En Entre Mates y Nota al Pie se presentó un ciclo de charlas que aborda temas como el periodismo, la política, la tecnología y la inteligencia artificial. El primer debate, Lula vs Elon Musk, contó con la participación de Irina Sternik, Sebastián Lacunza, y la moderación de Santiago Martínez Laino, conductor de El Algoritmo Escondido.
El enfoque principal fue la reciente controversia en Brasil, donde la justicia exigió a la red social X (anteriormente Twitter) la entrega de los nombres de cuentas involucradas en un intento de golpe de Estado durante la asunción de Lula da Silva, actual presidente de Brasil. Este caso reavivó el debate sobre la libertad de expresión frente a la soberanía nacional.
Ciclo de charlas: Lula vs Elon Musk
Lacunza, columnista de elDiarioAr con vasta experiencia en temas internacionales, destacó: «Estamos ante un tema muy complicado que involucra la tecnopolítica y la política internacional. La decisión de la justicia brasileña de pedir a X que bloquee ciertas cuentas plantea la pregunta de qué es más importante: la libertad de expresión o el cumplimiento de la ley en un país soberano.»
Además, discutió cómo Elon Musk, dueño de X, utilizó inicialmente su empresa de Internet satelital, Starlink, para eludir la orden de bloqueo judicial en Brasil. Lacunza advirtió: “Este caso es muy particular, si hubiera ocurrido en un país más pequeño, esta posibilidad de forzar a este magnate y decir ‘hasta acá llegaste’ hubiera sido más difícil.” Irónicamente, Starlink desafió la orden judicial por 48 horas, negándose a bloquear X hasta que el juez liberara sus cuentas congeladas. Finalmente, la empresa cedió y acató la medida.
La periodista de cultura digital Irina Sternik, por su parte, subrayó el enfrentamiento entre Musk y el gobierno brasileño: «Elon Musk tuvo que dar el brazo a torcer porque Lula le dijo claramente: ‘¿Quién se cree que es? Es un ciudadano norteamericano, no es un ciudadano del mundo, no es el dueño del mundo.” La agencia de comunicaciones confirmó que Starlink empezó a bloquear el acceso a X en Brasil. Esto ocurrió después de que Starlink intentó evitar el bloqueo de X, pero tuvo que cumplir tras enfrentar multas y el congelamiento de activos
El conductor también abordó el tema de cómo estas grandes empresas tecnológicas se han integrado en la vida cotidiana de muchas personas, especialmente de las nuevas generaciones. Un ejemplo es la legislación sobre inteligencia artificial en la Unión Europea, que ha influido en el desarrollo de modelos de empresas como Open AI, los cuales presentan características distintas según la región.
La panelista Sternik señaló: «En Brasil, Meta AI, no está presente porque no cumple con regulaciones similares a las exigidas por la Unión Europea.” En Europa, las leyes digitales e inteligencia artificial, aún no operativas, exigen que los usuarios sean informados sobre el uso de su contenido. Sternik enfatizó que «en Argentina no existe la opción de rechazar el uso de nuestras publicaciones; no hay un botón para ello.» Además, mencionó que «en Brasil, Meta AI, no tiene el círculo azul porque teme no cumplir con las regulaciones establecidas.»
Periodismo y crisis
La conversación también abordó la crisis del periodismo ante el dominio de las redes sociales. Sternik explicó: “Facebook y Google eran grandes financiadores de medios, pero han cerrado esa etapa y ya no les interesa.” Además, comentó que Mark Zuckerberg, dueño de Facebook, ha manifestado que no le interesa el contenido político y prefiere un feed algorítmico que prioriza la publicidad según los gustos de los usuarios. «Es lo que dijo Mark Zuckerberg: ‘No entiendo por qué debería pagar a los medios de comunicación por sus noticias, si ellos me necesitan a mí.'»
Ante la efímera atención del público, cada vez proliferan más contenidos superficiales que buscan captar la mirada del espectador. “Me dedico a esto y ya no lo soporto, todos hacen lo mismo o enseñan cómo mantener la atención, que en redes sociales implica hacer múltiples planos de una misma persona realizando distintas actividades”, afirmó Sternik. Además, citó a Mark Zuckerberg, quien indicó que ‘la gente esquiva las noticias y no busca informarse’.
A raíz de esto, el conductor planteó la incógnita sobre la posibilidad de desarrollar herramientas propias en cada país. Actualmente, gran parte de las plataformas que utilizamos, como Google, YouTube y otras redes sociales, son de origen estadounidense. Sin embargo, países como China han desarrollado sus propias herramientas, lo que les brinda un cierto nivel de autonomía en su forma de comunicarse. En este contexto, Martínez les preguntó a los panelistas: ¿Cómo imaginan el futuro en cuanto a la creación de herramientas nacionales para la comunicación?
“Creo que una buena alternativa es seguir a referentes, pequeños medios o periodistas independientes, en lugar de los grandes medios, porque ya sabemos lo que sucede con ellos: todos responden a ciertos intereses”, comentó Sternik. “Como lectores o televidentes, debemos aprender a buscar alternativas para informarnos, ya que los algoritmos están viciados y crean burbujas donde los medios muestran siempre lo mismo. Hoy en día, muchos medios están apostando a construir comunidades para sobrevivir, ante la falta de pauta oficial y publicidad”, puntualizó.
Lacunza sostiene que «la persona que se quiere informar tiene que hacer una selección de fuentes», buscando en medios, podcasts y otros espacios. Asegura que los periodistas no deben «resignarse» al algoritmo, porque «favorece un periodismo muy conservador» y los medios pierden su especificidad al centrarse sólo en lo que genera clicks. Crítica la «celebración suicida» de algunos medios que, al enfocarse en SEO, sacrifican su esencia. Ante hechos globales, como la situación en Gaza, resalta la relevancia de tener periodistas en el terreno: “marca mucho la diferencia el periodista o el medio que informa de muy diverso origen e incluso de diversas ideología”, aclaró.
Conclusiones
Finalmente, el debate concluyó señalando que los medios de comunicación enfrentan desafíos para mantenerse sostenibles ante el dominio de las redes sociales, los grandes conglomerados tecnológicos y la creciente influencia de la inteligencia artificial. Esta situación ha deteriorado el periodismo, empujando a algunos medios, como el New York Times y el Washington Post, a implementar muros de pago que apuestan por contenido de calidad. Otros, como Radio Ambulante, se sostienen gracias a comunidades leales. Las alianzas estratégicas y el contenido distintivo son esenciales para sobrevivir, aunque el contexto varía según cada país, lo que demanda enfoques innovadores y adaptativos.