Como cada 3 de junio desde 2015, miles de mujeres, disidencias y organizaciones se movilizaron en todo el país en defensa de sus derechos y contra la violencia patriarcal. En esta ocasión, la convocatoria se impulsó bajo las consignas: “Abajo la Ley de Bases y el DNU”, “Ni una Jubilada Menos” y “Con hambre y odio no hay libertad”.
En el caso de la Ciudad de Buenos Aires, la manifestación comenzó por la tarde en el Congreso de la Nación, escenario donde todos los años se lee un documento. Algunas de las organizaciones convocantes solicitaron asistir con indumentaria negra en señal de luto y para conmemorar a Chiara Páez, la adolescente de 14 años que fue asesinada por su novio y dio origen al movimiento histórico feminista Ni Una Menos. Asimismo, otras entidades pidieron traer alimentos no perecederos para distribuir en comedores comunitarios.
Este es el primer Ni Una Menos en la era de Javier Milei, cuyo Gobierno lleva adelante políticas que atacan los derechos de las mujeres y eliminan o desguazan las políticas en materia de género. En ese sentido, cabe recordar que entre las primeras medidas de la actual gestión se encuentra el cierre del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, y el desmantelamiento del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI).
Nota al Pie estuvo presente en la movilización y dialogó con Mónica López, referente del movimiento Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMaLá)
El 3J y la voz de los colectivos
La organización planteó que “este año nos convocan los números alarmantes que tiene nuestro país bajo el gobierno de Javier Milei”. En esa línea, recordó los niveles de pobreza e indigencia que atraviesa la sociedad y enfatizó en la realidad de las niñeces. Además, destacó que el superávit fiscal “se logró con la plata de las jubilaciones y pensiones”.
Mediante un escrito, sostuvo que “los femicidios, travesticidios, lesbicidios y crímenes de odio muestran números preocupantes”, en tanto la gestión libertaria “elimina organismos, entes y, por lo tanto, políticas públicas destinadas a prevenir, sancionar y erradicar la violencia machista”.
En sintonía con ello, Mónica López sostuvo que “hay muchos derechos que fueron conculcados” y denunció que “a muchos espacios, donde las mujeres y disidencias teníamos contención, se les ha sacado todo tipo de presupuesto”.
En esa línea, se refirió a los efectos negativos del DNU. “Se ven afectados los derechos de las mujeres, ya que los precios han sido liberados y los alquileres también”, explicó. “Nosotros sabemos que las mujeres vivimos en hogares monoparentales y somos quienes sostenemos la economía de nuestros hijos”, detalló. Eso genera que, en el caso de las mujeres, “la violencia se duplique”.
Además, denunció que la Ley Bases “quita un derecho esencial que tiene que ver con la jubilación de la madre casa”. “Las mujeres tenemos doble y triple trabajo. Ese trabajo que es invisibilizado era resarcido con una jubilación por ama de casa, cosa a la cual no vamos a poder acceder”, sentenció.
Por su parte, la Asociación de Trabadores del Estado (ATE) mediante su secretaria general, Mercedes Cabezas, aseguró que “Este Ni Una Menos se va a sentir en todo el país”. La referente sindical, sostuvo que “Los feminismos tenemos que volver a ocupar el espacio público, lugar del que nunca nos fuimos pero que constantemente nos están corriendo”.
Por último, y al igual que López, Cabezas destacó que el proyecto de Ley de Bases próximo a tratarse en el senado conlleva violencia de género. En esa línea, afirmó que “estamos convencidas de que las medidas que se quieren implementar desde este Gobierno nos golpean principalmente a las mujeres trabajadoras, sostenes de hogares y administradoras de nuestras economías”.