Las denuncias contra Pedro Brieger pusieron el foco en la falta de protocolos para abordar la violencia y los abusos en el ámbito de la comunicación. En busca de respuestas, la Asociación Civil Comunicación para la Igualdad presentó la investigación “Medios sin violencias. La urgencia de políticas de abordaje y prevención”.
A partir de las respuestas, se pudo identificar que dentro de las causas por las que se desencadenaron las agresiones se encuentra la expresión de posicionamientos feministas y/o políticos partidarios, la condición de mujeres de las agredidas, y reclamos salariales. De igual modo, la apariencia tuvo un rol relevante en las descalificaciones.
«Un operador discutió con la directora de la radio levantando la voz, tirándole el cuerpo encima y violentándola verbalmente, cuestionando a los gritos quién la había puesto en esa posición y dónde había estudiado»
Testimonio de periodista argentina
Sobre la investigación
Durante cuatro meses, se realizaron 108 encuestas y entrevistas en profundidad a integrantes de 95 medios de la región. Entre ellos: Argentina, Uruguay, Perú, México, Brasil, Ecuador, Venezuela, Paraguay, Panamá, Chile, Bolivia, Colombia, República Dominicana y Honduras.
En cuanto a los cuestionarios, el 86.1% fueron respuestas de personas de género femenino. También respondieron varones (11.1%) y personas trans o no binarias (2.8%).
En total se obtuvieron 96 relatos de violencia: el 75% de las personas consultadas dijo que conoce al menos una historia de violencia de género hacia periodistas. Sin embargo, el 57% de los medios de la región no tiene protocolos para abordar la violencia laboral de género y solo el 18.5% cuenta con áreas especializadas de atención.
La violencia en cifras
El informe explica que “en las redacciones, estudios y oficinas ocurren la mayoría de las agresiones. Le sigue el ámbito digital, a través de redes sociales, plataformas digitales, mails y aplicaciones de mensajería instantánea”. En paralelo, en uno de cada 10 casos se combinan ambos tipos de violencias.
La investigación detalla, además, que “los agresores offline suelen ocupar cargos jerárquicos altos”. Por su parte, “la violencia online involucra especialmente a funcionarios gubernamentales y políticos”.
Sólo en el 28.1% de los casos las personas afectadas denunciaron la situación de violencia. El 18.7% lo hizo en instancias internas de los medios y el 9.4% en instancias judiciales u organismos públicos. “Las razones para no realizar denuncias son variadas: desde sentir que la situación quizá no es lo suficientemente grave hasta tener miedo de hacerlo”, explica el informe.
Frente a la denuncia, sin embargo, en el 54.5% de los casos los agresores no fueron sancionados. Incluso se registraron represalias sobre las personas que se animaron a denunciar: el 17.2% fueron despedidas y el 24.1% fueron blanco de distintas medidas negativas.
¿Cómo prevenir y erradicar la violencia?
Además de las estadísticas, la Asociación Civil Comunicación para la Igualdad presentó recomendaciones para crear un protocolo de prevención y acción ante la violencia laboral. Entre sus principales puntos sugiere determinar quiénes serán las personas alcanzadas, tanto agresoras como agredidas, y definir los ámbitos de aplicación.
En la misma línea, plantea necesario incluir descripción y definición de conductas violentas, así como determinar los principios de intervención. Del mismo modo, recomienda designar a las personas encargadas de intervenir frente al hecho concreto, tanto internas como externas a la organización.
En cuanto al modo de accionar, asegura que se deben establecer las medidas a adoptar y asumir la responsabilidad sobre los hechos. En paralelo, propone realizar un seguimiento de los casos y llevar a cabo revisiones que incorporen las experiencias aprendidas.