En la última semana, una modalidad delictiva que tuvo su auge a principios de los 2000 sacudió nuevamente a la ciudad de Resistencia y sus alrededores. En un lapso de siete días se reportaron un total de cinco intentos de secuestros, con el agravante de que los afectades eran menores.
Esta situación produjo que las autoridades policiales tomen medidas al respecto e implementen protocolos para evitar esta clase de delitos. Si bien en ninguno de los casos se concretó el rapto, la alerta fue suficiente como para que las distintas instituciones tomen todos los recaudos necesarios para impedir este accionar.
Un ejemplo de ello es el club de fútbol Defensores de la localidad de Puerto Vilelas, que expuso un comunicado en sus redes sociales y explicó que en adelante todos los entrenamientos de la institución se realizarán a “puertas cerradas”.
Además, informaron que habrá la presencia de “personal municipal y del club para un mejor control del ingreso y egreso al mismo” y que estarán precisamente desde las “14 hasta las 22 horas”, horario en donde se realizan las prácticas.
Cabe mencionar que en ninguno de los casos se concretó el secuestro como tal, sino que por la propia acción de los menores o bien por la intervención de un adulto se logró que no trascienda el suceso.
Aun así, los recaudos ya fueron tomados por la Policía, quién, en conjunto con la División de Lucha contra la Trata de Personas, ya desplegaron las acciones correspondientes para mitigar lo más posible estos riesgos.
Es preciso remarcar que los casos se dieron en las localidades que integran el Gran Resistencia. Es decir, están involucradas las localidades de Barranqueras, Fontana, Resistencia y Puerto Vilelas.
En cada uno de los casos, los vehículos utilizados fueron de lo más variopintos, describiendo distintos modelos como también diferentes colores y marcas, según pudo recabar María Eugenia Sánchez, periodista del Diario TAG.
La cronología de los intentos de secuestro
El primero de los casos denunciados tuvo lugar en la tarde del 19 de julio, cuando un hombre denunció que su sobrino de cinco años fue víctima de un intento de secuestro en la capital chaqueña.
Según los relatos brindados desde la Policía, el menor se encontraba en un patio delantero que estaba cerrado por un portón. En ese momento, el adulto que estaba a cargo del cuidado del menor comenzó a escuchar que una mujer en un auto lo llamaba por el nombre del menor e intentaba que se acerque hasta la reja.
Al escuchar esta secuencia, el tío del menor se acercó hasta el portón delantero y logró divisar cuando una mujer se subía a un Volkswagen Gol, sin chapa patente y con los vidrios polarizados. Acto seguido, el hombre se acercó hasta el destacamento policial para realizar la respectiva denuncia.
El segundo hecho tuvo lugar en la localidad de Barranqueras el 20 de julio, cuando un hombre denunció que una camioneta Ford EcoSport se encontraba merodeando las inmediaciones de una cancha de fútbol infantil.
En ese lugar, y según los testimonios entregados por la fuerza y que provienen de una niña de siete años, uno de los ocupantes de la camioneta intentó secuestrar a una menor de dos años que jugaba en el lugar.
Alertado por esta situación, uno de los vecinos logró impedir el hecho, además de “ahuyentar” al vehículo y sus tripulantes. Aun así, según trascendió en el parte de la fuerza, la camioneta regresó a los pocos minutos y tomó fotos a los menores.
El tercer intento fue en el club Deportivo Defensores de Vilelas, el 22 de julio, cuando una mujer de 34 años denunció que dos hombres encapuchados intentaron secuestrar a un menor de 11 años.
A partir de este incidente, desde la institución deportiva tomaron los recaudos necesarios para evitar cualquier tipo de riesgo a los menores e integrantes del club e implementaron acciones de seguridad en conjunto con el municipio de esa localidad.
El cuarto caso, se registró el 23 de julio durante la noche, cuando una mujer denunció que un encapuchado intentó secuestrar a su hija de 12 años mientras se dirigía hacia una iglesia del barrio Luz y Esperanza de Resistencia.
En la información proporcionada desde la Policía, se advierte que un hombre descendió de una camioneta negra e intentó tomar a la menor, quien logró esquivarlo y refugiarse en la iglesia. Ya con la menor bajo resguardo, la madre procedió a realizar la denuncia correspondiente.
El quinto y último caso, tuvo lugar el 26 de julio cuando otra mujer denunció al servicio de Emergencia 911 que una persona intentó secuestrar a una niña de cinco años en Resistencia. Según el relato de la denunciante, el sujeto se movilizaba a pie y al no poder completar el acto, emprendió una huida del lugar.
Ante esta situación, el jefe de la Policía del Chaco, Fernando Romero, en una entrevista con Diario TAG, especificó que desde la fuerza implementan un protocolo de carácter “urgente”.
“Una vez que estamos notificados del hecho, automáticamente se baja al lugar a recibir el testimonio de vecinos, relevamiento de cámaras, y/o cualquier otro indicio que podamos averiguar para determinar la identidad de los autores y el vehículo en el que se movían”, explicó.
Luego, cerró: “Si era un secuestro efectivo, es decir, si se comete el delito del rapto o secuestro, automáticamente Policía Caminera cierra todos los controles limítrofes, y me comunico con los jefes de Policías del país y con las fuerzas federales, a la par que se investigan las cámaras de la ciudad”.