El racismo ha vuelto a afectar al fútbol, esta vez dirigido al jugador argentino Marcos Acuña. El lateral del Sevilla recibió insultos mientras jugaba contra el Getafe.
Al escuchar los gritos de “mono, mono”, el árbitro Javier Iglesias Villanueva fue informado de la situación por el jugador y, en el minuto 68, el partido fue detenido momentáneamente.
Tras este lamentable episodio, varias personas han expresado su repudio. El primero en hacerlo fue el técnico del Sevilla, Quique Sánchez Flores, quien también ha sido objeto de insultos por su origen gitano.
Luego también se expresaron el técnico del Atlético Madrid, Diego Pablo Simeone. También habló en esta lucha contra el racismo el jugador brasileño del Real Madrid, Vinicius Junior. La Liga también emitió un comunicado lamentando lo ocurrido.
Cabe destacar que, además, se llevó a cabo otro episodio racista durante el fin de semana en España: el partido entre Sestao River y Rayo Majadahonda tuvo que ser suspendido por el árbitro en el minuto 84 debido a los insultos racistas dirigidos al portero visitante Cheikh Kane Sarr, quien fue expulsado después de enfrentarse con los hinchas. Su equipo decidió no continuar jugando.
Marcos Acuña, la nueva víctima del racismo
Durante el partido entre el Sevilla y el Getafe, el jugador Acuña recibió insultos racistas y xenófobos por parte de los hinchas del equipo rival.
Al grito de “mono, mono” y “Acuña vienes del mono”, el argentino informó esta situación al árbitro, quien detuvo el encuentro momentáneamente, siguiendo el protocolo para enfrentar estas situaciones.
El partido fue detenido en el minuto 68 y los altavoces del estadio informaron sobre la situación. Finalmente, el partido se reanudó y culminó con la victoria del Sevilla por 1 a 0 con un gol de Sergio Ramos. El defensor español, al término del encuentro, expresó: “Desde hace tiempo se viene reclamando en el fútbol respeto, es decir, que la gente no venga a un estadio a desahogarse y decir tonterías, a insultar a los jugadores”.
El apoyo para Marcos Acuña
Después de lo sucedido con el lateral argentino, varias personas lo respaldaron y condenaron una vez más el racismo.
Quique Sánchez Flores, entrenador del Sevilla, también recibió insultos por parte de la afición del Getafe. “Gitano, gitano”, le gritaron desde las gradas.
«Estoy orgulloso de cada poro que pueda respirar gitano, pero una cosa es ser gitano o parte de ello, y otra muy diferente es que lo utilicen como insulto racista, me parece aberrante», expresó el entrenador. «Aquí parte del público cree que puede venir a decir lo que quiera, esto es lo que está ocurriendo en el fútbol. Nosotros somos trabajadores, y se nos debe respetar», concluyó.
Un compatriota de Acuña, el técnico argentino del Atlético Madrid, Diego Simeone, también habló del tema, en la previa al partido entre su equipo y el Villareal.
«Difícil seguir hablando más de lo mismo de lo que venimos hablando desde hace mucho tiempo. Depende de todos, no depende de una sola persona, depende de la sociedad entera, y obviamente necesitamos mejorar todos», dijo el argentino.
La Liga española también se expresó mediante un comunicado en redes sociales. En el mismo, señala que «condena firmemente cualquier gesto de racismo y seguirá trabajando para erradicar estos comportamientos intolerables de nuestro deporte».
Por último, Vinicius Junior, jugador brasileño del Real Madrid y quien se ha convertido en un símbolo de la lucha contra el racismo en el fútbol, también expresó su apoyo a Acuña.
“Todo mi apoyo a Marcos Acuña. Los racistas deben ser expuestos y los partidos no pueden continuar con ellos en la grada. Solo tendremos victoria cuando los racistas sean sacados de los estadios directo a la cárcel, lugar que se merecen”.
Otro episodio de racismo en España
Además de lo ocurrido con Marcos Acuña, se registró otro hecho xenófobo durante el fin de semana en España.
Durante el partido entre el Sestao River y el Rayo Majadahonda, el árbitro tuvo que suspender el encuentro en el minuto 84 debido a los insultos racistas dirigidos al portero visitante, Cheikh Kane Sarr.
Luego del incidente, el arquero se enfrentó a los hinchas en las gradas, lo que resultó en su expulsión. En respuesta, su equipo decidió abandonar el campo de juego en señal de protesta.