Javier Milei siguiรณ la Marcha Federal Universitaria, con centro en Buenos Aires y rรฉplicas en varias ciudades del paรญs, desde el celular. Las redes sociales marcan el pulso de sus apariciones y tambiรฉn de su contacto con la realidad.
No siempre un Presidente tiene mรกs de un millรณn de personas en la calle por un motivo comรบn. La Argentina, tierra de Diego y Lionel, produce esos sismos cรญvicos y populares cuando se gana un Mundial o cuando se afectan las fibras que ningรบn gobernante debe tocar.
Esas, entre otras razones, son parte de crรณnicas pasadas, pero tambiรฉn de hechos del futuro. Porque la Argentina se marca entre cuatro paredes, pero se termina de cocinar en las calles.
Si ese acto de defensa ciudadana involucra a sectores que se sienten y son agredidos, pero que durante aรฑos no se hubieran sentado ni a tomar cafรฉ, que es el puente bebible de la diplomacia, es que algo se moviรณ. Que sacudiรณ, que golpeรณ y que amenaza con profundizarse.
Hasta se hicieron eco y apoyaron la Marcha dirigentes como el excandidato presidencial Sergio Massa y el ex Jefe de Gobierno porteรฑo, Horacio Rodrรญguez Larreta, padrino polรญtico de Marรญa Eugenia Vidal, quien alguna vez llegรณ a decir que ยซlos pobres no llegan a la Universidadยป.
El caso de la Uniรณn Cรญvica Radical merece un nota aparte: el presidente del partido y senador nacional, Martรญn Lousteau, fue de la partida en Buenos Aires, al igual que el diputado Rodrigo De Loredo lo hizo en Cรณrdoba. Pero si al economista, radical de la รบltima hora, nadie le dijo nada, al cordobรฉs le hicieron sentir el rigor del repudio popular.
Acaso como si se supiera que al dรญa siguiente no iba a a dar quรณrum en la sesiรณn especial de Diputados donde se intentรณ tratar, sin รฉxito, iniciativas parlamentarias para financiar a las Universidades. En la calle, sรญ. En el recinto, no.
Argentina, no lo entenderรญas.
En algรบn punto se advierte la gravedad de lo que dijo, despuรฉs de la Marcha, el vocero presidencial Manuel Adorni: โLa motosierra es eterna, no hay fin de motosierra. Es para siempre. El camino que estamos transitando reciรฉn empiezaโ.
En un principio mรกs mรญstico que republicano, tambiรฉn asegurรณ que ยซvamos a hablar de motosierra hoy, dentro de cuatro aรฑos, y si Dios asรญ lo quiere y los argentinos lo consideran, serรก motosierra por 8 aรฑosยป.
@madorni: โLa motosierra es eterna, no hay fin de motosierra. Es para siempre. El camino que estamos transitando reciรฉn empiezaโ. pic.twitter.com/EzhmVmQs7M
— Pablo Mercau (@pablomercauOK) April 27, 2024
El problema es que no hay nadie que pueda imaginar, sin caer en alucinaciones o delirios, un escenario asรญ que dure casi 8 aรฑos mรกs.
(Si un guionista presentaba una ficciรณn con algunas de las caracterรญsticas de la Argentina de hoy, lo hubiesen mandado a corregir para no parecer exagerado. Aรบn en ese juego, da la impresiรณn que tambiรฉn la realidad supera la imaginaciรณn).
Javier Milei y la paciencia popular
La virtud y el desafรญo del orfebre es la combinaciรณn entre precisiรณn y fuerza. En cada golpe se talla la obra, pero mal dado se puede arruinar el resultado final. Con la polรญtica pasa algo similar.
Las marchas del martes 23 significaron otro paso mรกs en algo que comenzรณ, de manera aparentemente espontรกnea, con los cacerolazos en la noche del 20 de diciembre de 2023. Iban 10 dรญas de gestiรณn de Milei y acababa de terminar la cadena nacional donde se dio a conocer el Decreto de Necesidad y Urgencia 70/2023.
Los analistas, apurados en resolver todo en pocos caracteres o en profundas explicaciones de un minuto con el gesto serio frente a la cรกmara, se preguntaban cรณmo era posible que se saliera a cacerolear por un decreto que ni siquiera los ciudadanos habรญan leรญdo.
