En la ciudad de La Plata, los festejos por el día de San Cayetano comenzaron algunas horas antes. El martes 6 de agosto a las 20 horas, sus fieles más devotos realizaron una caminata de 7 kilómetros, que culminó a la medianoche en la iglesia que lleva el nombre del santo popular.
La procesión que inaugura la conmemoración divina es una tradición que se realiza todos los años. El punto de partida es la parroquia de San Benito; se ubica en el barrio platense de Lisandro Olmos, en las calles 200 y 43. Desde ahí, la gente camina junto a la imagen del santo hasta la iglesia San Cayetano, en la intersección de la avenida 44 con la calle 30.
Al finalizar el largo trayecto se inicia el 7 de agosto con una misa en su honor. En esta ocasión Nota al Pie estuvo allí, y te cuenta cómo vivieron les platenses las primeras horas de festejo por San Cayetano.
Una larga caminata
Este 2024, la noche del 6 de agosto en la capital bonaerense fue fría, pero sobre todo húmeda. Durante todo el día llovió de forma intermitente, y al llegar las 20 horas el clima no había cambiado. Las nubes y la inminencia del agua no detuvieron a quienes llevaron a cabo la tradicional procesión que precede al día de San Cayetano.
Sus fieles empezaron a peregrinar desde la iglesia de San Benito, a unas 70 cuadras del destino final. Lo hicieron por la avenida 44, cordón de entrada a La Plata, con la ayuda de trabajadores de Control Urbano, quienes se encargaban de cortar las calles para dar paso a les caminantes.
Es que como en todos lados, San Cayetano mueve a una gran cantidad de personas. Algunas estuvieron presentes desde el inicio de la procesión, y otras se incorporaron a lo largo del camino. Familias enteras, con niñes, adultes mayores, todes dejaron de lado su cansancio para acompañar con alegría el camino del santo.
Porque si hay algo que caracteriza a su pueblo devoto es la alegría. Junto a la procesión, un camión llevaba en su caja animadores que cantaban canciones en honor al santo y repetían su consigna insignia: “Pan y trabajo”. Y si bien llovió en algunos momentos de la noche, eso no detuvo el paso de quienes peregrinaban, con la protección de camperas, capuchas y bufandas.
A su vez, con la ayuda de jóvenes scouts, se trasladaba una imagen de gran tamaño de San Cayetano, que descubría el paso de la procesión desde las calles aledañas.
El santuario de San Cayetano
Se acercaba la medianoche, y en la avenida 44 entre las calles 29 y 30 comenzaba a haber movimiento (inusual en una zona residencial como esa, en una noche de semana). Eran les fieles de San Cayetano, que esperaban la llegada de la procesión y la apertura de puertas del santuario.
Ya no llovía, pero los abrigos prominentes eran el look de la noche. A eso se sumaba un clásico en la vigilia por el santo popular: la espiga de trigo. Todes tenían la suya, que compraban a vendedores en la puerta de la iglesia o en la santería oficial de la parroquia, a $1500.
Otros elementos yacían en la mesa de venta, esperando a ser comprados por sus nuevos dueños. Se trataba de la bolsa de pan, las velas blancas y amarillas y las imágenes del santo, souvenir obligado para llevar un poco de la esencia de San Cayetano a los hogares.
A unos minutos de las 00 horas, las canciones religiosas comenzaron a escucharse. Provenían de la procesión, que traía la imagen del santo junto a sus sueños, pedidos y agradecimientos.
Luego de un aplauso y un estallido de papelitos plateados, todes ingresaron a la iglesia y comenzó la primera misa del 7 de agosto. Además del sacerdote que se encarga de este santuario, otros 10 vestían sus sotanas blancas y recibían con alegría a la gente.
Los tradicionales bancos de la parroquia ya no estaban, en su lugar había espacio libre para que les fieles pudieran circular con libertad al interior del recinto. Algunes se sentaban en los costados para descansar luego de la larga caminata, mientras que otres escuchaban la misa.
Sin embargo, muchas personas se retiraron a una pequeña capilla con la imagen del santo, a quien saludaban, dejaban una pequeña plegaria, y continuaban su camino para dar lugar a otras personas devotas.
Ese fue el comienzo del 7 de agosto en la capital bonaerense. Como en otros santuarios del país, las misas se sucederán a lo largo del miércoles, en las que se espera a miles de asistentes. El gran cierre será a las 18 horas, cuando se realice la clásica procesión de San Cayetano en los alrededores de su santuario.