Hoy se realizaron marchas en La Plata, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Córdoba, Rosario y otros puntos del país a 48 años de la Noche de los Lápices.
La protesta tuvo como objetivo reivindicar a las y los estudiantes secundarios que luchaban por el Boleto Educativo y un país mejor y fueron secuestrados, detenidos y desaparecidos por la última dictadura cívico-militar.
«Frente al aumento del transporte, hoy más que nunca está vigente lucha por el Boleto Educativo Gratuito para que nadie se quede afuera de la educación. Frente a los discursos negacionistas y un gobierno que reivindica genocidas, plantamos memoria. Frente al ajuste y el veto al aumento de presupuesto para las universidades, levantamos la bandera de la educación pública. Porque sin ella no hay futuro», sostuvo Tomás Battaglino, secretario de la Federación Universitaria Argentina (FUA) y responsable del Movimiento Sur.
¿Qué pasó el 16 de septiembre de 1976?
Entre el 16 de septiembre de 1976 y los días posteriores, un grupo de estudiantes secundaries fueron secuestrades en La Plata. El operativo fue llevado a cabo por miembros de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. Estos tenían como objetivo captar a les militantes estudiantiles que, según las Fuerzas Armadas, encarnaban la “subversión en las escuelas”.
Bajo el régimen dictatorial al que los militares denominaron “Proceso de Reorganización Nacional”, las escuelas y la política se sumergieron en una relación segmentada. La idea de “somos derechos y humanos” ya prevalecía incluso antes de convertirse en slogan y de intentar polarizar las consignas honestas.
Pero el tiempo demostró que hay causas que no se tapan y mucho menos se olvidan. Eso entendieron les militantes que arriesgaron sus vidas por causas colectivas, y ese legado dejaron también les 10 jóvenes detenides y desaparecides en septiembre del ‘76. El relato legitimado dice que fue por reclamar el Boleto Estudiantil Secundario. Pero en detalle, esa versión abre otro paradigma: les estudiantes fueron desaparecides por animarse a hacer política. Por involucrarse y organizarse a tan corta edad, con la esperanza de que un país mejor todavía era posible.