“Domingo a la Tarde”, de la artista integral Camila Torre Notari, ya está a la venta en las comiquerías de nuestro país, con edición de Maten al Mensajero. La novela gráfica cuenta con un total de 128 páginas (formato 23 cm por 16 cm) en blanco y negro, con portada y contraportada rústica a todo color.
El libro estuvo disponible durante la última edición de la convención de historietas más importante de nuestro país, la reconocida Crack Bang Boom, que se llevó a cabo hace sólo algunos días.
¿De qué se trata Domingo a la Tarde?
Al mediodía, Carmen logra levantarse finalmente gracias a que su madre va a despertarla. Es un domingo cualquiera y Carmen tiene planes de encontrarse con una amiga. Juntas, se van a un parque a tomar algo y a encontrarse con gente por ahí.
Todo muy cotidiano y costumbrista. Un relato que parece que habla de un típico y de lo más ordinario domingo por la tarde, da un giro inesperado cuando Carmen tiene que pasar repentinamente al baño. No tiene mejor idea que meterse en una sala de velatorio, supondrá mandarse una verdadera macana.
A partir de allí, todo el libro se volverá una locura. El relato de Carmen es solo el principio, porque se seguirán tres historias más, todas insólitas aunque relacionadas, para concluir y desembocar en un reencuentro y en una vuelta a la calma en un domingo más tranquilo y ordinario.
Sin embargo, en el proceso pasará de todo: el encuentro con una perra que parece una flama y es puro torbellino, un asado en lo que parece la casita de un árbol, una abuela que hace de las suyas de tour en Moscú, sueños insólitos, una ida al cine algo peculiar que involucra una feria de fanzines.
A lo largo de las 128 páginas, Camila se permite dejar de lado la clásica monotonía dominical para viajar a través del delirio y construir una atmósfera que oscila entre lo cotidiano y los detalles visuales, a veces peculiares y por momentos, lisérgicos.
La artista ironiza sobre el concepto de domingo, lo de vueltas para arriba, y propone aventuras para soñar mientras abre un universo meta en el que inclusive, tienen lugar algunos de los mangas muy famosos, fanzines y ferias independientes.
Viñetas dulces y muy cuidadas
Con un trazo dulce y muy bien integrado a las historias que quiere contar, la artista consigue situar a lxs lectorxs en situaciones hilarantes, plagadas de emociones y algo surrealistas de una manera muy armónica.
Todxs lxs personajes tienen un trabajo de la gestualidad de lo más bien cuidado y consiguen integrarse en fondos repletos de detalle, pero que consiguen funsionarse de una manera muy orgánica.
De hecho, el libro logra evidenciar la versatilidad de la artista a través de la ilustración. Aunque en un principio Camila parece adoptar viñetas muy definidas y tradicionales, a medida que avanza el relato, se permite jugar con el formato y propone ilustraciones que exceden los límites de las viñetas, y parecen trascender lo visible en la página. En esa ruptura con la monotonía de un domingo cualquiera, todo vale, y las ilustraciones de Camila acompañan perfectamente cada instante.
Además, en todo el trabajo en su conjunto, la capacidad artística de Torre Notari se hace especialmente evidente en aquellas páginas donde despliega su conocimiento sobre ilustraciones tipo manga, llevándonos a paisajes muy lejanos pero, al mismo tiempo, sorprendentemente reconocibles.
¿Quién es Camila Torre Notari?
Nacida en 1987, Camila Torre Notari es una ilustradora y dibujante. Dibuja desde muy chica. A los 14 años empezó a asistir a la Escuela de Historietas Eugenio Zoppi de La Productora, en Morón, con Cristian Mallea y Ángel Mosquito. Estudió guion, dibujo, composición de historietas y animación. Estudió Diseño Gráfico en la Universidad de Morón. Es experta en serigrafía.
Desde 2004, Camila ha producido, autoeditado, y participado de numerosos fanzines, entre los que se destacan Pulp el Grillo (2006-2015), Chicasco (2012), Cómo hacer un fanzine (2015) y Paloma Hacker (2019). También ha colaborado en antologías como Informes (EMR, 2015), Distinta (Sudamericana, 2017) y Morir a los 27 (Loco Rabia, 2019).
Su primer libro fue El Tiburón Diablo (Burlesque, 2013). Con Maten al Mensajero, además de Domingo a la Tarde, publicó El Ángel Negro (2018), Gira de Pizzerías (2019), y El Año en que Conocí a Naritzutis (2021).
Colabora con las Chick on Comics, coordina el espacio fanzine en el festival Viñetas Sueltas desde 2012, y ha organizado el Festival Internacional Comicópolis.
Además de trabajar como ilustradora editorial y publicitaria, ha colaborado en el arte de videojuegos, como Ritmus Locus, Robo T-2, Gauchito Gil vs The Devil y Zombies ruined my weekend.