“¡Basta Monito!”, de la artista integral Dolores Alcatena, tres veces ganadora del premio a Mejor Obra Autoeditada y a Mejor Artista Integral en la última edición de los Premios Cinder 2023, está a la venta en las comiquerías de nuestro país desde hace algunos meses. Como es habitual en la autora, se trata de una novela gráfica autoeditada bajo su propio sello: Jano Comics.
El libro tiene 176 páginas (formato 15 cm x 21 cm), en blanco y negro, con tapa y contratapa blanda a todo color.
¿De qué se trata ¡Basta Monito!?
Las primeras páginas dan el puntapié inicial que permite construir la historia. Estas páginas están ancladas en la contratapa, donde la autora introduce a los lectores en el tema y ata algunos cabos sueltos. Para quienes no estén familiarizados con la mitología de la India, esta introducción ayuda a aceitar los engranajes de la historia.
Según expresa la autora, ¡Basta, Monito! se basa en la historia del Ramayana, relato que narra la épica del Dios Rama, su mujer Sita y la terrible guerra con el demonio Ravana. Aunque la autora sugiere que se trata de una epopeya de la literatura india llena de maravillas, su decisión fue elegir una y abordar la historia de la guerra de los monos, quienes ayudan a Rama.
Para desplegar esta idea, Dolores centra su relato en un niño monito, quien le abrirá las puertas a les lectores a este mágico mundo para hacerles vivir los hechos desde una perspectiva inocente cuya brújula será el descubrimiento del mundo y los ‘berrinches’ de su protagonista. Al respecto, Alcatena ya en la contratapa nos lanza un ‘dato de color’: ‘los monitos de la India son famosos por hacer berrinches’.
A lo largo de las páginas se mencionan numerosos rituales, costumbres y prácticas del país, así como también aspectos de la religión hinduista, de manera más o menos evidente. No es necesario ser un erudito en cuestiones culturales e históricas de la India, ya que se trata de un relato visual que se explica y tiene sentido por sí mismo.
Los datos y detalles son solo un «plus» para quienes hayan incursionado en la cultura india o quienes deseen ir más allá y busquen comprender a qué se refiere la autora. Es una novela que enciende la chispa de la curiosidad y suscita esa búsqueda, dejando a muchos con ganas de saber más, sin lugar a dudas.
Un poco sobre la experiencia al recorrer el libro
Lo primero que sin dudas llama la atención, es la decisión estética de la historietista para promover la experiencia inmersiva hacia los confines de la India.
Si bien la artista, tal como tiene acostumbrades a sus lectores presenta a les personajes, en esta ocasión las ilustraciones parecen haber sido realizadas por un niñe que se encuentra en la etapa de aprender a leer y a escribir, y que intenta emular la figura humana desde el descubrimiento de un mundo nuevo a explorar y a asimilar.
Se trata de páginas repletas de errores de ortografía muy evidentes, que de hecho, resultan completamente alevosos y exagerados, pero que cumplen una función muy definida dentro del relato. Alcatena quiere dejar en claro desde el principio que la que cuenta es la historia de un niño, en este caso un monito, pero que podría haber sido la historia de cualquier cachorrite del mundo.
El capítulo 1 comienza con la familia del monito protagonista, llamado Upendra. La familia acude a una reunión para encontrarse con Hanuman, el héroe de les monos y consejero de Sugriva, el futuro rey de su especie y reencarnación de Shiva.
Todo está listo para iniciar la guerra y saben que migrar a lo largo del bosque de Dankara será parte del proceso. Aquí tiene lugar el primer ‘berrinche’ de Upendra: no quiere ponerse la ropa y dice que le pica, algo muy común en les niñes.
Los berrinches: el hilo conductor de la historia
A partir de ahí, los berrinches se convertirán en el hilo conductor indiscutible de la historia, ya que enlazarán momentos específicos del relato para complejizar y hacerlo avanzar hacia lo que, poco a poco, se transforma en una moraleja o enseñanza tanto para el monito como para sus lectores.
Será a través de los berrinches y ciertos caprichos, que Alcatena aprovechará para volcar todos aquellos temas y problemáticas que, alguna manera u otra, siempre toca en sus trabajos: cuestiones de identidad, de fe, principios morales y éticos, cuestiones existenciales, la soledad, la familia, los afectos, el amor y el odio.
Todo el relato hace foco en Upendra y cada uno de los acontecimientos se apoyan en su experiencia subjetiva al respecto. En el viaje personal del protagonista, Aditi, una monita que parece estar en su misma franja etaria, actuará como una forma de espejo.
Entre ambes personajes, los momentos lúdicos serán la clave, puesto que habilitarán al aprendizaje y a la comprensión de los berrinches desde un lugar nuevo, para darles un significado renovado dentro de la historia.
Al respecto, ¡Basta, Monito! resulta en una obra valiosa porque acerca el foco a las infancias, bastante olvidadas en relatos de guerra. Se trata de un trabajo cuestiona sobre cómo se vive la guerra y por tanto las crisis durante la infancia y cuáles pueden llegar a ser esas huellas que dejen ese tipo de experiencias y acontecimientos.
Una estética sofisticada para una historia compleja
La autora se propone construir una historia compleja, a través de una estética sofisticada, en la que cada una de las viñetas nos pone en contexto tanto a través de las referencias al arte y a la cultura india como a sus paisajes.
El bosque lo es todo y, pese a ser una publicación que no hace uso del círculo cromático, consigue que las páginas griten ‘verde’ y todos los tonos de la naturaleza de un típico paisaje de la India. Los paisajes consiguen hacer olvidar a les lectores que se trata de una novela en blanco y negro para volverse una experiencia completamente inmersiva en la que, una vez que se está adentro, es imposible dejarla de lado hasta su conclusión.
La zambullida dentro de la historia, supone encontrarse con seres que si bien es obvio se distingue lo que son, por momentos pueden resultar bastante peculiares. Son criaturas que sin lugar a dudas son animales, pero que, a diferencia de sus otras novelas, en esta oportunidad resultan más antropomórficas que nunca.
De hecho, Upendra tiene una fisonomía similar a la de un monito, pero también actúa como un bebé humano, gesticulando tal como lo haría un niñe haciendo un berrinche a su edad. En este sentido, los gestos y, sobre todo, la mirada son fundamentales, no solo en el caso del protagonista, sino en cada une de les personajes.
Algo muy llamativo, por ejemplo, es la mirada de los monos adultes, que recuerda a cualquier figura del arte indio, al igual que sus vestimentas. ¡Basta, Monito! es una obra que grita cultura e arte indio en cada una de sus viñetas, convirtiéndose en una postal ficticia de ese rincón del mundo.