Al término de la votación en la Cámara de Diputados, que ratificó el veto de Javier Milei a la Ley de Movilidad Jubilatoria, diferentes fuerzas de choque como Gendarmería Nacional, Policía Federal Argentina y Prefectura Naval Argentina dieron comienzo al operativo de represión sobre les jubilades y otros manifestantes que estaban en las afueras del Congreso.
Anticipado el martes por el vocero Manuel Adorni, durante su habitual conferencia de prensa, el Gobierno insistió con su clásica respuesta, puesta en marcha desde los primeros días de la asunción de Milei.
«Se va a proceder a realizar un operativo de seguridad especial» y que «se va a cumplir a rajatabla con el protocolo vigente», dijo el martes Adorni. Además, anticipó que el Gobierno «supone» que se están «planificando actos de violencia para la movilización de mañana», en referencia a la concentración de hoy.
Cada movilización, termina en represión. La marca que deja en la historia argentina el esquema de La Libertad Avanza, sus socios del Pro, algunos peronistas y radicales que se suman a “las fuerzas del cielo”.
Una vez efectuada la votación, que finalizó con 153 votos a favor de rechazar el veto, que fueron insuficientes frente a los 87 negativos y las 7 abstenciones, varios diputados alertaron en la misma sesión sobre lo que empezaba a ocurrir en las calles.
El operativo había empezado en las últimas horas del martes. Las calles volvieron a ser escenario de la resistencia y de los palos. Es la consecuencia lógica de un ajuste que no frena.