El presidente Javier Milei viajó rumbo a Ushuaia (Provincia de Tierra del Fuego), para recibir a la Jefa del Comando Sur de los Estados Unidos, Laura Richardson. El Gobierno planea avanzar con la obra del Polo Logístico Antártico con Washington de aliado, en un nuevo desaire para con China.
El encuentro se concretó en horas cercanas a la medianoche, debido a un retraso en el vuelo que tomó el Presidente, el cual ameritó una parada técnica imprevista en Rio Gallegos, Santa Cruz.
La decisión de la visita se tornó imperiosa luego que el gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, rechazara recibir a Richardson, en desacuerdo por el alineamiento pro Estados Unidos.
Además de Milei, formaron parte de la comitiva el Ministro de Defensa, Luis Petri; el Jefe de Gabinete, Nicolás Posse; la Secretaria General de la Presidencia, Karina Milei y el embajador estadounidense en Argentina, Marc Stanley.
Como recibimiento, tras hacerse conocida la noticia del arribo, sindicatos y agrupaciones sociales se reunieron en la plaza Islas Malvinas de Ushuaia para rechazar la reunión que se demoraría hasta la noche.
La visita de Richardson al país se enmarca en una nutrida agenda organizada por el gobierno con su par norteamericana desde el martes. Sin ir más lejos, Richardson estuvo presente en la jornada de ayer en la Casa Rosada con Nicolás Posse, pero sin la presencia del Presidente.
En esta ocasión, el líder libertario decidió viajar en una nueva muestra de alineamiento geopolítico con Estados Unidos. De esta forma, el lugar del encuentro resultó el de máximo interés en el país tanto para los norteamericanos como para China, en una pulseada por la influencia en Latinoamérica y el mundo.
Es que en Ushuaia se encuentra la obra del Polo Logístico Antártico desde donde el Gobierno planea la creación de una base naval con Estados Unidos. Se trata de un guiño a la preocupación de Richardson sobre presuntas intenciones de China por instalarse y monitorear el paso bioceánico.
Milei, el adulador de Estados Unidos
El encuentro entre el presidente Javier Milei y la Jefa del Comando Sur de los Estados Unidos, Laura Richardson, tuvo una breve conferencia del libertario en la cual aprovechó para rendirle tributo a la visita.
En la misma, habló de “soberanía” y que para defenderla es necesario “reforzar nuestra alianza estratégica con los Estados Unidos y con todos los países del mundo que defienden la causa de la libertad”.
En tanto, el Presidente se mostró “muy agradecido” por la visita de Richardson y el apoyo que reciben de Estados Unidos. Y habló de las “ideas de la libertad”, en pos de que las mismas se extiendan al mundo para rechazar “dictadores, autocracias, fanáticos religiosos o del comunismo”.
Como si fuese poco, Milei fue más allá y expresó: “Los argentinos como pueblo tenemos una afinidad natural con los Estados Unidos”. Y añadió: “Ambos pertenecemos a la tradición occidental, con una cultura, una historia política y una forma de vivir en sociedad en buena parte compartida”.
Sobre estos dichos, se refirió de modo tajante por X, el presidente del Movimiento Libres del Sur, Humberto Tumini: “Lindo presidente tenemos. Se va a Ushuaia a lamerle las botas a la yanqui esta, que viene a controlarnos el país”, expresó.
Y completó: “Se viste de milico dando vergüenza ajena y, encima, declara ´tenemos una afinidad natural con EEUU´”.
En tanto, y en referencia al desarrollo de una nueva base naval integrada, el Presidente expresó que el mismo se trata de un “gran centro logístico que constituirá el puerto de desarrollo más cercano a la Antártida y convertirá a nuestros países en la puerta de entrada al continente blanco”.
A su vez, agregó que esta obra permitirá “desarrollar la economía local” y un “apoyo a los cruceros de buques comerciales que operan en el Atlántico Sur”.
Argentina y una nueva disputa entre Estados Unidos y China
Desde la llegada de Javier Milei a la presidencia del país, cambiaron los alineamientos geopolíticos de Argentina. El Gobierno de la Nación se dispuso a arruinar los lazos ya definidos con China para someterse a los deseos de Estados Unidos. Muestra de ello, fue la noticia de la adquisición de los aviones de combate.
Tras avanzadas las negociaciones por la administración de Alberto Fernández por la compra de aeronaves modernas F-17 de la potencia asiática, la situación dio un vuelco con Milei y se optó por la compra de 24 unidades de origen estadounidense a Dinamarca (aliado de la OTAN).
Los aviones de combate adquiridos,ya estaban en desuso y sin equipamiento por lo que Estados Unidos ofreció 40 millones de dólares para su funcionamiento básico. De este modo, los norteamericanos desplazaron algunos potenciales negocios de Argentina con China.
A ese episodio, se le suma la acción de Javier Milei por congelar las obras hidroeléctricas en Santa Cruz, razón por la cual la firma asiática Gezhouba, que venía a cargo dichas obras, se retiró ante la pasividad del gobierno por no firmar los contratos.
Ahora, ante el anuncio de la creación de una base naval con Estados Unidos de respaldo, es una forma de desalentar una financiación china para un puerto en Rio Grande, razón por la cual Richardson había mostrado preocupación.
Por otra parte, China cuenta con una estación espacial en Neuquén, la cual será sometida a una inspección según anunció el gobierno para corroborar que la misma no esté militarizada. Las sospechas surgen a partir de declaraciones del embajador de Estados Unidos en Argentina, Marc Sanley.
En consecuencia, y en pos de entregarse a Washington, Javier Milei cumple cada uno de los requerimientos que le encomiendan, rechazando así a la potencia asiática.