A mediados de julio, el presidente Javier Milei presentó un decreto para la creación de la nueva Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), asignándole una partida adicional de 100 mil millones de pesos con carácter de fondos reservados. Esta decisión ha generado una ola de críticas y preocupaciones en torno a la discrecionalidad y el potencial uso indebido de estos recursos, evocando memorias de una oscura historia de espionaje interno y abuso de poder en Argentina.
De esta manera, la nueva SIDE ha sido recibida con fuertes críticas por parte de diversas figuras políticas y sociales. Uno de los aspectos más controvertidos del decreto es la asignación de una suma significativa de dinero sin transparencia ni control, lo que alimenta temores de que estos fondos puedan ser utilizados para actividades de espionaje interno y persecución política.
El proyecto de Ley para anular la creación de la nueva SIDE
Mónica Schlotthauer, diputada nacional por Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda Unidad (FIT), presentó un proyecto de ley para anular los decretos de Milei que crean la nueva SIDE. A través de un comunicado, la diputada no solo cuestionó la legitimidad de destinar 100 mil millones de pesos a la nueva agencia, sino que también subrayó la hipocresía de un gobierno que afirma no tener recursos mientras recorta fondos para jubilados y permite que la desnutrición infantil aumente.
«Le dan 100.000 millones de dólares a quienes nos van a espiar mientras roban a los jubilados y crece la desnutrición infantil. ¿No decían que no había plata? Qué caradura es este gobierno de Milei,” expresó Schlotthauer.
Uno de los puntos más alarmantes del decreto es la designación de figuras controvertidas en puestos clave de la nueva SIDE. Tal es el caso de «Tata» Yofre, un ex funcionario menemista y defensor de los genocidas de la dictadura, quien ha sido nombrado al frente de la Escuela de Inteligencia. Yofre es conocido por sus intentos de negar y minimizar el terrorismo de Estado durante la dictadura militar, lo que incrementa los temores de que la nueva SIDE podría utilizarse para fines políticos represivos.
La SIDE, creada originalmente en los años 50, ha sido históricamente una herramienta de control y represión, involucrada en golpes militares y en la persecución de opositores políticos.
Durante la dictadura militar, la SIDE estuvo implicada en la desaparición de miles de personas y en la implementación de un régimen de terror. En 2015, fue reemplazada por la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), creada durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, la cual fue disuelta posteriormente.
«La SIDE siempre se usó para los golpes militares y la Triple A. Fue socia de los genocidas a quienes hoy diputadas y diputados de Milei van a visitar a las cárceles,» agregó Schlotthauer, recordando el oscuro legado de esta institución. La nueva SIDE de Milei, con su estructura y financiamiento secretos, parece resucitar los peores aspectos de la historia, en lugar de avanzar hacia una mayor transparencia y rendición de cuentas.
Es por ello, que el proyecto de ley busca no solo anular los decretos que crean la nueva SIDE, sino también disolver todos los organismos de inteligencia y servicios secretos.
«Repudiamos la nueva SIDE y sus fondos millonarios y estamos por su disolución, igual que para todos los organismos de inteligencia y servicios secretos. Exigimos juicio y castigo a los responsables de tantos hechos mafiosos y la apertura de todos los archivos secretos de 1974 a 1983,” finalizó Schlotthauer.
En un contexto donde la democracia y los derechos humanos son fundamentales, el decreto de Milei representa un peligroso retroceso. La creación de una nueva SIDE con fondos reservados y bajo control discrecional no solo amenaza con revivir prácticas represivas del pasado, sino que también erosiona la confianza pública en las instituciones del Estado.