Este miércoles 2 de octubre, en varios puntos del país se realizó la segunda Marcha Federal Universitaria. Esa misma noche, se publicó el Decreto 879/2024 mediante el cual el Gobierno vetó la Ley de Financiamiento Universitario que el Congreso había aprobado en septiembre.
Dentro de las miles de personas que se manifestaron a lo largo de Buenos Aires, Rosario, Córdoba, Tucumán y el resto de las provincias argentinas, hubo referentes y dirigentes de todo el arco político. Estuvieron presentes Cristina Fernández de Kirchner, Sergio Massa, Horacio Rodríguez Larreta, Martín Lousteau, Martín Tetaz y Elisa Carrió, entre otres. En la mañana del jueves hubo dos pedidos de sesión por el tema del financiamiento universitario, uno del bloque de la Unión Cívica Radical y otro de Encuentro Federal junto a la Coalición Cívica, Movimiento Popular Neuquino y Por Santa Cruz.
¿Cuál fue la reacción del Gobierno ante la marcha?
La primera respuesta desde La Libertad Avanza constó en tildar a la manifestación de “política” y “partidaria”. A su vez, como viene acostumbrando desde antes de su asunción, el presidente respondió con varios post y retweets en los cuáles denigraba a quienes participaron y a les dirigentes que estuvieron presentes, como Martín Lousteau.
Además, en un comunicado realizado por la Oficina del Presidente denunciaron la creación de un “nuevo frente de izquierda populista”: “El Poder Ejecutivo celebra el sinceramiento de los dirigentes Cristina Kirchner, Sergio Massa, Martín Lousteau, Horacio Rodríguez Larreta y Elisa Carrió, quienes han decidido unirse públicamente con el objetivo de obstruir el plan económico del Presidente. Esta convergencia deja de manifiesto la consolidación de un nuevo frente de izquierda populista en defensa de los privilegios de la dirigencia política”.
Javier Milei, en uno de los últimos días que podía hacerlo, vetó la Ley N° 27.757, que establecía una recuperación salarial del personal docente y no docente desde el 1 de septiembre hasta que se sancionara la ley. El Presidente ya había adelantado que iba a tomar esta decisión porque cree que la ley “atenta con el equilibrio fiscal”.
Dentro del Decreto repite todo lo que venían estableciendo desde La Libertad Avanza, que la ley “no cuenta con previsión presupuestaria ni recursos a utilizar para su financiamiento, acarrea problemas técnicos que imposibilitan su implementación ordenada, y afecta de manera tangible los objetivos de política económica fijados por el Gobierno Nacional”. Y que implicaría un gasto adicional de aproximadamente $811.569.000.000 (ochocientos once mil quinientos sesenta y nueve millones de pesos).
En el veto, el Gobierno termina admitiendo que el poder adquisitivo del sector universitario cayó un 23,4%, dado que señalan que desde diciembre de 2023 los salarios subieron un 87% contra una inflación del 144%.
Repercusiones en el arco político
Cristina Fernández de Kirchner, que participó de la marcha desde el Instituto Patria, también se expresó sobre la consigna de la manifestación: “Para toda la gente que como yo es hija de la universidad pública, nacional y gratuita. Mi viejo fue trabajador, después fue comerciante pero era muy laburante, mi mamá también, y tuvo una hija abogada, otra médica, eso es el ascenso social ascendente”.
Por su parte, del otro lado del espectro político, Horacio Rodríguez Larreta, que fue agredido mientras caminaba en la marcha, destacó en “X” que “lo único que importa es la gran marcha pacífica en defensa de la universidad y la educación pública” y que ninguna agresión va a cambiar sus convicciones.
Luego del veto, ya hubo dos pedidos de sesión para tratar la insistencia de la Ley. Uno de la Unión Cívica Radical y otro de Encuentro Federal (el bloque de Miguel Ángel Pichetto) junto con la Coalición Cívica, el Movimiento Popular Neuquino y Por Santa Cruz.
Julia Strada, diputada por Unión por la Patria, escribió en “X” que el miércoles 9 de octubre, elles van a convocar al resto para insistir con la ley. Y le dio un mensaje a les radicales: “Ojalá los diputados vendidos, nuevos amigos de Milei, esta vez escuchen al pueblo y no se den vuelta como hicieron con la ley de jubilaciones”.
Para que se confirme el rechazo, las dos cámaras del Congreso deberán obtener una mayoría calificada (dos tercios de los votos de los presentes). Como ocurrió con la Ley de Movilidad Jubilatoria, el Gobierno necesitará 86 votos para ratificar el veto. Teniendo en cuenta que la Ley de Financiamiento Universitario había sido aprobada por 143 votos afirmativos y 77 negativos en Diputados, la Libertad Avanza necesitaría sumar 9 legisladores para bloquear la insistencia.
En su conferencia de prensa del jueves, el Vocero de Presidencia Manuel Adorni señaló que, en caso de que se insista con la la Ley de Financiamiento Universitario, «la judilización es una posibilidad».