El 79° aniversario de Télam está lejos de ser un acontecimiento de celebración. La agencia de noticias se encuentra intervenida por el Gobierno de Javier Milei y con les trabajadores llevando a cabo un paquete de medidas de resistencia frente a la amenaza de cierre, esgrimida por el Presidente, el pasado 1 de marzo, en su discurso frente a la Asamblea Legislativa.
Télam es la agencia de noticias más importante de América Latina y la segunda en la lengua castellana, siendo consultada diariamente por 63 mil usuarios y contando con una página web que es visitada por 9 millones de personas.
El mes y medio que lleva el conflicto representó la ausencia oficial de Télam y provocó un apagón informativo afectando a los más de 800 abonados que utilizan los servicios de la agencia además de los contenidos digitales de acceso libre.
Sin embargo, los 45 días han servido para que los trabajadores se organicen junto a SiPreBA, llevando adelante distintas acciones para visibilizar el conflicto, como el acampe que mantienen de forma ininterrumpida desde el 4 de marzo en las puertas de las sedes de Bolívar y Belgrano.
Situación actual
La noche del 1 de marzo, Milei anunció su intención de cerrar Télam y se refirió a ella como un “elemento de propaganda kirchnerista”. Sus trabajadores se enteraron junto al resto de los televidentes de la cadena nacional. Algunos, incluso, se informaron de la novedad mientras cubrían lo que sucedía en el Congreso Nacional, donde fue comunicada.
Al día siguiente, una valla y un cordón policial bloquearon el acceso a las oficinas y ningún periodista pudo ingresar a trabajar. Al mismo tiempo, la página web de la agencia fue suspendida y un siniestro mensaje reemplazó la portada: “La página que intenta ver se encuentra en reconstrucción”. Esta adjunta al día de hoy una imagen del escudo nacional. Desde entonces, la lucha es continua.
Los abonados ya no pueden acceder a las notas y fotos de la cablera. La plataforma está inhabilitada y el archivo, bloqueado. Les trabajadores, dispensados de cumplir con sus funciones, mantienen un acampe las 24 horas del día mientras llevan a cabo otras intervenciones.
La defensa de Télam tiene una esperanza: no existe un plan oficial, ni se conoce ningún instrumento emitido de manera legal que oficialice lo anunciado por Milei. El domingo 7 de abril, cientos de trabajadores recibieron una nueva notificación vía mail, donde se les informó acerca de una nueva dispensa laboral por una semana más.
La situación, dicen, se repite cada fin de semana. La intervención gubernamental prorrogó por un mes más el plazo para adherirse a un plan de retiros voluntarios. Hasta el momento, la propuesta tuvo una adhesión muy baja entre los empleados.
La historia de Télam
La agencia nació el 14 de abril de 1945, siendo impulsada por el entonces secretario de Trabajo y Previsión Social, coronel Juan Domingo Perón. El objetivo era intentar romper con la hegemonía informativa, ejercida en el país por las agencias estadounidenses United Press International (UPI) y Associated Press (AP).
Télam trabajó en libertad hasta la Revolución Libertadora, que dispuso a la agencia de noticias bajo la órbita de la Fuerza Aérea y recortó personal. Con Arturo Frondizi en el poder, pasó a denominarse como Sociedad Anónima, Periodística, Radiofónica, Cinematográfica, Comercial, Inmobiliaria y Financiera.
En este período, la agencia aumentó sus actividades, sumó clientes y comenzó a transmitir por télex, llegando a más abonados en todas las ciudades del país hasta 1963, cuando su labor fue suspendida por el gobierno de facto de José María Guido, por “difundir informaciones falsas y tendenciosas”.
A partir de entonces, la participación estatal en la agencia fue reforzada, generando que Télam diseñara y difundiera publicidad estatal para generar recursos económicos propios.
Durante la última dictadura militar, fue una agenda de propaganda del régimen genocida, con una fuerte censura sobre su servicio, generando que parte de sus contenidos se propagaran en un mercado internacional negro de la información.
Estuvo amenazada varias veces, sobre todo durante los gobiernos de Raúl Alfonsín y Carlos Menem pero siempre resistió a los intentos de disolución. En 2003, Eduardo Duhalde dispuso la creación de Télam Sociedad del Estado, permitiéndole mantener su condición de empresa autárquica.
En los gobiernos de los Kirchner, la agencia siguió manteniendo su autonomía y tomaron medidas correspondientes en respuesta a las designaciones de distintas autoridades.
Con Mauricio Macri como presidente y Hernán Lombardi a cargo del Sistema de Medios Públicos, se impulsó un recorte progresivo de los servicios, afectando la calidad de las producciones de la agencia: se cerraron las ediciones del portal en inglés y portugués, se suspendieron los suplementos y se clausuró la publicación del Reporte Nacional.
Para junio del 2015, ya había 357 trabajadores despedidos. Comenzó entonces un plan de lucha, que incluyó un paro de más de 120 días por la reincorporación de los trabajadores, incluyendo la toma pacífica de los edificios situados en las calles Bolívar y Belgrano.
A fines del 2019, una parte de los despedidos fueron reincorporados y, gracias al trabajo de los profesionales, la agencia comenzó a recuperar la calidad y el prestigio. Desde ese momento, hasta 2023, Télam creció en sus operaciones en un 1174%.
Festejos en la adversidad
Una de las actividades propuestas para este aniversario es un brindis simbólico que se realizaría este lunes 15 en la puerta de la sede de Bolívar, que fue postergado por cuestiones climáticas. El acto contará con la presencia de Taty Almeida, referente histórica por los derechos humanos. La nueva fecha aún no fue confirmada.
Este martes, les trabajadores realizarán una nueva asamblea para analizar los pasos a seguir. Mientras tanto, preparan un festival para el sábado 20 en la Plaza de los dos Congresos, en donde habrá artistas, distintos números culturales, feria popular y juegos, entre otras cosas.
La decisión del Gobierno de interrumpir las actividades y cerrar las instalaciones, pone en riesgo la soberanía informativa del país y atenta contra uno de los derechos básicos de todos los ciudadanos. Sin embargo, Télam se mantiene firme, en su lucha por difundir la realidad de nuestro país.