El Tribunal encontró culpable por unanimidad a Juan Carlos Corvalan por el femicidio de Nancy Fernández. La mujer fue asesinada 10 años atrás, cuando reclamaba justicia por la captación y el asesinato de su hija, Micaela.
El tribunal suspendió la audiencia del pasado viernes e informó que el próximo primero de octubre se leerá la resolución final y los argumentos de la condena. Hasta el momento, se desconocen tanto los años de prisión que recibirá Corvalán como los detalles de la sentencia.
En la puerta del tribunal, Lisette, hija de Nancy y hermana de Micaela, habló sobre la importancia de los círculos de contención. “Las compañeras hicieron un grupo para encargarse de todo, me hacía mal ver toda esa información, se ocuparon de cómo iba a venir yo hasta acá, hasta de qué iba a comer”. También agradeció a Marisa, mamá de Luna Ortiz, por el apoyo.
En cuanto a su vida, afirmó: “Esto me rompió por completo y me afectó todos los días de mi vida”. En paralelo, sostuvo: “Cuando Paula me avisó del juicio caí en un pozo de depresión porque tenía miedo de volver a encontrarme con todo el maltrato de la justicia, estoy cansada, agotada”.
La historia de Nancy
Nancy Fernández era una mujer de 36 años, perteneciente a la comunidad Yecthakay del Pueblo Qom, que en 2014 fue asesinada. Era amenazada y hostigada por agentes de la policía Nº 6 de El Talar de Pacheco desde que reclamaba justicia por la muerte de su hija, Micaela.
En la primera audiencia, el día martes, el Tribunal no dejaba ingresar a quienes cumplían distintas funciones de acompañamiento a Lisette Fernández. Además, intentaron que no pudiera entrar con una remera con las imágenes de su mamá y hermana, asegurando que “no se puede entrar con logos”.
El tribunal declaró culpable a Corvalán aunque no se dijo ni la calificación final por la que es condenado, ni la cantidad de años que cumplirá de pena. Dos pruebas fueron concluyentes, el ADN de Corvalán, hallado en el cuerpo de Nancy, y el cruzamiento de antenas que hicieron que se encuentre el celular de la víctima en la casa del acusado.
La última audiencia, realizada este jueves, coincidió con el Día Internacional de las Mujeres Indígenas. La fecha, instituida en 1983 durante el Segundo Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América, rinde homenaje a Bartolina Sisa, mujer indígena que fue asesinada el 5 de septiembre de 1782 tras liderar una sublevación indígena contra la corona española.
La lucha continúa
Si bien la condena significa un logro después de tantos años de lucha, Corvalán es apenas una pieza en un enorme entramado de proxenetas, policías y funcionarios que fueron parte del crimen de Nancy y Mica.
La justicia no tuvo en cuenta que la mujer fue asesinada luego de denunciar que su hija, Micaela, había sido captada por una red de trata y narcotráfico de la zona. La menor fue secuestrada, abusada y asesinada en 2013.
A pesar de que su cuerpo apareció con un tiro en la cabeza y que varias pruebas apuntaban contra ‘Pato’ Cenizo, la causa fue archivada y calificada como suicidio. Ahora, Lisette y su abogada esperan también poder obtener justicia para ella.
A día de hoy, Cenizo no fue investigado ni por asesinato o inducción al suicidio, ni por secuestro, explotación sexual o violencia contra Micaela. Incluso, la policía en reiteradas ocasiones se refirió al vínculo con la víctima como una “relación”, sin tener en cuenta que ella tenía 14 años y el 30. La única razón por la que fue preso es por la venta de drogas.
“Es gracias al apoyo que ustedes me dan que yo puedo seguir de pie, la lucha sigue; hoy se hizo justicia por mi madre pero todavía falta justicia por mi hermana”, afirmó Lisette tras conocerse la sentencia. “Esto es un empuje para seguir”, concluyó.