La subestimaciรณn del otro es uno de los rasgos mรกs groseros de la soberbia, porque en el fondo oculta las debilidades propias y proyecta el temor a no comprender la situaciรณn, que es, en definitiva, lo que termina ocurriendo.
No hacรญa falta esperar mucho tiempo para advertir el profundo y regresivo contenido ajustador y antipopular de esa cadena, con la presencia de casi todo el Gobierno.
Una semana despuรฉs, al tiempo que el Gobierno difundรญa un video รฉpico con el envรญo al Congreso de la Ley Bases, la CGT y las dos CTA encabezaron una movilizaciรณn en Plaza Lavalle, frente a los Tribunales que son sede de la Corte Suprema.
El reclamo de inconstitucionalidad del DNU, tenรญa ese dรญa su primer reclamo organizado en las calles.
27 de diciembre de 2023.
Fue la primera vez que se ponรญa en marcha el Protocolo Antipiquetes de Patricia Bullrich, en acciรณn coordinada con el Gobierno porteรฑo.
Iban menos de 20 dรญas de gobierno.
Las marchas de enero, en medio del tratamiento parlamentario fueron el anticipo de la caรญda en los primeros dรญas de febrero del proyecto de Ley Bases, un mamotreto de mรกs de 800 artรญculos, que contenรญa un paquete tan ambicioso de ajuste y desarme del Estado que, sumado a las torpezas del oficialismo tanto en comisiones como en el pleno, lo hicieron caer.
Las mรกs de 400 mil personas en las calles de Buenos Aires pusieron al Congreso en el foco y al Gobierno en alerta.
El 8 de marzo fue la siguiente de las movilizaciones masivas. El Dรญa Internacional de la Mujer Trabajadora suele ser una fecha muy convocante en el calendario de la polรญtica, y a esa jornada el Gobierno le respondiรณ con una provocaciรณn simbรณlica. Cambiar el nombre del Salรณn de las Mujeres, en la Casa Rosada, por el del Salรณn de los Prรณceres (todos hombres), pretendiรณ ser una demostraciรณn de fuerza.
Todo lo contrario, es la impotencia de no tener cรณmo contrarrestar la calle en movimiento y la vibraciรณn de lo colectivo.
El 24 de marzo, a 48 aรฑos del Golpe, la tradiciรณn de marchar se renovรณ, porque las banderas de Memoria, Verdad y Justicia ya son partes constitutivas del entramado nacional.
En un Gobierno no solo negacionista, sino hasta con gestos directamente reivindicatorios de la dictadura, como los que encarna la vicepresidenta Victoria Villarruel, tambiรฉn era esperable una respuesta en esa jornada. Vino con un video, flojo de datos histรณricos, pretendidamente sensiblero y que se diluyรณ en el olvido en pocas horas.
El juego del Presidente versiรณn 2024
Con diferentes variables, la idea del juego verdad consecuencia gira en torno a que el participante debe optar por una de las posibilidades.
La primera opciรณn es responder con la verdad una pregunta del resto de los jugadores.
La segunda es cumplir un desafรญo, que puede variar de acuerdo a lo que la mayorรญa disponga.
Era, acaso lo es todavรญa, muy popular entre los pibes en los tiempos de los bailes de adolescentes en las casas. Los clรกsicos asaltos eran tambiรฉn un modo de iniciarse a modo de juego en el sistema de relaciones interpersonales que abrรญan camino a la adultez.
Para Milei, su paso a la adultez polรญtica se dio de manera vertiginosa. Aรบn se sacaba el maquillaje de la tele, cuando se puso la banda presidencial.
Ahora le toca el juego de la verdad y la consecuencia. Debe responder preguntas, que se miden en acciones mรกs que en palabras. Que causan efectos y ponen a prueba cada vez mรกs sus propias verdades.
En ese diรกlogo que es el juego de la democracia y que a casi cinco meses de su gestiรณn aรบn no comenzรณ, todavรญa no jugรณ a fondo con ninguna de las variables. Pero asรญ como el tiempo de su llegada fue tan rรกpido, igual de veloz se presenta el tiempo de las definiciones.