Roberto Ottini, conocido como “Rorro” (apodo que le puso su esposa argentina, Daniela Carrara), es un profesional multifacético dedicado al universo de la gastronomía. Moderniza el concepto de la comida italiana en Argentina y, en esa línea, asesora a los emprendimientos gastronómicos más importantes. Siempre alegre y divertido, muestra las nuevas tendencias culinarias sin olvidar el tono costumbrista y regional, como años antes lo hizo en la televisión estadounidense.
Por otro lado, también dicta cursos virtuales y presenciales. Además, tiene su canal de Youtube, donde enseña de manera fácil y rápida cómo preparar platos deliciosos.
Ottini y una carrera de ensueño
El chef italiano nació en Soresina, a 25 kilómetros de Cremona. Estudió en el Instituto Gastronómico italiano, San Pellegrino de Lombardía. A lo largo de su carrera trabajó en los más prestigiosos restaurantes de Italia y Nueva York; entre ellos, el President Hotel, Paper Moon, Pevero Golf Club y Harry Cipriani. A su vez, cocinó para celebridades como Arnold Swarzeneger, Silvester Stallone, Bette Midler, James Brown, Mickey Rourke, Kate Moss, Bono, Michael Schumacher, Naomi Campbell, Woody Allen, Sharon Stone y Mick Jagger.
El artífice de la buena mesa, llegó a Buenos Aires en 1998 y se desempeñó como primer chef de cocina del reconocido restaurante Harry Cipriani (en la calle Posadas, barrio de Recoleta). Luego, comenzó su carrera televisiva en el canal de cable Utilísima. Tiempo después logró su propio ciclo llamado “Nova Italia”, en El Gourmet. Posteriormente, estuvo en “Cocinando para vos” en América TV junto a Maru Botana. También pasó por la pantalla de NET TV con el programa “Como Todo”, con Mariano Peluffo y Jimena Monteverde. Asimismo, acompañó a Carina Zampini y a Paula Chávez durante los tres ciclos del reality gastronómico “Pasaplatos”, que emitió El Trece. Actualmente, forma parte de “Cocineros Argentinos” en América TV.
Como si fuese poco, Ottini también plasmó su arte en el mundo de la actuación. Fue parte del elenco de “Soy Luna” (Disney Channel) y tuvo un rol en uno de los capítulos de la exitosa serie “El Encargado” (Disney+), y en la comedia “Los Protectores” (Star+).
En la actualidad tiene su restaurante GIRARDI, además de la focacceria GIRARDINO, en el barrio porteño de San Telmo.
Roberto Ottini y su amor por Argentina
Nota al Pie dialogó con el cocinero sobre su historia y vida en el país.
¿Qué sentiste cuando supiste que Argentina sería tu nuevo destino?
Viví en Estados Unidos, pero me encontraba un poco cansado de estar ahí y, además, no tenía ganas de regresar a mi país. Cuando me propusieron venir a Buenos Aires para abrir el restaurante Harry Cipriani me gustó la idea, aunque tenía cierto desconocimiento de Argentina. Sabía de la figura de Diego Maradona, que jugó en el Nápoles, y conocía que un buen porcentaje de argentinos son de origen italiano. Vine con muchos deseos de conocer todo, de vivir una nueva experiencia y enriquecerme de nuevas costumbres. La gente me acogió muy bien con un abrazo abierto y fue como llegar a casa.
Cocinar para gente famosa en Nueva York te dio experiencia…
Fue algo inesperado, un salto enorme con muchas horas de vuelo. Pude cocinar para gente que siempre había visto en la televisión, lo cual era inalcanzable y un sueño que se hizo realidad.
Mi primera experiencia en el restaurante fue sentarme a comer con Bette Midler, porque ella buscaba alguien que la acompañara durante la cena. Por otro lado, la previa a la llegada de Madonna, con su dieta a base de arándanos. Y estuve con otras estrellas de cine, televisión y la música que me dieron estímulo y deseo de seguir creciendo. Lamentablemente en esa época no existían los celulares y no pude sacar fotos.
En 1998, en Buenos Aires, vi en el restaurante a todos los grandes de Fórmula 1 y conocí a Michael Schumacher, Giuseppe Cipriani y muchos más. Para mí, era tocar el cielo con los dedos.
Más allá de que el mundo los ve como celebridades, ¿Qué percibiste de ellos?
Quizás que estaban un poco solos y encerrados. El que no pudiesen salir libremente por ser reconocidos y si lo hacían tenían que tener cierto cuidado por su popularidad. Me di cuenta que tienen mucha sensibilidad y son humanos.
Retomando tu historia, ¿en tu infancia, viste a tu mamá o abuela amasando la pasta? ¿o tu amor por lo culinario llegó con el tiempo?
