Las IDF (Israel Defence Forces) lanzaron una nueva orden de evacuación sobre Gaza, en esta ocasión sobre la zona sur. A semanas del cuádruple asesinato de las principales cabezas de la resistencia chiíta en Oriente Medio, las perspectivas humanitarias empeoran y la solución política de dos Estados se desvanece. Nota al Pie conversó con Martín Saade, prosecretario del Centro Islámico de la República Argentina (CIRA) sobre la situación en el corazón de una región convulsionada.
40.000 muertos en Gaza
Según la agencia española EFE, al menos 20 personas murieron en las últimas horas en diferentes bombardeos israelíes a lo largo de la Franja de Gaza. De este modo, desde el inicio de los enfrentamientos con la Operación Inundación al-Aqsa son 40.265 los palestinos fallecidos de acuerdo a los datos que proveen las autoridades gazatíes. Por otro lado, la agencia oficial de noticias palestina, Wafa, aseguró que la mayoría de las víctimas del ataque eran mujeres y niños, que llegaron al hospital Kamal Adwan de Beit Lahia con graves quemaduras.
El grupo humanitario Médicos sin Fronteras (MSF) denunció este jueves que miles de gazatíes de Deir al Balah y Jan Yunis, incluido su propio personal, están huyendo a la reducida zona humanitaria de Mawasi, sobre la costa. “Los constantes bombardeos obligan a la gente a buscar refugio en un espacio cada vez más reducido, afectando sobre todo a los más vulnerables, como los niños”, informó la coordinadora médica, Julie Faucon. Asimismo, afirma que el bloqueo israelí de ciertos productos para la contención humanitaria empeora las condiciones de salud.
En representación de la CIRA, Saade expresa la “profunda preocupación” por la situación humanitaria en Gaza, y agrega que la nueva orden de evacuación “condena a los palestinos a elegir entre desarraigo con hambre o muerte”. A propósito, plantea que la comunidad internacional, “incluida la Argentina”, tome una postura activa en favor de la protección de civiles palestinos y promocionando el acceso humanitario sin restricciones.
El alto el fuego, un imperativo lejano
Luego del cuádruple asesinato de importantes referentes de Hamas, Hezbollah, y la Guardia Revolucionaria de Irán, la conflictividad entre Israel y la resistencia chiíta en Oriente Medio aumentó sensiblemente. A pesar de los avances concretos a nivel diplomático por una solución de dos Estados, y las asociaciones políticas que se venían tejiendo entre las parcialidades palestinas, la disputa en el corazón de la región se acentuó. La escalada que ensayó Tel Aviv a partir de la serie de asesinatos puntuales resintió cualquier posibilidad de acuerdo, despejando un escenario de solución política.
“Es esencial que nuestro país promueva la paz y el diálogo, instando a las partes involucradas a cesar las hostilidades y buscar una solución pacífica y duradera”, expresa Saade. También considera que no obstante el consenso internacional respecto a los dos Estados, no puede convivir con un “proceso de colonización y violencia” como el que se viene desarrollando. “Con su tradición de respeto por los derechos humanos y su compromiso con la paz, no debe alinearse con ninguna de las dos partes en este conflicto de manera unilateral”, declara el referente de la CIRA.
Un futuro incierto
A diez meses del salto de escala que experimentó la situación en Gaza, el saldo humanitario resulta catastrófico y sin perspectivas de revertirse. Sin embargo, el gravitante escenario internacional se presenta como un factor fundamental. En ese sentido, Saade opina que bajo un eventual segundo mandato de Donald Trump “podría tener repercusiones importantes en la región”. Aún así, insiste con que la posición de la CIRA debe reforzar la neutralidad. “Debemos ser un faro de equilibrio, promoviendo la paz y la coexistencia a través del respeto mutuo y el diálogo”.
El reconocimiento diplomático de la cuestión de dos Estados y la articulación de las posiciones políticas palestinas en favor de un acuerdo de paz con Israel generan condiciones favorables para una solución en Gaza. Aunque ambos vectores presenten un desarrollo positivo para este escenario, el nivel de conflictividad entre los extremos de cada una de las partes complejiza una salida pacífica. Sin embargo, Saadi plantea que cualquier circunstancia internacional “no debería desviar a Argentina de su compromiso con la paz en Medio Oriente”.