El cambio climático está en la agenda de la región (aunque al presidente Javier Milei no le guste la idea). Es por eso que este martes 27 de mayo, el Parlamento del Mercosur (Parlasur) realizó un seminario que se llamó “Desafíos del Cambio Climático para los países del MERCOSUR”.
En él, un panel de expertes habló sobre los eventos extremos climáticos que azotaron a la región. Exploraron algunas ideas sobre cómo Latinoamérica y el Caribe pueden actuar de forma conjunta para responder y adaptarse a la crisis ambiental.
El seminario se dio en el marco de la XCIII Sesión Plenaria del Parlamento del MERCOSUR, en Montevideo. La asamblea se centró en la situación que vive Brasil por las inundaciones en el sur del país. Con el objetivo de tratar esa problemática y otras similares a futuro, les parlamentaries resolvieron crear la Comisión Especial de Emergencia Ambiental y Sanitaria.
Quien introdujo el seminario fue Cecilia Nicolini, actual diputada del Parlasur por Argentina, y ex secretaria de Cambio Climático de la Nación. Luego, disertaron Carolina Vera, Luis Romero, Gonzalo Basile y Rodrigo Rodríguez Torquinst.
Economía y cambio climático: juntos a la par
En su presentación Cecilia Nicolini planteó una cuestión estratégica: más allá de las políticas negacionistas, el desarrollo económico debe considerar los efectos y respuestas al cambio climático.
La diputada aseguró que es necesario transformar un modelo económico que “nos trajo hasta acá. No podemos consumir como hace 5 años, necesitamos un cambio total”. E hizo hincapié en que no se puede hacer en solitario, sino de forma regional.
Para ella, como para el resto de les expositores, es necesario considerar la brecha en cuestiones climáticas entre los países del norte y del sur global. Expresó que si bien los últimos no son los responsables de la situación actual, son quienes más sufren los impactos de la crisis climática.
“Es antieconómico no invertir en cuestiones ambientales”, planteó. “Ya no se trata de ver cuánto nos va a costar la mitigación y adaptación al cambio climático, sino lo que va a costar si no lo hacemos”.
En la misma línea, aunque con un discurso más disruptivo, se expresó el licenciado Rodrigo Rodríguez Torquinst. Es Director Ejecutivo de la Fundación Revolución 21 y profesor de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), Universidad Católica Argentina (UCA) y del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA).
Primero, afirmó que es necesario prepararnos ante situaciones como las inundaciones en el sur brasilero, que van a continuar existiendo. “Es una realidad que está a la vuelta de la esquina”, reflexionó.
Recalcó la necesidad no solo de hablar de cambio ambiental global sino de la pérdida de recursos naturales estratégicos. Además, que no se puede separar la agenda ambiental en pedacitos, sino que debe tratarse como un conjunto.
Pero sobre todo, planteó que los países del sur global no pueden sentarse a esperar que lleguen los fondos europeos para mitigar el cambio climático. Para él, es necesario dar la discusión entre las naciones del sur, poner condiciones propias y esperar que del otro lado accedan al diálogo.
Urbanización y adaptación al cambio climático
Carolina Vera es profesora de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y, entre otras cosas, co-coordinadora del Sistema de Información sobre Sequías para el sur de Sudamérica (SISSA).
En su presentación, aseguró que la influencia humana calentó el clima a un ritmo sin precedentes, al menos, en los últimos 200 años. Esto causa, por ejemplo, olas de calor o lluvias torrenciales más frecuentes e intensas, más sequías, entre otros fenómenos.
“Eso se va a incrementar en la medida que el calentamiento global no frene”, predijo. Puso el foco en los impactos que estos eventos tienen según las condiciones de vulnerabilidad del lugar donde suceden.
“El desafío es reducir el riesgo climático, lo que requiere políticas públicas, privadas y una gran articulación regional”, concluyó.
Quien más se refirió a la importancia de las políticas públicas fue Luis Romero, geógrafo, docente e investigador y consultor en temas de ambiente y adaptación al cambio climático. Para él es fundamental repensar “cómo nos desarrollamos territorialmente en esos espacios donde las peligrosidades climáticas tienen mayor frecuencia”.
Así, destacó que hay que entender el problema no solo desde el evento natural que desencadena la situación, sino a partir de los procesos sociales que muchas veces acentúan los desastres. “Trabajar con la población, con los actores locales, y entender la dinámica del entorno geográfico. Eso debe ser insumo de las políticas públicas”, aventuró.
Por su parte, Gonzalo Basile habló desde el campo de la salud. El epidemiólogo y cientista social explicó la relación entre los procesos de urbanización (regulados por el mercado), los desastres socioambientales y la epidemiología. Ejemplificó con el dengue: “estamos en las peores epidemias desde 1980 y 1990. Entre 2023 y 2024 hubo 4500 muertes por dengue confirmadas”, puntualizó.
En ese sentido, aseguró que en las emergencias las periferias precarizadas en términos de agua segura, saneamiento y gestión de residuos sufren de forma diferenciada. Siguiendo con el caso del dengue, concluyó que “mantenemos modelos de respuesta ligados a estilos de vida. Ponemos el énfasis en la responsabilidad individual, pero hay cuestiones colectivas por resolver, como la falta de agua potable o los basurales a cielo abierto”.
En un debate que duró alrededor de dos horas, y se transmitió en el canal de Youtube del Parlasur, les especialistas estuvieron de acuerdo en algo: nadie se salva sole, la salida al cambio climático es colectiva y regional.