Gabriela Sabatini es una de las principales referentes históricas del deporte nacional. A través de su enorme talento, y de sus inolvidables logros, dio forma a un valioso legado que continúa en la actualidad en cada joven que agarra una raqueta. Este jueves, Gabi celebra sus 54 años. Es por ello que Nota al Pie recuerda los momentos más destacados de su imborrable carrera.
Sus inicios, su etapa su junior y su impactante entrada en el profesionalismo
Nació el 16 de mayo de 1970. A los 6 años comenzó a jugar al tenis en el club River Plate. Desde esa temprana edad mostró su virtuosismo y calidad para el deporte de la pelotita amarilla. A los 9, gracias a sus resultados en los torneos metropolitanos y nacionales, fue convocada para el torneo Sudamericano juvenil. Poco tiempo más tarde disputó por primera vez el prestigioso certamen Orange Bowl.
Su formación internacional se acrecentó cuando viajó a Estados Unidos, a la academia del chileno Patricio Apey, reconocido entrenador. En esta etapa comenzaron sus primeras experiencias por Europa. Allí estuvo acompañada de su amiga y colega Mercedes Paz, actual capitana de la selección argentina. Se trató de un importante desafío dentro y fuera de la cancha. En diversas entrevistas, Sabatini manifestó que esa época le brindó mucha madurez.
Con apenas 14 años, su momento más resonante del ciclo junior fue el título obtenido en Roland Garros. En esa temporada se dio además su entrada al circuito de mayores y su primera participación en un Grand Slam, hecho ocurrido en el US Open. Finalizó 1984 dentro del top 75, hecho que sólo una escasa cantidad de jugadores lo consiguieron a esa edad.
Gabriela Sabatini: revelación en París y primeros títulos profesionales
Ya en el cuadro principal, la argentina regresó al Abierto de Francia, en donde tuvo una inolvidable actuación. Con 15 años recién cumplidos, llegó a semifinales. Allí perdió ante la estadounidense Chris Evert, eminencia de este deporte, y quien sería la posterior campeona de esa edición.
Meses más tarde, en octubre de 1985, la albiceleste ganó en Tokio su primer título WTA. Por otro lado, en 1986, se consagró campeona en Buenos Aires, ante su gente. En la final superó a la española Arantxa Sánchez Vicario, por doble 6-1.
1988 fue un antes y un después en la carrera de Sabatini. Por diversas razones. En marzo fue la primera vez que venció a Steffi Graf, con quien había perdido en las siete ocasiones previas que se habían enfrentado. Fue la primera alegría de un trascendental historial entre ambas, el cual incluye un total de 40 partidos.
Además, días más tarde, se consagró campeona en Roma, torneo que sería uno de sus favoritos. Allí levantaría el trofeo tres veces más: en 1989, 1991 y 1992. En septiembre se dio el gusto de tener su primera experiencia olímpica, en el marco de los Juegos organizados en Seúl. Con un enorme nivel, la sudamericana aseguró su medalla plateada al vencer en semifinales a la búlgara Manuela Maleeva. En la final perdió contra Graf por doble 6-3.
Como magnífico cierre de año, la joven porteña se impuso en el Masters, jugado en el mítico estadio Madison Square Garden de Nueva York. En la definición le ganó a la local Pam Shriver en un cotejo jugado a mejor de cinco sets. Fue el sexto título de la temporada para ella.
El campeonato en el US Open 1990 y la deslumbrante actuación en el Masters 1994
Un par de años más tarde, y con mayor experiencia, Gabriela afrontó el Abierto estadounidense, en donde fue por su primer Grand Slam a nivel single. A diferencia de otros torneos previos, y según lo comentó en varias ocasiones, cada noche antes de dormir tuvo el mismo pensamiento: ella levantando la Copa.
En aquella competencia la argentina jugó suelta y con mucha claridad táctica. Alcanzó las semifinales sin grandes problemas. Fue en esa ronda en donde tuvo el partido más duro. Dio vuelta el marcador ante la siempre difícil Mary Joe Fernández. Pasado ese exigente desafío, en la gran final venció nada menos que a Graf por 6-2 y 7-6.
De este modo hizo realidad su sueño y consiguió el trofeo más importante de su carrera. Su entrenador de ese momento era el brasileño Carlos Kirmayr, quien le aportó más variantes de ataque a su estilo de juego.
En esa misma temporada estuvo cerca de conseguir su segundo Masters, pero cayó en la definición ante otra leyenda: la jugadora de origen serbio Mónica Seles. Por otro lado, en 1991, Sabatini estuvo a sólo dos puntos de convertirse en número uno del mundo. Ello ocurrió en la final de Wimbledon, en donde perdió de manera ajustada frente a su habitual rival Graf.
En 1994 llegó otro gran hito de su carrera, al conseguir su segundo Masters. En ese caso le ganó la final a la estadounidense Lindsay Davenport. No obstante, hacia 1996, la referente nacional se sintió desgastada y cansada desde lo mental y con ganas de hacer cosas diferentes, por fuera del tenis profesional. Fue por ello que decidió retirarse a los 26 años, noticia que sorprendió al mundo del deporte.
No obstante, el legado de Sabatini sigue hasta el día de hoy. Con la humildad y generosidad que la caracteriza, la ex jugadora siempre está dispuesta a acompañar y apoyar a diversos deportistas del país. Desde Nota al Pie, le deseamos un muy feliz cumpleaños.