Lucila Gandolfo asumió el reto del unipersonal “Una película sin Julie”, estrenado en junio, donde se luce cada jueves por su gran actuación. La obra es una creación argentina para homenajear a Julie Andrews, reconocida por ser la protagonista de exitosos filmes como “La Novicia Rebelde” (1965), “Mary Poppins” (1964), y “Victor Victoria” (1982). Con sus 89 años, la actriz británica sigue vigente siendo la voz en off de Lady Whistledown de la aclamada serie “Bridgerton”.
“Una película sin Julie” invita a reflexionar sobre los propios deseos, lo que se anhela ser y hacer. Todos los jueves a las 20, la sala del emblemático Teatro Maipo (Esmeralda 443, CABA) se llena para ver a Gandolfo en la piel de Miss Catalina Lonely, quien desde muy pequeña le expresa a su madre su admiración y cariño por Julie.
Cabe resaltar que Gandolfo no sólo actúa, sino que también en escena baila e interpreta hermosas y emotivas canciones en inglés. Además, es acompañada magistralmente en el piano por el maestro Fernando Albinarrete.
El vestuario y las luces del musical forman parte intrínseca del espectáculo para resaltar momentos importantes en la vida de Catalina Lonely. Por ejemplo, cuando alterna el calzado de color rojo puede notarse los cambios en su crecimiento: de la niñez a la adolescencia y luego a la adultez. En cada una de estas etapas está siempre la presencia imaginaria y leal de Julie Andrews.
Con 80 minutos de duración, el impecable unipersonal cuenta con más de 30 canciones originales de los estadounidenses Richard Rodgers, Oscar Hammerstein, Jay Lerner, Frederick Loewe y Leonard Bernstein, y de les hermanos Robert y Richard Sherman, entre otres. La dirección general, a cargo de Julio Panno, logra una alquimia perfecta entre la actuación, baile y canto de Lucila Gandolfo.
Conociendo a “Una película sin Julie”
La comedia con tintes dramáticos se estrenó en agosto del 2022 en el Centro Cultural 25 de mayo (Avenida Triunvirato 4444, CABA), y debido a su éxito se reestrenó en junio de este año.
El guión y música es de Fernando Albirranate, la dirección está a cargo de Julio Panno, mientras que los productores son Alejandro Veroutis y Alejandro Granado.
“Una película sin Julie” cuenta la vida de Catalina, una niña que a los seis años queda maravillada por la imagen cinematográfica de Julie Andrews expuesta en la pantalla del cine de su barrio. La pequeña crece y comienza a experimentar cosas propias de la adolescencia como los primeros amores. A medida que pasan los años, el recuerdo de la actriz británica la sigue como su sombra. En su adultez se convierte en una estricta y ortodoxa profesora de inglés, Miss Catalina Lonely. Sin embargo, este trago amargo de su carácter cobra de nuevo la dulzura cuando conoce a Esteban, uno de sus pequeños alumnes. Ella lo salvará del ambiente hostil de su casa, pero lo más importante es que mediante el amor que brinda, y recibe, también se rescatará a sí misma.
Lucila Gandolfo brilla con luz propia
La actriz, cantante y maestra de canto argentina tiene una gran trayectoria. Además de destacarse en importantes espectáculos teatrales y musicales, deslumbró en el cine nacional. Su perfecto dominio de la lengua inglesa le abrió las puertas a producciones internacionales como “Colonia”.
A comienzos de la década 1990 impactó a la crítica y al público más selecto en los musicales Broadway “I y II”. En 1996 tuvo su debut en el Teatro Maipo con la obra “Master Class”, protagonizada por Norma Aleandro. También trabajó en “El fantasma de la Ópera”, “Nine” y “Hermanos de sangre”, fue con esta última con la que se consagró como una de les referentes del género.
Asimismo actuó en los galardonados unipersonales “La maestra serial”, “Madre cómprame un negro”, y “Lucila Gandolfo in concert”. Fue elogiada y distinguida internacionalmente por personajes como Sally Conforte (“Ringo”) y la villana Sharon Benson (“Soy Luna”).
En la televisión argentina tuvo roles en “Amas de casas desesperadas”, “Un cortado, historias de café” y “Esperanza mía”.
Ahora, en una charla íntima con Nota al Pie, la artista habló sobre cómo es ponerse en la piel de Catalina Lonely.
¿Tu amor por Julie Andrews nació cuando viste “La novicia rebelde”?
