Continúa en cartel con gran éxito el unipersonal “Si salís con vida«, escrito por Flavia Company. Una propuesta teatral que ofrece una experiencia inmersiva y conmovedora que no deja indiferente a nadie de la platea, bajo la gran dirección de Sebastián Suñé, quien suma un ritmo dinámico a toda la función.
La versátil actriz Karina Hernández brilla en el papel de una monja rebelde, en una jugada interpretación que desafía los estereotipos y conecta de inmediato con el público. Las funciones son los martes a las 21 en el NÜN Teatro Bar (Juan Ramírez de Velasco 419, CABA).
Este unipersonal sorprende desde un principio, ya que la actriz rompe la cuarta pared y se comunica de forma directa con la platea para contar su hartazgo de repetir una y otra el papel encomendado, una monja tercermundista.
Su dramaturgia, pluma de Company, expone la mente y emociones de esta loca protagonista, quien encuentra como única salida para escapar de su rutilante trabajo la eliminación de una vez por todas del público presente.
Pero antes de llevar a cabo su cometido, decide a manera de justificación expresar sus frustraciones a les presentes, en un vital desafío entre sus propios deseos y la reinante pasividad de la gente frente a las injusticias del mundo.
A medida que la trama avanza, se establece un incómodo espejo que refleja la conformidad del espectador ante un sistema opresivo.
De alguna manera, la propuesta resulta muy original, sorprendiendo para bien a les presentes y se convierte así en una invitación a la reflexión sobre la existencia individual y el papel que se tiene dentro de las estructuras civiles y culturales.
A través de una mezcla de simpática provocación y picante catarsis, la obra confronta al espectador con la necesidad de desafiar el status quo y buscar la libertad en un mundo lleno de restricciones.
Pura versatilidad escénica
Este unipersonal logra diferenciarse sin dudas de otros presentes dentro de la cartelera porteña. Karina Hernández, su protagonista, es conocida por su creciente carrera con muy buenas interpretaciones en diversas producciones como “Gloria”, “Regreso en Patagonia”, y “Mujeres en el baño”, entre otras.
Con una actuación genial, llena de una energía contagiosa y una cuota justa de desfachatez, da vida en escena unos textos cuestionadores y provocativos. Hernández se entrega por completo al arte de declamar, bailar y dialogar con un personaje empático que se compra al público de inmediato.
Así, la obra desde un principio se convierte en un juego teatral que desafía las normas sociales, usando el personaje de una monja como símbolo de sumisión a una estructura eclesiástica machista.
En una relación directa con lo que sucede sobre el escenario, los presentes se ven inmersos en una dramaturgia que puede ser ajena a sus deseos, pero en la que participan como en una misa teatral.
La actriz explora esta dualidad de manera magistral, y a manera de una parodia alocada e ingeniosa juega con las imposiciones sociales. El resultado final, es una inesperada invitación a cuestionar los roles asignados y a abrazar la libertad artística.
Sebastián Suñé, hábil director de esta obra, aprovecha al máximo la presencia dual de la actriz para transmitir ese mensaje oculto de libertad que subyace en el texto. Con una escenografía minimalista que destaca una cruz de neón y una mesa como únicos elementos, Suñé logra un equilibrio perfecto entre la interpretación y ese mensaje.
Aunque el texto puede resultar repetitivo en ocasiones, conecta con el público gracias a sus profundas reflexiones y cuestionamientos. El diseño de luces de David Seldes, es sorprendente y ayuda a crear una atmósfera que transforma la escena y acompaña el desarrollo de la trama.
Además, la obra cuenta con un destacado equipo de dirección artística, maquillaje y producción que enriquecen aún más la experiencia teatral.
“Si salís con vida”, en resumen
“Si salís con vida” logra ser una genial propuesta dentro de ese difícil universo de unipersonales. Karina Hernández, su protagonista, irradia energía y talento, mientras que la dirección experta de Suñé y la escritura inteligente de Company se entrelazan para crear una experiencia teatral tierna y desafiante.
Como yapa, la obra invita al espectador a reflexionar sobre la libertad individual y la lucha contra las imposiciones sociales. Todo un logro en los tiempos que corren.