Un fantasma recorre nuestro país: es el fantasma de la dictadura militar. En realidad, son los diputados de La Libertad Avanza quienes organizaron una comitiva para reunirse con genocidas de la última dictadura militar, en el penal de Ezeiza.
El encuentro fue organizado por el diputado oficialista Beltrán Benedit y contó con la participación de Lourdes Arrieta, conocida por asistir al Congreso con un patito en la cabeza, Alida Ferreyra, Guillermo Montenegro y María Fernanda Araujo, todos pertenecientes al mismo bloque.
Aunque el presidente de la Cámara, Martín Menem, se desentendió de la iniciativa, los medios de comunicación informaron que ese jueves por la mañana, Sharif Menem, secretario de Martín, solicitó el listado de diputados que iban a asistir.
La impunidad avanza
El encuentro, organizado por el diputado Benedit, fue consecuencia de una instancia previa en que el entrerriano se había hecho presente en el penal.
Según asegura Página12, Beltrán Benedit se había comprometido a volver junto a algún compañero de bloque. Y cumplió.
El jueves 11 de julio pasado, una comitiva de LLA, liderada por él, llegó a la Unidad 31 de Ezeiza.
La visita institucional es inédita desde el regreso a la democracia, pero continúa la lógica de las visitas que la actual vicepresidenta, Victoria Villarruel, hizo a Jorge Rafael Videla, cuando, según ella, recopilaba información para un libro.
La segunda mandataria aboga por la causa castrense desde hace más de 20 años. Arrieta, hija de un militar denunciado por torturas en la guerra de Malvinas, hacía campaña junto a ella.
Montenegro fue el principal asesor de Villarruel en el Senado hasta hace pocos meses y habría celebrado la irrupción de militares retirados que se sacaron fotos junto al avión de los vuelos de la muerte, dentro del Espacio Memoria y Derechos Humanos, que funciona en la Ex ESMA.
Araujo también estuvo invitada al acto celebrado el año pasado en la Legislatura porteña que, en palabras de Villarruel, buscaba reivindicar a las víctimas, pero se llenó de abogados defensores de los genocidas presos.
Los encuentros de los diputados constituyen una afrenta a los familiares de las víctimas del terrorismo de Estado, al movimiento de lucha por los Derechos Humanos, a los acuerdos internacionales que Argentina mantiene, y al pueblo en general.
La visita, luego del despliegue que Javier Milei y Victoria Villarruel hicieron en el desfile militar del 9 de julio, deja a la vista las explícitas intenciones del gobierno de otorgarles impunidad a los represores.
¿Quiénes son los genocidas visitados?
En Ezeiza, los diputados se reunieron con represores de renombre, conocidos por sus siniestros crímenes. Entre ellos, Alfredo Astiz es uno de los nombres que más resonaron.
También compartieron con Antonio Pernías, Carlos Suárez Mason y Adolfo Donda, Ricardo Cavallo y Jorge Rádice, represores de la Marina, están en el mismo penal, al igual que Alberto “el Gato” González, quien, además de sumar condenas por delitos sexuales, es, según Cecilia Pando, el verdadero escritor del libro de Villarruel.
En el penal también se alojan el uruguayo Manuel Cordeno Piacentini, condenado por el Plan Cóndor, Raúl Guglielminetti y Honorio Carlos Martínez Ruiz, ex agente de la SIDE, que actuó en Automotores Orletti.
Según fuentes, el inicio de las visitas oficiales a los criminales se dio después de algunas cartas publicadas por Lucrecia Astiz, hermana del condenado, donde reclamaba la libertad de los represores.
El encuentro del jueves pasado fue dado a conocer por el portal de noticias La Política Online. Cuando la noticia cobró viralización, el organizador explicó el porqué del encuentro en un chat interno.
Benedit dijo que fue “una visita humanitaria a los excombatientes”, negándoles el mote de represores. Agregó, además, que “libraron batallas contra la subversión marxista por orden de un gobierno constitucional”.
Beltrán Benedit cuestionó a los jueces que condenaron a los genocidas y que, al día de hoy, los mantienen en prisión. “No se cumplen los derechos humanos porque quienes fueron parte, los terroristas, hoy se erigen en jueces y fallan en función de la venganza, la ideología y el negocio”, dijo.
Ante estas declaraciones, sugirió que “hay que denunciar públicamente a quienes son parte de la ‘farsa’”.
Desde Justicia y Concordia, una organización que reúne a abogados que intervienen en las causas de lesa humanidad, celebraron el encuentro: “¡Gracias por solidarizarse con su situación! Algo está cambiando en el país”.
Repercusiones
La noticia fue un bombazo dentro de la interna de LLA. Dentro de las filas del oficialismo, muchos funcionarios rechazaron la iniciativa.
“Todos tienen que tener un juicio justo, pero Astiz es un asesino condenado”, “es un horror lo que hicieron” y hasta “es un bloque de desquiciados”, fueron las frases que se oyeron de parte de quienes expresaban su descontento, a pesar de ser parte del gobierno que califica los crímenes de la dictadura como “excesos”.
Hubo más repercusiones.
La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) presentó hoy una denuncia penal contra el diputado nacional Beltran Benedit, por el delito de apología del crimen, según lo estipula el artículo 213 del Código Penal.
El Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CeProDH) se manifestó en X en repudio a lo ocurrido.
H.I.J.O.S., por su parte, levantó un hilo en la misma red social para explicar con mayor detalle quien fue Astiz.