Vida digna para les adultes mayores: ¡afuera! Así lo promueve el manifiesto mileísta, o proyecto de “Ley de Bases y Punto de Partida para la Libertad de los Argentinos”, que este martes 30 de abril obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados.
El extenso texto está colmado de puntos que plantean más complicaciones en lo económico para miles de argentines, que ya vieron cómo disminuyeron sus ingresos. Uno de esos ítems propone la derogación de la moratoria previsional, aprobada en marzo de 2023, y su reemplazo por una Prestación de Retiro Proporcional.
Los números alarmantes recorrieron las redes sociales y medios de comunicación: 9 de cada 10 mujeres no podría jubilarse a los 60 años. De esta manera, deberían esperar a los 65 para acceder al nuevo retiro proporcional, que equivale al 80% de una jubilación mínima.
Hay quienes aseguran que la moratoria previsional “es injusta para los que cumplieron con la ley”, como aseguraba en una nota de La Nación cuando se aprobó ese proyecto. Para todes elles, Nota al Pie explica por qué su derogación representa una profundización de la inequidad de género.
¿Qué pasará con las futuras jubiladas?
Seguramente ya lo leíste, pero hagamos un repaso. Si se aprueba la Ley Bases en la Cámara de Senadores, cambiarían las condiciones para acceder a la jubilación.
Las personas que cumplan 65 años de edad y no completen los 30 de aportes, no estarían cubiertas por la moratoria previsional que se dictó en marzo de 2023. Desde el Gobierno nacional propusieron reemplazarla por una Prestación de Retiro Proporcional (PRP), que equivale a la actual Prestación Universal al Adulto Mayor (PUAM).
Esto presenta de partida dos problemas. Primero, que la edad jubilatoria para las mujeres pasaría de 60 a 65 años. Segundo, que el haber que cobrarían les jubilades en el PRP es de un valor menor al de la Canasta Básica de Consumo. Quienes accedieron a la PUAM cobraron $163.556, mientras que, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), el último dato de la canasta necesaria para una mujer de 61 a 75 años fue de $172.278.
Pero, ¡puede haber más! Esta Prestación de Retiro Proporcional no podría acumularse con otra pensión, por ejemplo, cuando una persona viuda cobra una pensión por fallecimiento de su cónyuge. A su vez, tampoco es pensionable; es decir, en caso de fallecimiento de le beneficiarie, el cobro no se trasladaría al cónyuge o hijes con discapacidad o menores de 18 años.
La inequidad de género en la tercera edad
Según un estudio del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) de julio de 2022, el 75% de quienes acceden a una jubilación por moratoria son mujeres. Esto no se debe a que ellas no quisieron trabajar y generar aportes a lo largo de su vida, sino a la brecha de género en cuestiones laborales.
En mayo de 2021, ANSES realizó un estudio que llamó “Impacto de las brechas de género en el acceso al derecho a la seguridad social”. Allí, establecieron que en las mujeres, “al momento de la vejez, es posible observar el resultado de la acumulación de desventajas a lo largo del tiempo”.
Se trata de “menores tasas de participación laboral femenina, mayores tasas de informalidad, subempleo y desempleo, así como menor participación en empleos de mayor jerarquía”. Según afirmaron desde el ANSES, esto genera mayor intermitencia en sus historias contributivas durante su vida activa y salarios más bajos en relación con los varones.
Se reflejan en los números. De acuerdo a la ley previsional vigente, apenas 1 de cada 10 mujeres cumple con el requisito de registrar 30 años de aportes a los 60 años.
Históricamente, son ellas las que se ponen al hombro las tareas de cuidado. De acuerdo al informe “El aporte de los cuidados al PBI”, de la ya no existente Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Género, en el último trimestre de 2022 se registraron 146.1 millones de horas diarias de trabajo sin remuneración. Estas representaron el 16,8% del Producto Bruto Interno argentino. Pero del total de esas horas, el 70,2% las realizaron las mujeres.
La inequidad de género continúa al momento de jubilarse. Con la moratoria, la brecha entre varones y mujeres en las jubilaciones es de 7%, mientras que para las prestaciones sin moratoria alcanza el 9%. Así lo afirmó el estudio del ANSES antes mencionado.
Tras la media sanción de la Ley Bases, Amnistía Internacional emitió un comunicado. En el mismo, estableció que apenas el 13% de las mujeres de entre 55 y 59 años de edad cuenta en la actualidad con más de veinte años de aportes.
Por último, el organismo pidió que se deben reparar “las desigualdades históricas en las trayectorias de vida y el mercado laboral informal de millones de personas, principalmente mujeres, para garantizar su acceso a prestaciones previsionales en condiciones de igualdad”.