“Una flor en el silencio” es la ópera prima de Jean Amadeo Pouyé como solista, y esta noche brindará un show en Pista Urbana, Chacabuco 874, a las 20 horas para oficializarlo. En esta gran obra personal, el músico reveló a Nota al Pie que se entregó incondicionalmente al trabajo.
En ese sentido, Pouyé sostuvo que “es el resultado de un largo proceso de cambios” en su vida personal y en su manera de abordar el arte en general. Tras un extenso período de introspección, el cantautor sintetiza sus orígenes culturales y diversas influencias musicales.
“Mis temas son canciones y podrían entrar dentro del género de «canción de autor». Me resulta difícil ponerles una etiqueta, porque las influencias son múltiples, como la música popular argentina, la canción francesa y el jazz experimental”, remarcó el artista.
– ¿Cómo fue tu proceso de crecimiento musical en un ambiente bicultural?
Me crié en los Alpes Franceses, en un pueblo de pocos habitantes en medio de un valle llamado Peisey. El acceso a la cultura era y es todavía limitado por no tener grandes ciudades a proximidad, pero en casa siempre se escuchaba mucha música, y en particular música argentina, por mi mama. Mucho folclore (Atahualpa y Mercedes Sosa en particular), Polaco Goyeneche, los temas de Maria Elena Walsh y obviamente rock nacional.
-¿Cómo fue tu infancia?
En mi infancia fuimos varias veces a Argentina, a veces un mes, a veces un poco más, pero nos instalamos definitivamente en 2007 (yo tenía 15 años). En ese momento descubrí más profundamente la cultura argentina, y empecé a tocar la guitarra. A partir de ahí empezó mi camino como músico.
– Tu álbum es el resultado de una búsqueda personal, ¿A qué lo adjudicás?
Con estos otros proyectos aprendí el oficio de músico profesional, viajamos a varios países: Grecia, Noruega, Italia, Francia, Suiza y Argentina. Eran proyectos en donde en general se tocaban temas del repertorio clásico (tango y chanson française), pero no había mucho espacio para la composición. La creatividad pasaba más por los arreglos de los temas y la forma de interpretarlos.
En este nuevo proyecto solista, la gran mayoría de las canciones son mías, sin el marco de un género musical en particular, que a veces puede resultar ser limitante. Es un intento de fusión entre todo lo que aprendí de las músicas tradicionales y algo más personal y propio.
– ¿Qué te motivó a incluir una versión de «Barcelone» de Boris Vian en tu EP?
Boris Vian es un autor que admiro mucho, que además de haber sido cantante y compositor, fue poeta, novelista, trompetista e inventor. Leí muchas novelas de él antes de conocer su música. “Barcelone” es un bolero, pero cantado en francés y con armonías impresionistas y es un tema que me parecía perfecto para esa idea de biculturalidad presente en todo el disco.
-¿Qué te inspiró para crear cada una de las canciones de «Una flor en el silencio»?
Los temas hablan mucho de las montañas en las que me crie, que son una fuente inagotable de inspiración para mí. Siempre están presentes, en casi todos los temas. La canción “Una flor en el silencio”, es una metáfora del crecimiento artístico y espiritual que viví estos últimos años y que está dedicado a una persona que quiero mucho.
– ¿Cómo fue el proceso de composición y grabación del álbum?
A principios de 2023, ya tenía el boceto de todos los temas, decidí poner una fecha límite para grabarlos. En mi modo de funcionar, tener un ultimátum me ayuda mucho a ponerme a trabajar y pulir los temas y las letras. En noviembre de 2023 arrancamos a grabar junto al productor del disco Mati Lourenço. Aprendí mucho en el proceso, y fue muy enriquecedor trabajar con estas músicas y músicos de mucha trayectoria y experiencia.