Probablemente en mi hogar hubiesen preferido tener un hijo médico o ingeniero, con trayectoria universitaria. Sentí que no podía serlo. Deseaba sentirme libre de poder volar. Entonces, la gastronomía fue una alternativa. Lógicamente algo en la sangre tengo que tener porque mis abuelos fueron grandes reposteros y mi madre y abuela grandes cocineras.
Fue una época en que las mujeres cocinaban a tiempo completo, dando mucho amor y de una manera más organizada que ahora
Sí, porque crecí con la buena mesa del domingo. La lasaña del sábado o el osobuco. Había platos que me inspiraron y me gustó ir por el camino de preparar para otros, apreciar y amar la gastronomía.
Vos también sos empresario gastronómico. En estos tiempos, ¿es difícil asumir este rol?
Ser un empresario gastronómico es vivir un momento complicado a nivel económico. Hay que afinar el lápiz y prestar mucho más atención a los números. Como chef, necesito una persona que me lleve a la realidad porque al cocinar es el sabor mi prioridad y no me cuestiono el valor de las cosas.
El sobrenombre de “Rorro” te lo puso tu esposa que es rosarina
Fue un amor a primera vista y nos complementamos. Ella es abogada y periodista. Me pone las cosas en mi cabeza como corresponde. Me siento afortunado, porque encontré el amor hace muchos años y hoy sigue firme.
¿Cómo vivís la nueva temporada de “Cocineros argentinos” en América TV?
Me gusta mucho disfrutar en pantalla, estoy muy cómodo en ese espacio y con tantos años en este país digo afectuosamente “Cocineros argentanos”. Me gané esos derechos. Me tratan divinamente y estoy recontento con todos los compañeros y con la conductora, Maju Lozano. Disfruté de todos los programas donde estuve.
En uno de los programas de Cocineros Argentinos estiraste una masa de más de diez metros. ¿Cómo fue la experiencia?
Fue un desafío que propuse, no pensaba lograr semejante cosa. Lo importante era que no se rompiese y efectivamente en la mesada se fue cortando. La cocina no es solo arte y amor, es también placer, divertirse con creatividad. Lo más importante es poner amor al plato porque para algunos que lo hacen como pasatiempo eso es perfecto, pero hay muchas madres, chefs, cocineros que tienen que poner tres, cuatro plato, cinco, seis platos a la vez, todos los días, y hay que hacerlo con un toque esencial que es el amor.
¿Sos de responder los mensajes que te hacen en las redes sociales?
Tengo una excelente Community Mánager que se ocupa de poner fotos y hacer todo para que se vea mi trabajo, pero sin duda me encanta responder todos los mensajes. Me tomo el tiempo y esto es en agradecimiento a ellos. Los seguidores valoran lo que hago. Es obvio poner un granito de arena y demostrar el cariño hacia ellos.
Como conocedor de la buena comida y haber probado platos de muchos rincones del mundo, ¿que te cautivó de la comida argentina?
Soy de un paladar muy abierto. Me encanta el asado y las anchuras me enloquecen. Aprendí a comer mollejas y morcillas, pero como buen italiano sigo siendo amante de la pizza, la pasta, del risotto y el pan, cómo así también de la albahaca, los tomates y la cocina mediterránea. Pero me gusta probar platos de la cocina japonesa, china, árabe, vietnamita.
El costo de alimentarse cada día es más caro. ¿Qué recomiendas para poder tener una buena comida a pesar de la crisis?
Lo importante es tratar de variar y no desperdiciar comida. Evitar las gaseosas y tomar más agua. Comprar verduras de estación y las básicas como cebolla, zanahoria, zapallitos. Utilizar huevos y cortes de carne más baratos como el cerdo. Siempre acompañar la proteína que se pueda comprar con arroz que da más volumen al plato. Si no se puede usar aceite de oliva puede ser de maíz o de girasol, pero no para cocinar sino para darle un toque al final de la comida.
Otro consejo es que siempre hay que cocinar la cantidad que se va a comer. No tirar nada, porque hay gente que lo necesita. Investigar mucho cómo podemos ser más creativos a la hora de comprar y elegir los alimentos.
Por ejemplo, yo suelo hacer de las pencas de acelga, bocaditos o aprovechar las flores de la remolacha. Las papas se lavan bien y cocinan con cáscara. Usar semillas, tratar de aprovechar todo lo que se pueda.
¿Cómo te sentís con todo lo que has logrado en tu vida? ¿Qué te falta por hacer?
No sé si me falta algo, porque lo mío es un crecimiento constante y no va a parar. Tengo todo lo que me hace bien. Además el amor de mi vida y la felicidad de que vivo en un país hermoso como es Argentina.