El fútbol argentino continúa de fiesta con el gran presente de la Selección Argentina comandada por Lionel Scaloni, que incluye diversos éxitos a nivel internacional (bicampeón de America y vigente Campeón del Mundo) y otros memorables momentos (el Maracanazo a Brasil por Eliminatorias o el paseo en la Finalissima ante Italia).
En estos días de jolgorio, vale la pena también recordar otra histórica celebración, que nos trae un grato recuerdo a los más «viejitos»: en este caso se trata de la Selección Sub-20, quién conmemora los 45 años de su primera copa mundial en la categoría tras ganarle la final 3-1 a la Unión Soviética. Como dato a destacar, aquella hazaña marcó su debut dentro del certamen.
Un 7 de septiembre de 1979 se produjo la primera consagración argentina en el Mundial Sub-20, edición que tuvo lugar en Japón. Luego del inicio de la competición dos años antes en Túnez, Argentina tuvo su presentación inicial en suelo nipón con un equipo de ensueño.
El liderazgo de Diego Maradona, el potencial ofensivo de Ramón Díaz y la capacidad del técnico César Luis Menotti fueron algunas de las claves para que la Albiceleste gritase campeón en Tokio.
Un campeón con todas las letras
El momento era inmejorable con la conducción de Menotti, quien llegó a la cita mundialista tras conquista la Copa del Mundo de 1978 con el seleccionado mayor. De hecho, las expectativas se cumplieron al pie de la letra y el equipo arrasó con todos los rivales de turno con total y clara superioridad.
Obtuvo 6 triunfos en igualdad cantidad de partidos y logró marcar 20 goles a favor contra solo 2 en contra. Además, el Pelado fue el goleador del torneo con 8 tantos. La travesía argentina inició con tres victorias en el Grupo B ante Indonesia por 5-0, Yugoslavia por 1-0 y Polonia por 4-1.
Con destacadas actuaciones individuales, Díaz y Maradona poco a poco se convirtieron en los máximos baluartes del equipo. Asimismo, ambos ya acumulaban 3 anotaciones cada uno al finalizar la primera fase. Para cuartos de final Argentina se despachó a Argelia con un contundente 5-0, donde el riojano marcó su segundo triplete.
Las semifinales tuvieron a un aguerrido contrincante continental como Uruguay pero la Albiceleste logró avanzar gracias a sus figuras para un 2-0 indiscutible. Para la final tocó el turno del vigente campeón que superó 9-8 por penales en la edición anterior a México.
No obstante, Argentina no mostró flaquezas ni titubeos y fue superior a la Unión Soviética. Como consecuencia de un excelso juego colectivo, la Albiceleste triunfó 3-1 con goles de sus dos figuras.
Equipo Argentina en la final
Formación: Sergio García; Abelardo Carabelli, Juan Simón, Rubén Rossi, Hugo Alves; Juan Barbas, Osvaldo Rinaldi (Juan Meza), Diego Maradona; Osvaldo Escudero (Alfredo Torres), Ramón Díaz y Gabriel Calderón.
El responsable detrás del telón
Más allá de la enorme cuota que le corresponde a Menotii, y las cualidades propias del plantel, hubo un hombre que fue el gran titiritero de la conformación argentina. En ese sentido, Ernesto Duchini se ocupó de la búsqueda de los “futuros cracks” para representar al país en el continente asiático.
Su apellido pasa desapercibido para muchos en el ámbito pero su rol de caza talentos permitió que el mundo conozca jugadores de enorme calibre. Entre algunos de sus descubrimientos futbolísticos más destacados están Oscar Más, Raúl Savoy, Rubén Ayala, Roberto Perfumo, Jorge Olguín, Oscar Ortiz y Carlos García Cambón.
Pese a su fallecimiento en 2006, Duchini fue muy conocido puertas adentro ya que desde 1954 estuvo a cargo de los seleccionados juveniles de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). Además, durante 3 décadas, entre 1964 a 1994, fue asesor del área para el fútbol argentino.
Los que lo conocieron destacaron siempre su humildad, ganas de trabajar y una inquebrantable esencia como docente. Incluso, el ex defensor de Chacarita en los años ’30 recibió diversas sugerencias para la nómina albiceleste de cara al certamen en Japón.
Con un semblante paciente que ocupó todo el largo y ancho del país, Duchini apuntó para la cita a Rossi de Colón, Rafael Seria de Central Córdoba, Simón de Newell’s y Daniel Sperandío de Rosario Central.
Lo malo de ese cuarteto es que el jugador del Canalla se lesionó ya en suelo japonés y no sumó minutos. El reemplazo fue Rinaldi de San Lorenzo, quien se adueñó del puesto de mediocampista central.
A su vez, Duchini sorprendió a todos al incluir a Torres y Jorge Piaggio, jugadores de Atlanta que ese año descendió. Por último, también insistió en las convocatorias del golero García, de Flandria, y el habilidoso Meza, de Central Norte de Tucumán.
