrando finalmente que el titular de la Cámara de Diputados oficializara el llamado para tratar ambos expedientes. Los números preliminares indican que LLA no solo enfrentaría dificultades para impedir el quórum, sino también para evitar que se aprueben ambas propuestas, en lo que sería un duro revés para el oficialismo de Milei.
Unión por la Patria (UxP), principal impulsor de la anulación del DNU de Caputo, analiza también la posibilidad de trasladar el conflicto al Senado, donde el interés por bloquear el decreto se mantiene firme. Desde el interbloque de UxP, fuentes informaron que intentarían llevar el DNU al recinto «solo si conseguimos los votos necesarios para la mayoría». Sin embargo, se mantienen reservados respecto a si han alcanzado los números requeridos para este objetivo.
El desenlace de esta sesión podría marcar un punto de inflexión para la administración de Javier Milei y su capacidad para gobernar mediante decretos. Mientras el oficialismo prepara sus estrategias, el papel de los gobernadores y la correlación de fuerzas en el Congreso serán claves para el futuro de la herramienta del DNU en Argentina.
Sin la voz de Trump en el teléfono de Javier Milei
Javier Milei recibió exaltado el triunfo del republicano Donald Trump en Estados Unidos, que devolverá al empresario a la Casa Blanca desde el 20 de enero de 2025. El paso de comedia trágica, se grafica en la orden bajada para que en la Casa Rosada los funcionarios aparecieran el día siguiente a la elección con una corbata roja.
Cuesta encontrar semejante acto simbólico de sumisión, ante la política interna de otro país. Acaso se lo pueda emparentar a lo que hizo el diputado porteño Ramiro Marra, que mientras aún se contaban los votos y ni siquiera los propios Trump o la demócrata, actual vice y candidata Kamala Harris, se habían expedido, se tiró de cabeza con un posteo en X, escrito desde la misma cúpula de la Estatua de la Libertad.
Son los ribetes grotescos de un proyecto de entrega colonial, que le compite (y con ganas de ganarle), a las anteriores experiencias de Videla-Martínez de Hoz, Menem-Cavallo y Macri. Las etapas previas de una historia que se repite, que en algún punto terminaron del mismo modo y que en esta ocasión hasta acude a los mismos nombre como el tándem Toto Caputo y Federico Sturzenegger.
Son las miradas puestas en esa autopecepción de megalomanía de liderazgo mundial de la libertad, que llevó a Milei a decir que Trump va a copiar el «modelo argentino».
El párrafo que el Presidente leyó en un acto por el 100 aniversario de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios, no tiene desperdicio. «Otro ministerio que está haciendo furor en todo el mundo es el ministerio que comanda Federico Sturzenegger. De hecho, el propio Donald Trump incorporó a Elon Musk para replicar la experiencia de lo que está haciendo Federico Sturzenegger, y de hecho, dentro de las cosas que habló y charló con Elon Musk, él ya está en contacto con Federico para replicar ese modelo. Es decir, estamos exportando el modelo de «La motosierra» y de la desregulación a todo el mundo. Estamos cambiando el mundo, estamos haciendo un mundo más libre. Y como si todo eso fuera poco, además nuestro ministro de Economía fue elegido el mejor ministro de Economía del mundo. Pero acá siguen tirándonos mierda todos los días; así somos».
Son las líneas que confirman lo acertado del viejo chiste, revitalizado en épocas de especulación y carry trade: «el mejor negocio del mundo es comprar un argentino por lo que vale y venderlo por lo que dice que vale». A esta altura, acaso restaría preguntarse si alguien pagaría un plus por ejercicio de la presidencia de la República. Además de confirmar, una vez más, que a menudo la realidad supera a la ficción.
En la línea de retromar la agenda internacional, que por ahora se limitó a viajes de carácter privado, Milei será el único mandatario extranjero en asistir como orador en la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) en Mar-a-Lago, Palm Beach, Florida.
La cumbre, organizada por la Unión Conservadora Estadounidense, se celebra en la residencia de Donald Trump, un escenario que atraerá a prominentes figuras de la política estadounidense, incluyendo al exmandatario y a posibles miembros de su futuro gabinete.
Otra vez, el viaje será vez pagado por el Estado argentino y no es segura la presencia de Trump, pero sí la del vicepresidente electo James David Vance. El viaje está previsto para el 14 y 15 de noviembre y será el séptimo a Estados Unidos en menos de un año, la mitad de todos los que hizo Milei.
Tras su paso por Florida, el presidente argentino recibirá el 17 de noviembre en Buenos Aires al primer ministro francés Emmanuel Macron, y poco después, el 20, será anfitrión de la primera ministra italiana Georgia Meloni. En el medio, el mandatario viajará a Brasil para la cumbre del G20, que se celebrará el 18 y 19 de noviembre en Río de Janeiro. Allí estarán presentes líderes de peso, entre ellos Lula da Silva y Xi Jinping.
Desde la Casa Rosada descartan una reunión bilateral con Lula, aunque reconocen que, debido a las circunstancias, será inevitable que ambos compartan escenario y probablemente algunas fotografías. Sin embargo, las expectativas están puestas en un encuentro con el presidente chino, Xi Jinping, cuya negociación sigue en marcha y es vista como muy probable. El gobierno argentino, que ha adoptado un tono de “coqueteo” con China en los últimos meses, considera fundamental mantener los buenos lazos con el gigante asiático.
En los círculos cercanos a Milei se anticipan posibles tensiones con Trump en algunos temas, aunque China no parece ser uno de ellos. Según una fuente cercana al mandatario, “el triunfo de Trump no cambiaría la relación con China”, y además, señalan que “Trump también mantiene una relación de diálogo con el gigante asiático”.
Así, Milei se acerca al año de gestión. Un cuarto de mandato, con el ajuste récord de que se vanaglorian cada día el Presidente y su elenco de gobierno. Con la incertidumbre sobre cuánto durará el «veranito» financiero de los especuladores, tan alejados como siempre de la economía real y cotidiana.
Pero sobre todo, la incógnita sobre en qué momento la bronca popular creciente le ganará al acostumbramiento pasivo. Para eso, para que la balanza rompa su fiel de la derrota, es necesario que se crucen las múltiples demandas sectoriales y confluyan en forma de alternativa política.