En la tarde de este jueves falleció Nora Cortiñas, histórica referenta de la lucha por los derechos humanos. La cofundadora de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora tenía 94 años, de los cuáles los últimos 47 los transitó en la militancia por les desaparecides en la última dictadura cívico militar, y contra las injusticias que sufre el pueblo argentino.
Al igual que a lo largo de su vida, Norita -como cariñosamente se la conocía- se fue con el apoyo del pueblo. El hashtag #FuerzaNorita cobró una magnitud multitudinaria los días previos, mientras permanecía internada en el Hospital de Morón.
“Querida, cuidada y respetada por los que la acompañaron, ahora es nuestro turno de acompañarla y cuidarla”, difundieron por vías informales sus familiares mientras la dirigenta social se encontraba en terapia intensiva.
Dejó este plano la mujer que siempre estaba presente en todas las marchas, reclamos y jornadas que tuvieran como fin la reivindicación de un derecho. Pero su recuerdo, y sobre todo su esencia, quedarán firmes para continuar su legado de lucha.
De acuerdo al Municipio de Morón, quienes deseen despedirla podrán acercarse este viernes entre las 9 y las 19 a la Casa de la Memoria y la Vida, ubicada en el Predio Quinta Seré, en Santa María de Oro y Blas Parera, Castelar.
Su fallecimiento
Nora Cortiñas falleció durante la tarde de este jueves, después de permanecer internada desde el 17 de mayo en una sala de terapia intensiva del Hospital de Morón. Allí, se sometió a una intervención quirúrgica por una hernia paraesofágica gástrica.
“Ella tiene 94 años y cuenta con patologías previas, que hacen que su cuadro sea de riesgo”, había expresado previamente el director del nosocomio, Jacobo Netel.
Sin embargo, en la tarde de hoy su familia dio a conocer su fallecimiento a través de un comunicado. “Nora estuvo acompañada y sostenida por el amor de su familia hasta el último momento. Agradecemos todas las expresiones de reconocimiento y afecto que recibió a lo largo de su vida, y que a nosotros nos abrazaron amorosamente en estos días tan difíciles”, indicaron.
El comunicado oficial de la… by Milagros Gagliardi
En tanto, en el mismo concluyeron: “Nos queda el orgullo de haber compartido su vida, su impronta y su enseñanza que dejarán en su familia y en la sociedad una huella imborrable”.
Su última aparición pública fue el 24 de marzo, en el marco de la conmemoración por el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia. Como fuera habitual en los últimos años, marchó en silla de ruedas durante el acto que se realizó en la Legislatura Porteña.
El pasado 20 de mayo, recibió el premio Jorge Morresi “a la trayectoria, al compromiso y a la defensa de la democracia y los derechos humanos”. El último de una larga lista de distinciones y reconocimientos por su militancia activa.
“El lado Norita de la vida”
“Yo fui una mujer tradicional, una señora del hogar. Me casé muy joven con Carlos Cortiñas y tuvimos dos hijos: Carlos Gustavo y Marcelo Horacio”, contaba Nora sobre su juventud.
El 15 de abril de 1977 su hijo Gustavo fue detenido, secuestrado y desaparecido en la estación de Castelar, provincia de Buenos Aires. Era estudiante universitario y colaboraba con el padre Carlos Mugica en la Villa 31. Tenía 24 años, estaba casado y tenía un hijo muy pequeño.
Ese fue el punto de inflexión en la vida de Norita, quien desde ese momento salió a buscar a Gustavo. Junto a otras madres, como la recordada Azucena Villaflor, se agruparon para encontrar a sus hijes. Años más tarde crearían la organización Madres de Plaza de Mayo.
De manera temprana, Nora comprendió que su búsqueda no era individual, sino colectiva. Esa premisa la llevó a estar presente no sólo en la lucha de las Madres, sino en diferentes movimientos sociales en defensa de los derechos humanos.
Con el correr del tiempo, se convirtió en una referenta en la lucha por los derechos de las mujeres y las disidencias. “Éramos feministas sin saberlo”, reflexionó en el documental “Los ‘90, la década que amamos odiar”.
En 2018, mostró su apoyo a la causa del aborto legal como una de las oradoras en la marcha de Ni una menos. Hasta último momento, lucía su pañuelo blanco en la cabeza y el pañuelo verde en su muñeca izquierda. En la actualidad, Cortiñas pertenecía a Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora.
Nora estudió y se convirtió en psicóloga social. Se desempeñó como profesora en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (dónde estudiaba su hijo Gustavo).
La lista de distinciones que recibió a lo largo de los años es muy larga, pero cabe destacar algunos nombramientos, como el de Doctora honoris causa por la Universidad Libre de Bruselas en el año 2000, la Universidad de Salta en 2004, y la Universidad de Buenos Aires en 2012. Hasta un club de fútbol argentino lleva su nombre: el Norita Fútbol Club.
Pero podría decirse que el mayor reconocimiento es el del pueblo, ya que, apenas llegaba a un lugar, crecía el círculo de personas que querían saludarla. “Cuando era niña soñaba con princesas, soñaba con llevar a mis hijos a la calesita. No era una revolucionaria como ahora», dijo en un documental sobre su vida.
Una trayectoria que hoy llega a su fin, pero permanecerá por siempre el corazón de les argentines que día a día pelean por un mundo más justo.