Un título que marcó un precedente
No cabe duda que la vuelta olímpica en el Estadio Olímpico de Tokio fue más que gratificante aunque no fue la única de la categoría. La coronación en el país del sol naciente conllevó un condimento especial por ser el estreno en el certamen pero el tiempo brindó otros emotivos éxitos.
Dentro de la competición hubo otros 5 títulos en un total de 17 presentaciones. El Sub-20 se adjudicó las ediciones de 1995, 1997, 2001, 2005 y 2007; lo que lo posiciona como el más ganador.
No siempre se puede mantener un buen nivel y es algo habitual dentro del fútbol; mientras que, cuando los componentes se sincronizan con gran armonía se puede alcanzar los objetivos. Existió un enorme lapso temporal entre las dos primeras consagraciones nacionales pero una fuerte constante de grandeza entre las últimas.
Con dos bicampeonatos de por medio, Argentina siempre es un firme candidato en cada edición pese a que su último éxito fue hace más de 15 años. En tanto, la delegación juvenil también logró ciertos laureles en el Campeonato Sudamericano de la categoría que inició en 1954.
De hecho, Argentina dijo presente por primera vez en la segunda edición de 1958, donde obtuvo el subcampeonato frente a Uruguay. Con 28 participaciones en total, el conjunto nacional fue campeón en 5 ediciones, la de 1967, 1997, 1999, 2003 y 2015.
Pese a conseguir un bicampeonato a fines de siglo pasado, el país no se corona de manera oficial hace casi una década.
Solo algunos triunfaron
Más allá de que el recuerdo del campeonato mundial juvenil se mantuvo con el paso del tiempo, no todos sus protagonistas edificaron una gran carrera. Al igual que sucedió con Duchini, Maradona y Menotti dejaron este mundo ligados al fútbol.
Pelusa lo hizo en noviembre de 2020 como DT de Gimnasia de La Plata, club al que arribó en septiembre de 2019. En tanto, el Flaco se fue este año bajo el rol de Director de Selecciones Nacionales de la AFA.
Con los máximos reflectores puestos en el ex jugador del Barcelona y el DT, cuyo último cargo fue en 2007 con Tecos de México, Díaz era la otra gran figurita del plantel.
El riojano logró una excelente carrera como futbolista y entrenador, rol que cumple en la actualidad en Corinthians de Brasil desde hace dos meses. En tanto, el resto de la delegación no tuvo la misma suerte para sostener un alto perfil en el fútbol.
Destinos variados
En cuanto al puesto de arquero, tanto García como Seria no prosiguieron tras colgar los guantes. El primero se retiró en Banfield en 1992 y el segundo se dedicó a conducir un taxi luego de dejar la actividad.
En la defensa destaca Simón, que jugó hasta 1994 en Boca, donde fue mánager entre 2014 y 2016, y desde 2020 trabaja en la cadena ESPN. Además, Alves sobresalió en el Xeneize hasta 1984 y en la actualidad es ayudante técnico de Ricardo Gareca en Chile. Inclusive, disputó el Mundial de Italia 1990.
Por su parte, Carabelli se desempeñó en Argentina, Bolivia y Francia, donde se retiró en el ascenso en 1992. Rossi fue otro que siguió ligado al fútbol tras el retiro como director juvenil e infantil, consultor de la Conmebol y formador de entrenadores en la escuela de Menotti.
Piaggio dejó el fútbol con Dock Sud en 1991 y se dedica a entrenar juveniles en su ciudad natal de Conesa. Para cerrar, Marcelo Bachino jugó en Argentina y Chile y luego se dedicó a ser viajante de comercio y formar parte del plantel veterano de Boca.
El mediocampo se conformó por Sperandío que no continuó ligado al fútbol tras retirarse con Atlético Rafaela en 1992 y jugar en Argentina y Colombia. En tanto, Barbas tuvo pasos por diversos países como futbolista hasta su retiro con All Boys en 1997. Además, disputó el Mundial de España 1982.
Como DT se desenvolvió por diversos lugares sudamericanos, cuyo último trabajo fue en Atenas de Uruguay en 2019. Rinaldi jugó solo en el país y se retiró a los 28 años por una lesión en el tobillo en 1987 con Huracán.
Meza completa el sector medio con una trayectoria que acumuló cuatro países, un retiro en Emelec de Ecuador en 1991 con 31 años y una posterior vida fuera de la actividad. Para finalizar, el ataque contó con Escudero que se retiró con Tigre en 1995 y entre 2012 y 2020 fue DT en El Salvador.
Calderón se desempeñó hasta 1994 y ejerció la dirección técnica hasta 2022 en países de poco renombre. Sin embargo, disputó dos Copas del Mundo: España 1982 e Italia 1990.
Torres se destacó en el ascenso nacional y Colombia y tras colgar los botines se desligó de manera total del fútbol. El último artífice de la nómina es José Luis Lanao con una carrera que duró hasta los 26 años por una lesión de parálisis en las piernas.
Su actividad se frenó en 1986 como jugador del Logroñés de España; aunque, después logró volver a caminar y se dedicó al periodismo en suelo ibérico.