Desde que el gobierno de Javier Milei asumió el poder, las universidades públicas de todo el país atraviesan días de extrema preocupación. Ante la prórroga del presupuesto 2023 para este nuevo año -y en el marco de una inflación interanual que supera el 200%- algunas casas de estudio ya adelantaron que será muy difícil, en principio, culminar el primer cuatrimestre.
Además de la complejidad de afrontar los gastos -sueldos, mantenimiento, entre otros- con el mismo dinero del año pasado, las universidades también se preocupan por la deserción estudiantil que, en el último tiempo, se fue intensificando. Frente a estos escenarios producto de las políticas económicas adoptadas por el presidente libertario, los diversos gremios universitarios decidieron organizarse en unidad y en defensa de la educación pública.
En consecuencia, desde el Frente Sindical de Universidades Nacionales y la Federación Universitaria Argentina (FUA) anunciaron una marcha federal para el próximo 23 de abril.
“Defendamos la universidad pública; defendamos los salarios docentes, no docentes y de investigadores; defendamos las becas, el boleto educativo y aquellas condiciones que hacen posible para la mayoría del estudiantado sostenerse dentro de la universidad. Reincorporación ya de los despedidos en el Estado”, expresa el comunicado firmado por la CONADU Histórica, CONADU, FEDUN, FACDUT (de la UTN), CTERA, FATUN y FUA.
Estudiantes, docentes, no docentes y rectores inmersos en la misma preocupación
En diálogo con Nota al Pie, Tomás Battaglino, responsable nacional del Movimiento Sur y secretario de Relaciones Internacionales de la FUA, habló acerca de la convocatoria y la organización de los gremios ante la avanzada libertaria.
Al respecto, Battaglino destacó que la movilización no solo reunirá a todo el movimiento estudiantil argentino, sino también a la totalidad de las distintas expresiones sindicales de docentes y no docentes. Asimismo, se espera la adhesión de les rectores que conforman el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN).
“Lo importante que tiene esta organización es que aglutina tanto los reclamos de docentes y no docentes, del movimiento estudiantil, e incluso de las autoridades de las Universidades”, destacó el representante de la FUA.
En ese sentido, señaló que, además de las demandas de cada sector, la marcha del 23 de abril servirá para manifestarse conjuntamente en contra del recorte presupuestario.
“Un ataque de fondo a las universidades públicas”
Si bien ya existió una marcha similar a la que se prevé para el próximo martes 23 de abril, cuando en 2018 la comunidad universitaria se organizó en contra del ajuste macrista, Tomás Battaglino considera que este contexto es aún peor.
“No solamente se está hablando de congelar un presupuesto momentáneamente, sino que hay un ataque de fondo a las universidades públicas”, sostuvo el responsable nacional del Movimiento Sur.
Además, Battaglino se refirió a las declaraciones del diputado de La Libertad Avanza, Alberto «Bertie» Benegas Lynch, quien durante una entrevista reciente confesó “no creer” en la obligatoriedad de la educación. Al respecto, remarcó que “no es menor” esta expresión, sino que “demuestra el trasfondo del gobierno nacional”.
“No solamente quieren desfinanciar la educación, sino que también quieren ir en contra de la libertad que da la universidad pública”, puntualizó.
En ese marco, afirmó que las Universidades están reaccionando ante los ataques presupuestarios y discursivos, y que la marcha del 23 servirá como “el primer momento” en el que de manera conjunta “se hará una demostración de fuerza”.
“Así como el 8 de marzo salieron a la calle miles de mujeres a decir que no están dispuestas a la agenda de regresión de derechos que plantea el gobierno y así como salimos el 24 de marzo a decir que no estamos de acuerdo en retroceder en la de derechos humanos, este 23 de abril tenemos que salir a decir que la educación pública, gratuita y obligatoria son banderas innegociables”, expresó el secretario de la FUA.
Recorte en las becas PROGRESAR, otro de los reclamos de la marcha federal
En paralelo a la falta de presupuesto para continuar con el dictado de clases, al sector universitario también le preocupa el desfinanciamiento en las becas PROGRESAR, lo que será otro de los principales reclamos para la marcha federal.
Al respecto, denunció que el Gobierno aún no dispuso una fecha de inscripción o renovación para los beneficiaries que percibían una determinada cantidad de dinero para respaldar sus estudios.
“La situación realmente es crítica”, declaró Tomás Battaglino, al mismo tiempo en que adelantó que, si bien aún los números no están cerrados, todos los registros indican que los ingresos a las carreras este año han sido inferiores.
“Empieza a verse una deserción muy grande y con la crisis se va profundizando. Por eso, el reclamo del 23 no es un capricho, sino que es un problema de supervivencia de nuestra Universidad Pública”, lamentó.