Como venimos relatando hace varias semanas en este panorama semanal, el gobierno de Javier Milei entró en una nueva etapa a partir de la aprobación de la Ley Bases y la desaceleración de la inflación.
Desde entonces, las miradas se posan en el ministro de Economía, Luis Caputo, y su capacidad de llevar adelante el programa económico prometido en la campaña electoral, en especial la eliminación del cepo.
Sin embargo, existen dos obstáculos principales en el camino de Caputo: uno es la recesión, provocada por el mismo ajuste del Gobierno, y otro es la falta de dólares en el Banco Central (BCRA), un problema que ya debería considerarse parte de la tradición argentina.
El ministro intenta desesperadamente solucionar esto último, pidiendo importantes desembolsos y la posibilidad de un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Como el organismo no cede, ahora el Gobierno recurre a una nueva estrategia: el envío de oro a Inglaterra para conseguir financiamiento.
Por otro lado, con el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) en el bolsillo, el Gobierno confía en que llegarán importantes inversiones extranjeras al país, sobre todo para explotar recursos estratégicos que abundan en la Argentina.
Caputo entrega el oro para aumentar las reservas
Las reservas del BCRA están en un nivel crítico. El Gobierno no puede prometer eliminar las restricciones cambiarias, si ni siquiera tiene los recursos suficientes para abonar los vencimientos con el FMI.
Para mostrar un balance positivo de las reservas en la jornada del pasado jueves, Caputo decidió postergar un pago por 840 millones de dólares al Fondo, con la excusa del debate de los sobrecargos, que el Gobierno anterior denunció por la insostenibilidad de la deuda.
A esto se le suma la baja en la recaudación, que cayó un 10% en el mes de julio. Esto complica la promesa del Gobierno de disminuir el Impuesto PAIS, que actualmente es el pilar de la recaudación.
En medio de este contexto, Caputo decidió recurrir a una maniobra financiera compleja, cuestionable y sin otorgar información al respecto. Por una denuncia de la oposición, se descubrió que el Gobierno envía lingotes de oro del BCRA hacia Europa.
La medida fue confirmada por el ministro pero sin precisiones sobre el monto o el destino del intercambio. El oro sería enviado a entidades financieras como garantía a cambio de financiamiento para las reservas, un tipo de préstamo denominado de recompra.
Este movimiento resulta al menos sospechoso, por lo que representa enviar el oro de las reservas (el cual en general se utiliza como respaldo para crisis de escala mundial) en un avión con destino a un país con el cual mantenemos un reclamo de soberanía sobre tierras usurpadas.
Recursos argentinos en manos extranjeras
Con la fuerte necesidad de aumentar las reservas que tiene el Gobierno, es menester la llegada de inversiones internacionales. Milei ofrece importantes beneficios a las grandes empresas, sobre todo de minería, para explotar nuestros recursos.
Usando la carta del RIGI, el oficialismo ya consiguió una ganancia: avanza el proyecto de Gas Natural Licuado (GNL), que requiere una de las mayores inversiones de la historia argentina.
Además, se está destrabando un enorme proyecto de explotación de cobre en la provincia de San Juan, a cargo de la minera australiana BHP. Al respecto, el gobernador Marcelo Orrego, sostuvo que fue gracias al RIGI.
El precio de esos dólares que llegarán es renunciar a un rol activo del Estado en la planificación estratégica del uso de nuestros propios recursos. Por el contrario, se otorga permiso y grandes privilegios impositivos y cambiarios a las empresas extranjeras que extraen la materia prima sin generar valor agregado en el país.