Efectivamente. Tengo el primer impacto de la imagen de esa película y ver a Julie correteando por la montaña con los niños y cantando a pesar de las travesuras que le hacían. Recuerdo como ella salía airosa adelante, como con la música y el canto logró ponerlos de su lado y se los metió en el bolsillo.
¿Sos tan fan de ella como Catalina Lonely?
Eso solo le pasa a Catalina. Yo no era tan fan de pequeña, lo que se cuenta en la historia es la historia de una película sin Julie.
¿Cómo se te ocurre construir a Catalina? Es una mujer emotiva y el público la observa desde que es pequeña hasta adulta en su mundo de fantasía
Fue Fernando el que creó la historia de Catalina Lonely. Yo le conté situaciones y le di ideas, pero él lo hizo. Por ejemplo, le conté que tenía una tía abuela que era maestra, profesora de inglés y que se quedó soltera.
El unipersonal se estrenó en el 2022 y este año regresó a los escenarios. Desde los comienzos de armar la obra, ¿cómo viviste ese momento?
Fue en tiempo récord. Todo fue muy increíble porque Fernando empezó a escribirlo en abril del 2022 y para fines de mayo de ese año, lo tenía listo. Ensayamos durante los primeros días de junio. Como decimos en el teatro, “lo peinamos mucho” porque el texto era mucho más largo.
Además decidió ponerlo en primera persona en cada uno de los momentos de la vida: de niña, de adolescente y de la señora mayor. Es decir, no narrarlo desde alguien que contaba una historia, sino realmente hacer el personaje en cada estadío.
En la obra vemos como Julie cobra vida y le da a Catalina un motivo para vivir. Sobre todo con los momentos duros que vive en su adolescencia…
Totalmente, también existe en la vida real que un artista, un cantante, le potencia la vida a otro. Estoy convencida de que es así, más allá de que el arte en sí salva y sana.
Para Catalina Lonely es importante el hecho de tener esa confidente amiga, esa hada madrina a quien poder referirse constantemente cada vez que le surge algún conflicto. A quién confiarle sus cosas y pedirle el consejo.
Tu caracterización de la nena Catalina sin duda es para sacarse el sombrero. Los gestos, la voz, y la gesticulación envuelven al público que te ovaciona
Me divierte mucho y no fue difícil hacerlo. En cambio con la Catalina adolescente tenía que hablar muy rápido, porque a veces los adolescentes están nerviosos y pasan etapas medio complicadas. Fui tratando de imaginarme esos momentos para poder ponerlo en el cuerpo. Esos movimientos a veces son un poquito más toscos.
Sin duda la que más me costó interpretar fue a la Catalina de 18 años, porque tenía que estar más calmada en un mundo tan maduro y tan adulto, pero a la vez me sentí mucho más relajada con respecto a la de los 14 años, la que no bailaba y tenía sus conflictos con un chico llamado “Nacho”.
Hacer el personaje de Miss Catalina no fue tan difícil, porque me han tocado esos roles de mujeres severas y, a veces, uno los puede encontrar en su propia familia. Me gusta mucho jugar con la voz, es fascinante. Sin duda, todo lo que pudiera tener que ver con mostrar emociones o sensibilidad es gracias a la guía de un buen director.
La escenografía es bastante minimalista, se ve el paraguas de Mary Poppins colgando del techo, suspendido en el aire, y el vestuario también acompaña toda la dramaturgia. ¿Qué nos podés contar sobre eso?
El pequeño delantal que uso cuando soy niña me condiciona mucho, me hace sentir una nena y el cambiar de calzado también. Correrme el flequillito o pasar el pelo raya al costado son cositas que van ayudando a que en ese momento suceda ese switch.
¿Cómo sentís el reto de hacer un unipersonal?
Todos esos personajes que el público ve, me acompañan. No quiero sonar pedante, pero siento que mi misión es salir a contar este cuento. Soy el canal por el cual esta historia se narra para que la gente se identifique. Puede ser que a tantas personas les haya pasado algo similar, no solamente por la admiración a Julie, o que hayan tenido alguna película que marcó sus vidas.
Está tan bien escrito el guión de “Una película sin Julie” que todo me da la tranquilidad de que si me llego a olvidar la letra o si no sale bien la canción, la historia es más poderosa. Por supuesto que termino agotada porque me drena.
¿La gente qué te comenta al salir de la función?
Me ha pasado conocer gente que dice: “Quiero tomar clases de canto hace un montón y no me lo permitía” o “No quiero que me pase lo que vivió Catalina”. Esto es algo que disfruto y al salir a hacer el unipersonal me entrego y digo: “Julie, vamos juntas y salgamos a contar este cuento”.