Desde que asumió el gobierno, el Ministerio de Capital Humano, dirigido por Sandra Pettovello se vio envuelto en un escándalo por no repartir alimentos. Días atrás anunció que firmó un convenio con la Fundación Cooperadora Nutrición Infantil (CONIN), de Abel Albino, para facilitar el reparto de los alimentos que estaban próximos a vencer.
Se trata de parte de las toneladas de comida almacenadas en los depósitos de Villa Martelli, Vicente López, Provincia de Buenos Aires, y de Tafí Viejo, Tucumán.La elección de CONIN es difícil de explicar al mirar el despliegue territorial de la fundación, que apenas tiene 100 centros en 18 provincias.
En febrero de 2024, el Ministerio de Capital Humano ya había firmado un acuerdo con la fundación, con el objetivo de “desarrollar y promover proyectos y actividades que resulten de interés común a fin de implementar acciones y actividades en el marco del ‘Plan Argentina contra el Hambre’”, según lo publicado por el Gobierno. La Fundación recibió 43 mil kilos de comida para repartir desde el inicio de la gestión de Javier Milei.
Abel Albino y sus polémicos discursos
Según su currículum, Albino nació en 1946 en Buenos Aires, y en 1972 se graduó como médico en la Universidad de Tucumán. Su especialización en pediatría la hizo en Chile, en el Hospital Luis Calvo Mackena, donde conoció al doctor Mönckeberg, quien trabajaba ya el tema de la desnutrición infantil.
Por su alineación con el Opus Dei, en 2018, el médico fue a exponer en el Senado en contra de la ley voluntaria del embarazo. Allí sostuvo: “Nuestro país es enormemente grande, enormemente rico y peligrosamente vacío ¿Y vamos a matar chicos cuando necesitamos chicos? Una mujer embarazada es un tesoro para el país y su hijo es una joya”.
En paralelo, Albino habló sobre la necesidad de «educar para el amor, no para el sexo animal», y aseveró: “El profiláctico no la protege de nada. ¡El virus del sida atraviesa la porcelana!”. Además, agregó: “El virus del sida es 500 veces más chico que el espermatozoide; el profiláctico no sirve absolutamente porque si falla en un 30% de la veces en el embarazo, imagínense lo que puede pasar con el sida”.
¿Qué es la Fundación CONIN?
CONIN es una organización sin fines de lucro que combate la desnutrición infantil. Según su sitio web, “es un conjunto de programas integrales, con sustento científico, y basado en procedimientos empleados para alcanzar una variedad de objetivos regidos por una idea: erradicar la desnutrición infantil. Tales procedimientos se desarrollan a través de tareas que requieran habilidades, conocimientos, destrezas y la adhesión a un código de ética y valores”.
En la Argentina y en el pasado fue criticada por la Sociedad Argentina de Pediatría y otras organizaciones por su método. En 2017, la Sociedad Argentina de Pediatría emitió un comunicado a partir de una nota publicada en la revista “Viva” del diario Clarín, titulada “Si alimentamos bien a los chicos, en 20 años somos potencia”, una cita del pediatra Abel Albino, donde aducía tener la receta para “quebrar la desnutrición infantil en la Argentina”.
“A partir de este objetivo sin dudas compartido, recomienda ‘que cada niño reciba desde el momento de su nacimiento en adelante una caja de leche por mes’ como solución para la desnutrición infantil. Esto carece de fundamento científico y dista mucho de ser la solución ideal”, indicó el comunicado de la SAP.
Esta no es la primera vez que la fundación de Albino firma un acuerdo con un gobierno. Durante el gobierno de Mauricio Macri, a la Fundación CONIN se le otorgaron más de 78 millones de pesos en dos años, según reportes del ex jefe de Gabinete Marcos Peña.
En abril de 2016 la entonces ministra de Desarrollo Social de la Nación, Carolina Stanley, y el entonces presidente de la Fundación CONIN, Abel Albino, firmaron un convenio para “la construcción de 30 nuevos espacios de atención y prevención de la desnutrición, y 3 espacios de atención para casos de desnutrición con riesgo social”.
Por su parte, días atrás, el medio Cenital compartió una investigación de la socióloga Camila Stimbaum, en la que asegura que la fundación que distribuye los alimentos retenidos por Pettovello exige que sus beneficiarias tomen cursos relacionados a la vida y la familia, es decir a la postura del opus dei.
“La fundación que distribuye las toneladas de leche a punto de vencer pone varios filtros antes de franquear el acceso al programa alimentario”, afirmó la periodista Noelia Barral Grigera. En ese sentido, agregó: “Sus beneficiarias deben tomar cursos que rechazan los anticonceptivos y postulan la defensa de la vida desde la concepción”.