Legislar sobre la maternidad y/o paternidad a través de la subrogación de vientre abre las puertas a un debate complejo que aún no ha tenido lugar en nuestro país. Lo cierto es que en Argentina esta técnica no está regulada, lo que deja lugar a varios interrogantes.
La semana pasada, detuvieron a una pareja de italianos que intentaba salir del país con una beba nacida de un vientre subrogado. Luego, la gestante de la niña habría confesado que le habían ofrecido 10 millones de pesos por gestar y entregar la bebé.
En el mismo periodo, la Corte Suprema de Justicia falló, por primera vez, en una causa por gestación por subrogación de vientre. Allí, rechazó la demanda de un matrimonio gay que tuvo un hijo a través de una gestante y reclamaba que se hiciera una nueva partida de nacimiento en donde la mujer no figure.
Ni dentro de la sociedad ni dentro de los feminismos existe un consenso sobre este tema. ¿Si somos libres de decidir sobre nuestros cuerpos podemos elegir gestar y cobrar por eso? ¿Exponer el cuerpo por otros a cambio de dinero tiene que ver con la libertad o con la explotación del cuerpo femenino? ¿Si existen familias diversas, qué rol cumplen las personas gestantes? ¿Qué sucede con que las gestantes pertenecen, muchas veces, a clases vulnerables?
El vacío legal
La gestación por subrogación es una técnica de reproducción humana asistida (TRHA) mediante la cual una gestante lleva a término un embarazo en su vientre por encargo de otra persona o pareja.
Hay diversidad de criterios legales para regularla. Está permitida en Ucrania, en distintos lugares de Estados Unidos (California, Colorado, Florida y Nueva York) y en algunas ciudades de México. También está prohibida por ley en países como Italia, España, Alemania.
Otros países del mundo prohíben la subrogación a cambio de dinero, pero la habilitan de manera altruista. Tal es el caso de Portugal, Grecia, Reino Unido, Uruguay y Brasil.
En la Argentina hay un vacío legal sobre este tema: ni la Ley N° 26.862 de acceso integral a los procedimientos y técnicas médico asistenciales de reproducción médicamente asistida, ni el Código Civil y Comercial de la Nación regulan la gestación subrogada. En los casos que se ha realizado, ha sido necesaria la intervención de la justicia de familia para autorizar u homologar estos procesos de maternidad subrogada.
En el Congreso, tanto el diputado Julio Cobos como la senadora Anabel Fernández Sagasti han realizado propuestas para legislar sobre el tema. Por su parte, esta semana, el legislador de Encuentro Federal (Córdoba), Oscar Agost Carreño, presentó un proyecto de ley que busca regular la gestación por sustitución en Argentina.
El cordobés asegura que esta iniciativa ofrece un marco claro y equitativo que proteja los derechos tanto a la mujer gestante como del menor nacido bajo esta modalidad.
El reclamo de los padres
Los demandantes contaron que se casaron en 2014 y, ante el deseo de ser padres, recurrieron a la técnica de gestación por subrogación. Relataron que la mujer gestante se ofreció a ayudarlos de manera desinteresada, gestando a su hijo sin voluntad de ser progenitora. Contaron que recurrieron a un óvulo de una donante, que no fue la gestante, a quien se le transfirieron embriones constituidos con gametos de ambos, de los cuales se implantó uno solo.
En el momento del nacimiento, el niño fue inscripto como hijo de la gestante y de uno de sus padres. Luego, se presentaron ante la jueza solicitando que se adecúe la partida de nacimiento a la realidad socio-afectiva del menor. En todo momento, la gestante aceptó el reclamo.
En esa instancia, la justicia aceptó el pedido y declaró al menor como hijo de la pareja. Sin embargo, la sentencia fue apelada por el Ministerio Público Fiscal, recurso al que adhirió la Defensora de Menores de Cámara. Tras ser revocado en segunda instancia, y apelado por el matrimonio, llegó a la Corte.
Ahora, el fallo, que ratifica la sentencia de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, establece que el niño es hijo de quien dio a luz, en este caso, la gestante, y de quien consiente –uno de los integrantes del matrimonio– tal como lo prevé el artículo 562 del Código Civil y Comercial de la Nación. La Corte, sin embargo, destacó que la filiación legal que se otorga a la gestante no impide que los comitentes –la pareja– asuman el cuidado y la crianza del niño, tal como lo venían haciendo.
La pareja italiana
Una pareja de dos hombres italianos se presentó en Aeroparque para salir del país con una nena recién nacida. Más tarde, se presentaron junto a una joven de Rosario que era la madre de la nena y quería hacer los papeles para autorizar a que estas personas viajaran a Italia con la niña pero sin ella.
A las autoridades les llamó la atención que todavía tenía puesta la faja de cesárea y que la mujer no tenía pasaporte. Incluso, el empleado que los atendió notó automáticamente que mientras trataban de hacerse pasar por una pareja, existía distancia entre ellos.
Tras indagar en el tema, intervino la justicia y detuvo a la pareja de italianos por averiguación de trata de personas. Por su parte, según medios locales, la mujer sería una persona con vulnerabilidad, madre soltera y que habría accedido a gestar a la beba a cambio de $10 millones.
Mujeres vulnerables en el centro de la escena
El caso de la pareja italiana no es el único que ocurre en nuestro país. Diferentes investigaciones policiales han dado con casos en los que mujeres vulnerables son convencidas de gestar y luego entregar los bebés por una remuneración.
Una de las investigaciones comenzó cuando, en enero de este año, una ciudadana alemana de 58 años se presentó en un hospital de su país con una beba de tres meses, nacida en Buenos Aires y con pasaporte argentino. La nena estaba en pésimas condiciones de salud.
Según Infobae, esto terminó con allanamientos en clínicas y consultorios médicos de la provincia de Santa Fe. Los interesados pagaban unos 50 mil dólares; a las gestantes les ofrecían 10 mil, con un plus si era por cesárea y la diferencia quedaba para los intermediarios.
Por su parte, la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX) colabora en dos causas donde se investigan por trata a clínicas en un caso de Córdoba y en otro de Santa Fe y Buenos Aires que estarían ofreciendo servicios de gestación por subrogación, donde captarían a mujeres de sectores vulnerables para llevar adelante los embarazos a cambio de dinero.