“Quiero felicitar a la comunidad en su conjunto, porque son los grandes gestores de lo que está viviendo Olaroz Chico”, expresó el gobernador jujeño Carlos Sadir en el Segundo Festival de Litio.
El evento se realizó por el Día de la Minería en Olaroz Chico, el pueblo del “oro blanco” en la puna jujeña. Allí, las mineras Exar y Sales de Jujuy son las principales explotadoras del material.
En el festival se presentaron artistas folclóricos locales y nacionales, desfilaron las escuelas y se llevó a cabo la Expo Minera. Además, con el gobernador Sadir presente, se desarrolló una celebración con ofrendas y agradecimientos a la Pachamama.
¿Aceptará la Madre Tierra esos regalos? ¿Qué opinará de la extracción del litio en el pueblo de Atacama? La expresión de una situación que afecta (y preocupa) a las comunidades que viven en el noroeste argentino.
El litio, ¿para quién?
Exar es una empresa argentina que se dedica al desarrollo y producción de carbonato de litio en el Salar Cauchari-Olaroz, Jujuy. Allí emplaza el “Proyecto Cauchari-Olaroz”, que se encuentra en la fase de inicio productivo. Según expresan en su perfil de LinkedIn, su objetivo es alcanzar –en una primera etapa– una producción de 40.000 toneladas por año de carbonato de litio “calidad/grado de batería”.
Los capitales que conforman Exar no son en su mayoría nacionales. La empresa está compuesta por la canadiense Lithium Americas Corp. y la china Ganfeng Lithium. Recién en 2021 Jujuy Energía y Minería Sociedad del Estado (JEMSE), recibió su certificado de acciones del 8,5%.
Por su parte, Sales de Jujuy ni siquiera cuenta con un perfil de LinkedIn en español. En inglés, su idioma natal, explica que el “emblemático proyecto de litio Olaroz de Orocobre consta de 63.000 hectáreas sobre un salar conocido por tener altos valores de litio y potasa en salmuera”.
Sales de Jujuy es un consorcio que conforman la minera australiana Allkem, mayoritaria con el 66,5%, la japonesa Toyota Tsusho, que tiene el 25%, y la estatal jujeña JEMSE.
En el Segundo Festival del Litio, el gobernador Carlos Sadir festejó el desarrollo que trae la minería y lo que significa en el crecimiento como país. Pero, ¿cuánto de lo extraído del material quedará en Argentina?
Nuestro país conserva el 21,3% de las reservas identificadas en el mundo de litio, sólo por debajo de Bolivia. Por eso, los ojos internacionales están puestos en el triángulo del litio que ambos países comparten con Chile, cuyo fin es extraer el material estrella para la electrificación.
China, por ejemplo, tiene un compromiso de neutralidad de carbono para el 2060, con el objetivo de contar con un parque automotor del 20% de vehículos eléctricos para 2025. En Canadá plantearon un 30% de eléctricos para 2030 y cero emisiones en 2050, y así lo hicieron otros países del primer mundo.
Para eso vienen a buscar el litio argentino, bajo condiciones que aún se discuten mientras las operaciones ya comenzaron. Solo resta recordar el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) que impulsa la Ley Bases. De ser aprobado, sería inmodificable durante 30 años, y las transnacionales inversoras gozarían de beneficios que van desde lo jurídico a lo impositivo, de manera ininterrumpida e intocable.
La palabra de la comunidad
Además de lo que sucede en la macro, hay que considerar la palabra de quienes conviven con el litio día a día. ¿Qué opinan les habitantes de Olaroz, el pueblo del “oro blanco”?
En la promoción del Segundo Festival del Litio, y luego en el festejo, se destacó el espíritu que la presencia de la minera “devolvió” al lugar. “Hoy nuestro pueblo vive algo que hubiera sido impensado años atrás», dijo el comunero de Olaroz Chico, Mario Gerónimo. Recordó que sus ancestros convivieron siempre con el mineral, pero recién ahora está siendo utilizado.
“Gracias al desarrollo de una minería con responsabilidad social, nuestro pueblo progresa y tenemos muchos proyectos y sueños por cumplir», agregó. En diferentes medios de comunicación, algunes habitantes celebran la vuelta de jóvenes al pueblo para trabajar en la minera, la creación de escuelas, la capacitación en oficios, entre otras cosas.
Sin ir más lejos, el día del Festival el gobernador Sadir inauguró alumbrado público en un predio donde residirán 40 nuevas familias; anunció la colocación del césped sintético en la cancha de fútbol, y citó la habilitación del Centro de Documentación Rápida.
Pero, ¿qué pasará cuando las mineras se vayan? Otras comunidades originarias no están de acuerdo con la extracción desmedida del litio en la región. El año pasado, el Tercer Malón por la Paz cruzó el país y llegó a Buenos Aires reclamando, entre otras cosas, la propiedad de sus tierras.
Previamente, en 2021, la Asamblea Provincial de Pueblos Indígenas “en resguardo del territorio y en defensa de la Vida”, también realizó su caminata en lucha. Sobre la situación en Olaroz Chico, manifestaron que “el gobierno de turno, la oligarquía terrateniente, multinacionales y mineras usurpan el territorio y provocan daños irreversibles a la Madre Tierra, poniendo en riesgo así la vida de toda la Humanidad”.