Esta reducción refleja el impacto de la fuerte recesión económica y la disminución del poder adquisitivo de la población, consecuencias de la política de ajuste del gobierno de Javier Milei.
Se trata de un informe reciente de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICRA), que detalla que durante este período se consumieron 1.248 millones de toneladas de carne vacuna, lo que representa 205 millones de toneladas menos que en los primeros siete meses de 2023. Este descenso se produce en un contexto de creciente inflación y crisis económica, lo que obligó a los consumidores a reducir su demanda de productos básicos, incluida la carne.
La producción de carne también ha disminuido, con una baja del 8,8% en la cantidad producida en comparación con el año pasado. En total, se produjeron 1.779 millones de toneladas en los primeros siete meses de 2024, lo que supone una reducción de 170,66 millones de toneladas en la oferta disponible.
A pesar de la caída en el consumo interno, las exportaciones de carne vacuna muestran un crecimiento. Entre enero y julio de 2024, las exportaciones ascendieron a 530,6 millones de toneladas, un 7,0% más que en el mismo período de 2023. Este aumento se traduce en casi 35 millones de toneladas adicionales exportadas, destacando la fuerte demanda internacional que sigue sosteniendo al sector exportador.
En cuanto a la actividad frigorífica, el informe de CICRA señala que en julio se faenaron 1,25 millones de cabezas de ganado, lo que representa una recuperación del 3,8% en comparación con el mes de junio, cuando la actividad se vio afectada por un mayor número de días feriados. Sin embargo, al comparar con julio de 2023, la faena vacuna experimentó una caída del 3,1%.