Bajo las consignas «fue lesbicidio» y «con hambre no hay ni una menos«, cientos de mujeres marcharon este lunes en la ciudad de La Plata. La jornada comenzó a partir de las 16 donde agrupaciones, centros universitarios y autoconvocades llenaron de carteles la Plaza Moreno y a partir de las 17 marcharon hacía la plaza San Martín.
Este es el noveno año consecutivo que se lleva a cabo está marcha bajo el nombre de Ni una menos. La primera fue el 3 de junio de 2015 tras el femicidio de Chiara Paez. La joven, adolescente de 14 años, fue asesinada en la localidad de Rufino, provincia de Santa Fe, en 2015. Su cuerpo fue localizado en el patio de la casa de su novio, Manuel Mansilla.
Por las calles de La Plata
Entre las agrupaciones que participaron de la movilización se encontraban Mujeres de la Mattria Latinoamericana, Las rojas, Surge género, Isadora, Patria grande, Mujeres de la CGT, la Campaña por el aborto legal, trabajadoras de judiciales y La cámpora, entre otras. Además, participaron centro universitarios como el de la facultad de artes, Agite arquitectura y La Jauretche Humanidades.
Antes de comenzar, Tatiana de Mumalá Berisso sostuvo que “la gente no aguanta más, este gobierno nos está matando de hambre”. Asimismo, aseguró que la crisis económica complica “la situación de las compañeras que sufren violencia de género”.
Por su parte, Camila, perteneciente al centro de estudiantes de la Facultad de Humanidades, expresó: “Crece la violencia porque crecen los discursos de odio desde el gobierno nacional”. Por otro lado, mencionó que “la violencia hacia las mujeres sigue siendo un problema grave y urgente que necesita de políticas efectivas del Estado”.
Del mismo modo, integrantes de la Campaña por el aborto legal aseguraron que “en este contexto de ajuste y retrocesos en más que necesario salir a las calles”. En ese sentido, remarcaron la importancia de la educación sexual integral para abordar las violencias.
La marcha recorrió Diagonal 74 hasta Avenida 7, siguió hasta plaza San Martín y allí se dividió en dos para leer diferentes documentos. Por un lado, un grupo finalizó en 8 y 50, frente a los Tribunales Federales de La Plata. Mientras que los grupos de izquierda concluyeron leyendo su documento en 6 y 53, frente a la Gobernación.
Vivas, libres y sin hambre
Diferentes organizaciones platenses realizaron jornadas previas a la marcha para organizar la movilización. Además de manifestarse contra los femicidios y travesticidios, las consignas apuntaron contra el actual presidente y sus medidas de ajuste.
Bajo la consigna “con hambre y con violencia no hay ni una menos”, las agrupaciones se movilizaron en contra del ajuste, de la Ley Bases y de los discursos de odio. Además, reclamaron políticas públicas para frenar la violencia de género.
Entre otras consignas, este Ni una Menos estuvo marcado por el triple lesbicidio cometido en Barracas. Allí fueron asesinadas Pamela Cobbas, Mercedes Roxana Figueroa y Andrea Amarante, mientras que Sofía Castro Riglos sigue en recuperación.
Las cifras de la violencia
El tratamiento de las violencias de género tiene, al menos, tres instancias de abordaje posibles. El acompañamiento cuando las personas que sufren violencia de género, la reparación para sobrevivientes o para sus familias, y la prevención, relacionado a medidas que busquen cambiar las estructuras socioculturales que siguen reproduciendo la violencia machista.
Según el observatorio “Mujeres, disidencias, derechos”, de Mumalá, en los primeros cinco meses del año se cometieron 89 femicidios, es decir uno cada 40 horas. Asimismo, fueron 216 los intentos de femicidios registrados en 2024 y se estima que 86 niñes se quedaron sin madre.
En paralelo, desde la primera movilización masiva exigiendo Ni Una Menos, en 2015, hasta mayo de 2024, el observatorio registró 2348 femicidios, femicidios vinculados y travesticidios en nuestro país.“La situación es crítica, la violencia machista crecerá si se niegan los recursos del Estado para la prevención y la asistencia”, expresó Gabriela Sosa, directora ejecutiva de Mumalá. A su vez, agregó: “En un marco de crecimiento de la pobreza, con aumento de la desocupación, sin alimento en los espacios comunitarios, sin herramientas que promuevan la autonomía, aumentan las vulnerabilidades y las violencias”.