Urgente y necesario, Elijo Crecer es el primer festival federal en defensa de la ciencia y la tecnología. Durante el pasado fin de semana, también fue una celebración de nuestra ciencia. Con stands en todo el país, hubo muestras desde el Paraná hasta la Cordillera, desde Jujuy hasta Tierra del Fuego. Se trató de una oportunidad para conocer a quienes dedican su vida a investigar, y para apoyarlos frente a un contexto de crisis.
El presupuesto otorgado para este año por el Gobierno nacional es el mismo que el de 2023. Esto afecta a todos los organismos estatales, no solo a los de Ciencia y Técnica.
Sumado a una gran inflación y a los despidos, desde Elijo Crecer sostienen que las instituciones están condenadas a la parálisis. Con estas cifras, es imposible que el CONICET y las universidades nacionales puedan seguir afrontando los gastos más básicos, como el pago de la electricidad o el gas, o los sueldos de investigadores y docentes, más allá de mediados de año.
Ante este panorama, algunas consecuencias ya empiezan a verse, como el recorte de ofertas de materias hasta servicios básicos como los de limpieza. En cuanto a las becas de investigación, el CONICET se había comprometido a otorgar 1300 nuevas becas doctorales en abril, pero el Directorio solo se comprometió a hacer efectivas 600, y desde agosto.
Nota al Pie conversó con el equipo Elijo Crecer CABA para conocer la situación de la ciencia y la tecnología en el país frente a medidas del Gobierno nacional que buscan desfinanciarlas.
La ciencia se defiende
El objetivo central de Elijo Crecer es claro: “Contrarrestar la campaña de desprestigio de la ciencia en la opinión pública”. Sin embargo, aseguran que “a veces tenemos la sensación de que cualquier cosa que hagamos es inútil a fin de cuentas, porque el Gobierno no parece haber cambiado sus políticas incluso frente a movilizaciones masivas, como la marcha del 8 de marzo o la del 24”.
Dentro de ese desprestigio, se encuentra la respuesta del vocero presidencial, Manuel Adorni, a la carta de los 68 premios Nobel, con la idea de que la ciencia argentina es “de dudosa utilidad” y que están redirigiendo recursos a investigaciones más “estratégicas”. Pero hay algo que no se puede negar: los rankings internacionales destacan al CONICET y a la UBA por la calidad de sus investigaciones.
Sumado a esto, denunciaron que “el Gobierno está desfinanciando todo el sistema científico, incluso la ciencia que sus propios funcionarios llamarían “útil” porque tiene aplicación inmediata”.
“Un ejemplo es el proyecto CAREM. ¿Quién dudaría de la utilidad de construir un reactor modular pequeño, uno de los únicos tres en construcción en el mundo y que permitiría al país recibir millones de dólares por exportaciones? O, por dar otro ejemplo, ¿quién llamaría ‘de dudosa utilidad’ las investigaciones de Raquel Chan, cuyo grupo desarrolló el trigo resistente a la sequía?”, cuestionó el equipo organizador.
La fiesta de la ciencia
Pensaron que sería solo en CABA, pero hubo 62 nodos en todo el país. Entre grandes y pequeñas ciudades, se calcula que participaron entre 23 mil y 25 mil personas.
“Creemos que esta participación de punta a punta del país da una pauta importante. Voluntad de luchar hay; lo que hay que ver luego es cómo la canalizamos. Pero quedó claro que la comunidad científica no se siente derrotada y no se resigna a quedarse de brazos cruzados mientras este gobierno liberticida destruye la ciencia argentina”, indicaron.
Durante el fin de semana, cada nodo se llenó de una variedad de propuestas. “Hubo de todo, a decir verdad. Hubo actividades para infancias, como un taller de modelado de anfibios con arcilla y un stand con una maqueta de una central nuclear, gentileza de compañeros de la CNEA (Comisión Nacional de Energía Atómica). También observaciones en microscopios, una muestra de fotos sobre creencias religiosas y un stand sobre mitos acerca del funcionamiento de nuestro cerebro”.
La paleontología tuvo su lugar, y en el nodo Parque Centenario en CABA estuvo representada por el Museo Argentino de Ciencias Naturales, Parques Nacionales y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) se hicieron presentes también.
En este sentido, destacaron que “se cumplió algo que nos interesaba y era mostrar la enorme variedad de la ciencia argentina. No solo en cuanto a sus áreas de investigación, en toda la enorme pluralidad que resumimos bajo nombres como ‘ciencias exactas y naturales’ o ‘ciencias sociales y humanas’, sino también en términos de su marco institucional”.
“En particular, si bien muchas de las personas que lo organizamos trabajamos en CONICET, quedó claro que no es el único lugar donde se hace ciencia en la Argentina”, enfatizaron.
Elijo Crecer: de la crisis a la oportunidad
El rol de “tirar la primera piedra” para crear este Festival lo tuvieron Valeria Edelsztein, Claudio Cormick, Nadia Chiaramoni, Julieta Elffman y Pablo Ramos Méndez, investigadores del CONICET. Dos de elles, Valeria y Claudio, estaban de vacaciones cuando se enteraron de los despidos en el Centro Cultural de la Ciencia.
“Primero nos amargó muchísimo y poco después nos puso en modo ‘organización’. Terminamos convirtiendo nuestro departamento vacacional alquilado en una especie de base de operaciones organizacional y viendo qué podíamos armar”, señalaron.
De una publicación en X (ex Twitter) preguntando quién se sumaba a organizar un nuevo festival de ciencia, al poco tiempo había inscriptas más de 400 personas de todo el país. La propuesta pasó, entonces, a ser federal.
El antecedente estaba en “Ciencia Paliza”, un festival contra los recortes de Mauricio Macri, en CABA. Así, de la crisis nació esta oportunidad de divulgar la ciencia, para democratizarla.
“Un resultado que queda en pie después de esta primera edición es una enorme red de compañeros y compañeras en todo el país, con disposición a luchar. También los lazos que hemos tendido con otros y otras trabajadoras del Estado, como la gente de ARSAT, que acercó al festival un stand de lucha contra la privatización de la empresa. El panorama es extremadamente preocupante pero lo vamos a enfrentar con organización”, concluyeron.