El Observatorio de Psicología Social de la Universidad de Buenos Aires (UBA) realizó una investigación para obtener el “termómetro psicosocial y económico” del país. El estudio reveló que las tres cuartas partes de les encuestades aseguran que la situación económica afecta su salud emocional y psicológica. Además, se destacó una “marcada polarización en la percepción de los problemas del país y el estado de ánimo de la población”.
Entre las temáticas más referidas por les encuestades se identifican la inflación, la inseguridad y la corrupción. Sin embargo, la percepción que se tiene de las mismas varían sensiblemente en función de la orientación política de cada une.
Esta distinción es una de las interpretaciones más significativas del estudio elaborado por el observatorio. Mientras que les votantes de Javier Milei se inclinan por una visión más optimista sobre dichos temas, quienes eligieron a Sergio Massa “reportan una mayor incidencia de sentimientos negativos como la angustia y la tristeza”.
En este aspecto, el informe registra y confirma “la profunda grieta multidimensional (cognitiva, ideológica, de cosmovisión socio-política y emocional) que caracteriza a la sociedad argentina desde hace dos décadas”.
“Los representantes polares de la grieta han ido mutando desde el 2000 en adelante, desde kirchnerismo-antikirchnerismo, kirchnerismo-macrismo, mileísmo-antimileísmo, pero lamentablemente la grieta sigue y se ha cristalizado y exacerbado en los distintos estratos sociales”, detalló el estudio.
Grieta sociopolítica y salud mental
El informe sostiene que según de qué lado de la grieta se encuentre el observador “los estados de ánimo se bifurcan en positivos y negativos”. “Lo mismo sucede con la autopercepción de bienestar general (positivo para los votantes de Milei y muy negativo para los de Massa)”, amplió.
En cuanto a la expectativa sobre la economía personal, más optimistas son les votantes de Milei y más pesimistas los de Massa. A la hora de evaluar el nivel de gravedad de la crisis, mucho más grave la perciben los que eligieron a Massa.
Al momento de rankear los problemas del país, los criterios serán diferentes según el voto que se brindó a cada uno de los ex candidatos. Esta polarización en función de las preferencias políticas se registra en la mayoría de las variables abordadas.
Por ejemplo, la variable que mide la percepción de la situación económica personal a futuro señala esta división de pareceres. “Mientras que un sector de la población se muestra optimista sobre su economía personal en los próximos 12 meses, otro grupo es marcadamente pesimista, especialmente los votantes de Massa”.
La polarización detectada por el estudio persiste en cuanto a la evaluación de la gravedad de la crisis socioeconómica actual, “donde el 54% de los encuestados considera la situación como extremadamente grave”.
Por otra parte, el trabajo reveló una multiplicidad de estrategias defensivas frente a la crisis. En este aspecto, “la mayoría de los argentinos optan por reducir gastos y utilizar ahorros para enfrentar la disminución de ingresos”.
Un dato generalizado, que se registra entre les entrevistades consiste en la preocupación por la estabilidad económica, la cual refleja un temor por el futuro inmediato. En ese sentido, “el 41% teme perder su empleo, y el 37% teme no encontrar trabajo en su profesión”.
En cuanto a otras problemáticas mencionadas por les participantes, “el 70% de cree que el país está en decadencia, y un 63% menciona la inseguridad como una preocupación principal”.
De modo general y en referencia a todos los ejes temáticos, “la pobreza, la corrupción y la inflación se destacan como los problemas más graves del país, con un 83%, 65% y 60% de menciones respectivamente”.
Dos poblaciones concretas y metodológicas
El trabajo advirtió que si se aplica la segmentación por voto, los datos obtenidos pueden comprenderse con mayor claridad a la hora de dar cuenta de la percepción de cada uno de esos ejes temáticos aludidos por les encuestades y de los problemas abordados en la investigación.
En este sentido, y según los resultados, el observatorio aclaró que en lo que respecta a cada problemática abordada, “si se describiera lo que piensa y siente la sociedad en su conjunto, se estarían “licuando” los resultados al promediar los extremos polarizados”.
“Es decir, sólo separando las “dos poblaciones” es que se puede echar un poco de luz diagnóstica sobre las partidas mentales (emociones y pensamientos) que están presentes en los individuos de una sociedad que aparece como irremediablemente escindida”, explicó el estudio.
A modo de lectura final, el equipo de investigación consideró que esta situación de bipolaridad obedece, entre otras razones, “al impacto que han tenido las constantes y turbulentas crisis socioeconómicas en la subjetividad de los ciudadanos argentinos”.