El celular se volvió una parte indispensable en la vida social y su uso modifica nuestro día a día sin ser conscientes de ello en muchas ocasiones. Para indagar sobre este tema, la Defensoría del Pueblo bonaerense lanzó una encuesta que busca conocer cómo utilizamos los dispositivos móviles, el tiempo que invertimos frente a la pantalla, como así también dar cuenta de los peligros a los que se está expuesto.
La adicción al celular es un fenómeno que llegó para quedarse: información rápida, comunicación instantánea desde y hacia cualquier parte del mundo, trabajo, entretenimiento, ocio, todo está allí. Como una extensión del cuerpo más, este dispositivo está presente desde el minuto uno del día. ¿Es un problema que la pantalla sea lo primero que se ve al despertar y lo último antes de dormir?
Para recolectar datos y conocer con qué frecuencia y cómo se usan las pantallas, este cuestionario, online y anónimo, está disponible para cualquiera que quiera participar. No obstante, incluye un apartado enfocado a menores de 18 años para analizar el consumo excesivo de pantallas a edades cada vez más tempranas.
El celular, un consumo problemático
Aunque es una problemática global que interpela desde la antropología hasta la psicología, hay varios países de Latinoamérica que forman parte del top 10 de lugares donde más se usa el celular al día.
Según un estudio de Exploding Topics, el país que lidera este ranking es Filipinas con un promedio de 5 horas y 20 minutos al día. En el segundo puesto está Brasil, donde los usuarios usan el celular alrededor de 5 horas y 19 minutos. El sexto lugar es ocupado por Chile, con un promedio de 4 horas y 48 minutos al día dedicadas al celular. Le sigue Colombia, que con 4 horas y 47 minutos diarias se ubica en la séptima posición. Argentina se encuentra en el noveno lugar con un promedio de 4 horas y 37 minutos al día, un dato que, aunque menor al de sus vecinos, es significativo.
Este ranking global demuestra que la región en su conjunto está cada vez más conectada. El alto uso diario del celular podría estar influenciado por múltiples factores, incluyendo la creciente oferta de contenidos digitales y la importancia del celular en la vida social y laboral. Sin embargo, aunque el acceso constante a información y entretenimiento ofrece ventajas, no hay que desatender que puede generar efectos negativos como sedentarismo, dependencia tecnológica y problemas de atención.
La exposición a pantallas a edades cada vez más tempranas
Si bien los médicos pediatras fueron los primeros en recomendar no exponer a bebés y menores a las pantallas, el consejo se extendió para la sociedad en general. Un estudio publicado en la revista científica Frontiers in Psychology demostró efectos secundarios en el funcionamiento del cerebro a causa de la alta exposición.
Dicho informe sostuvo que los hábitos del uso de celulares tienen un impacto negativo duradero en les usuaries respecto a la capacidad de pensar, recordar, prestar atención y regular emociones.
En este marco es que crece la preocupación por la adicción a este dispositivo que presentan muchos adolescentes. En esta población se observan trastornos del sueño, depresión, ansiedad y bajo rendimiento escolar.
Cabe destacar que la relación entre el uso excesivo de redes sociales y la depresión está respaldada por numerosa documentación. Un estudio en JAMA Pediatrics encontró que los adolescentes que pasan más de tres horas al día en redes sociales tienen un 34% más de probabilidades de desarrollar síntomas depresivos. La comparación constante con otros, el ciberacoso y la búsqueda de validación a través de “likes” pueden afectar de forma negativa a su autoestima y contribuir a la depresión.
Frente a este escenario, el defensor del pueblo, Guido Lorenzino, dijo: “Preguntar sobre estos usos que tenemos naturalizados y que muchas veces generan problemas que no advertimos o no dimensionamos, nos da la posibilidad de generar herramientas efectivas para actuar ante esta problemática sobre todo en el caso de las y los más chicos”.