Trabajadores del Museo Nacional del Traje, ubicado en el barrio porteño de San Telmo, luchan contra el cierre del espacio. Allí, se exhiben 9 mil piezas de indumentaria de carácter histórico pero además brinda diferentes actividades a la comunidad. Ahora, en un nuevo ataque contra la cultura, el gobierno de Javier Milei dispuso recortar este rincón donde se preservan mucho más que prendas de ropa.
A través del decreto 862/2024, el Gobierno dispuso un nuevo organigrama para desarmar el Museo Nacional del Traje tal y como funcionaba hasta la fecha. Además, el documento detalla la degradación de varios de los museos nacionales y muchos directores pasarán a ser coordinadores.
El edificio en cuestión se encuentra ubicado en la calle Chile al 832, lugar que desde 1971, es llevado adelante por el Estado a través de políticas públicas con el fin de reivindicar el lenguaje de la moda y la vestimenta argentina y latinoamericana en su contexto social, cultural y político.
Nota al Pie entrevistó a una de sus trabajadoras, la Licenciada en Museología y Gestión del Patrimonio Cultural, Mayra Decastelli, para conocer más sobre la situación del Museo y las medidas que llevan adelante para visibilizar el conflicto.
¿Y ahora qué? un decreto, peligro de cierre y la incertidumbre de sus trabajadores
Decastelli describe la situación como incierta y destaca la importancia de lugares como este. “Entiendo no solo la importancia de tener un espacio de encuentro y de resguardo del patrimonio, sino también de contar con espacios que abren y brindan su colección como lo hace este”, sostuvo.
“No es un mero museo contemplativo, sino que alberga distintos proyectos de personas, tanto de renombre como de personas que recién están dando sus primeros pasos tanto en el diseño: como artistas textiles, como talleristas, como modistas, o sea, oficios que hoy en día vienen perdiéndose el Museo los revaloriza”.
Teniendo en cuenta que es el único museo de indumentaria, moda y textiles que hay en Argentina, las piezas que allí se preservan representan un valor invaluable. De este modo, resaltó “es un lugar simbólico y es un faro no solo para nuestro país, sino para la región”.
Pese a que el Gobierno pone en duda la importancia de estos espacios culturales, les 28 trabajadores del Museo defienden la tarea que hacen a diario. En ese sentido, la museóloga contó que suelen realizar visitas guiadas, recorridos para escuelas y arman talleres de especialidad.
Además, todos los días llevan a cabo un relevamiento de la colección para garantizar su conservación y reciben donaciones constantemente. Aunque su actual directora, Victoria Salías, dijo a entrevistas radiales que sólo se recibían 46 visitas diarias, el mes pasado pasaron por el lugar 2.500 personas. “Es un museo que está vivo y que su comunidad lo va a defender”, sostuvo Mayra.
Por su parte, la Secretaría de Cultura informó que la colección de más de 9.000 piezas se conservarán en el edificio como depósito y precisó que los trajes se expondrán en “dos grandes centros culturales” de la Ciudad de Buenos Aires, y en las Casas del Bicentenario ubicadas en diferentes puntos del país.
Consultada al respecto del traslado de las prendas, la especialista en museos dijo: “Corren riesgo, si no están las condiciones de conservación dadas. El textil e indumentaria son piezas muy frágiles para trasladar y además no todas las piezas le entran a todos los maniquíes”.
Un abrazo simbólico y un mensaje a futuro: «El Museo del Traje no se cierra”
A raíz del anuncio del gobierno, sus trabajadores organizaron diferentes actividades comenzando por un abrazo simbólico al Museo el pasado 3 de octubre para pelear contra su cierre.
“Nos dio mucha fuerza al recibir a tanta cantidad de gente. Vinieron más de 200 personas no solo a escuchar lo que teníamos para decir, sino también para brindarnos su apoyo y solidaridad”, contó.
Además este fin de semana, continuarán con una grilla especial para poner en valor el Museo Nacional del Traje. El sábado 5 de octubre, a las 15, presentarán el “Taller de Bordado botánico” por Esther Quiroga. Luego, a las 16:30 realizarán el “Taller de estampa serigráfica” por Lucía Bouzada.
Por su parte el domingo 6 seguirán adelante con el proyecto “Muñecas para vestir” a las 15 por Florencia Valcarcel. Y luego, a las 16:30 finalizarán su puesta con “Vestiduras, taller performativo”, por Nilda Rosemberg.
“La ropa, como dicen mis compañeras del área de educación, no tiene boca pero cuenta cosas. Cuenta el contexto histórico social y cultural que se vivió a lo largo de todos estos siglos”, concluyó Decastelli.