El fútbol argentino contiene partidos de gran calibre y uno de ellos es el “Superclásico”, el cual se ha destacado en varias ediciones por cuestiones extrafutbolísticas. Dichos cotejos suelen no decepcionar, sin importar el resultado final.
Hace una década, se dio uno lleno de condimentos varios. Aquel encuentro entre Boca Juniors y River Plate por el Torneo Final 2014 representó, sin que la mayoría lo supiera, el último como jugador profesional de Juan Román Riquelme, actual presidente del “Xeneize”.
Un 30 de marzo de 2014, el “Millonario” visitó La Bombonera con la obligación de ganar para no perderles pisada a los líderes. En aquella ocasión, el mediocampista Manuel Lanzini puso en ventaja a River pero Riquelme emparejó el trámite de forma parcial con un golazo de tiro libre que dejó sin reacción al golero Marcelo Barovero.
Sin embargo, luego de un córner mal sancionado por el juez Néstor Pitana, el defensor Ramiro Funes Mori anotó de cabeza el 2-1 final para el cuadro de Núñez. De esta manera, se bajaron las persianas de un Superclásico más para algunos, pero no para los Xeneizes: Riquelme había ofrecido su último show.
Algunos números superclásicos de Riquelme
En el marco de la décima fecha del Torneo Final 2014, el volante creativo de Boca disputó su último “derby” del fútbol argentino. Con 20 enfrentamientos frente a River, Riquelme tuvo su debut en Clausura 1997 al ser titular en el primer duelo de aquella temporada.
En el compromiso de octubre reemplazó a Diego Maradona, quien disputó su último Superclásico como profesional. En el séptimo cruce logró su primer gol oficial, con otro tiro libre, pero en El Monumental.
Ya sea por Copa Libertadores o en los torneos domésticos, con lujos inolvidables e incluso, con provocaciones a su propia dirigencia, Riquelme siempre resaltó en estos partidos.
De la veintena de compromisos, el ex jugador de Boca ganó 9, empató 7 y perdió solo 4; con 4 goles convertidos y 6 asistencias. Más allá del enorme talento que mostró en su carrera deportiva, contra River vislumbró su excelente pegada con dos tantos de pelota parada.
Un encuentro con más historias por compartir
Como sucedió con Riquelme, ese partido frente a River significó el último de Carlos Bianchi como entrenador boquense. Asimismo, el Millonario salió victorioso como visitante tras una década en las que acumuló cuatro caídas y la misma cantidad de igualdades.
En tanto, el triunfo permitió que los dirigidos por Ramón Díaz en aquel entonces tomarán un empujón anímico para pelear por el título. Mientras que, el partido simbolizó la despedida del torneo para Boca.
En cuanto a los protagonistas del encuentro, ninguno de los que vistieron la camiseta de Boca se encuentran en la institución. De hecho, de los 14 que sumaron minutos, cinco ya colgaron los botines. Los restantes se mantienen activos y distribuidos entre la Primera División y la Primera Nacional del fútbol argentino, Ecuador, Chile y Estados Unidos.
Del lado de River existe la curiosidad de que los dos goleadores de aquella jornada se encuentran en el plantel actual de la institución. Incluso, Matías Kranevitter, quien ingresó por Ariel Rojas, es también parte del equipo comandado por Martín Demichelis.
Por otra parte, sólo tres de los futbolistas se retiraron de la actividad profesional, uno se encuentra libre y el resto desparramados entre México, Colombia, Brasil, Bélgica y la élite del fútbol local.
Un cambio de aire repentino
Más allá del regreso de Bianchi en el verano de 2013, Riquelme también volvió en ese tiempo para tener su cuarto ciclo con Boca e ilusionar a todos los hinchas. Tras los primeros ciclos con el Xeneize, dos experiencias en España con Barcelona y Villarreal y el paso por la Selección Argentina, el volante creativo regresó entre bombos y platillos.
A pesar de las grandes expectativas, la institución no estuvo a la altura y no consiguió ningún título en la última etapa de Riquelme. En el Torneo Final 2013 quedó anteúltimo, una de las peores campañas en la historia del club y con Riquelme solo presente en 5 compromisos.
En tanto, en la Libertadores de esa temporada quedó eliminado en cuartos de final a manos de Newell ‘s Old Boys tras los tiros desde el punto penal. Para la campaña 2013-2014, Boca buscó mejorar su anterior rendimiento pero finalizó 7° en el Torneo Inicial y Riquelme disputó 12 cotejos con 2 goles convertidos, antes de lesionarse.
Para el Torneo Final 2014, el Xeneize arrancó mal el campeonato y depositó sus esperanzas en la pronta recuperación del volante para cambiar la cara. Con esa intención, Riquelme logró anotar ante Olimpo y el mencionado gol de tiro libre frente a River. Luego le convirtió a Godoy Cruz, Tigre y Arsenal; y así llegó a su último partido como jugador de Boca en la 18° fecha del certamen.
En mayo de 2014 tuvo su última presentación y durante esa temporada jugó 23 encuentros, convirtió 7 tantos y dio 5 asistencias en total. Con Lanús como el último rival que enfrentó con la camiseta boquense, Riquelme entregó una mágica performance y la gente lo ovacionó cuando salió sobre el final.
No obstante, a mediados de 2014, la Comisión Directiva, con Daniel Angelici a la cabeza, decidió no renovar el contrato y el “Diez” se fue de forma definitiva del club. En julio de ese mismo año, el mediocampista llegó a un acuerdo con Argentinos Juniors, entidad en el cual hizo las inferiores y que buscaba el ascenso.
Con grandes actuaciones, Riquelme aportó su talento para que el “Bichito” llegue a la máxima categoría argentina en el mes de diciembre. En total disputó 18 partidos y anotó 5 goles. Días después del ascenso, se desvinculó de la entidad. Finalmente, el 25 de enero de 2015 anunció su retiro del fútbol profesional para involucrarse en la política de Boca.
Una carrera deportiva con lazos políticos
Una vez que los pantalones cortos quedaron en el pasado, Riquelme siempre manifestó sus intenciones de unirse al ámbito político de Boca. De hecho, durante su carrera deportiva tuvo dos duros cruces con dos dirigentes al no compartir la misma postura en diferentes etapas de la institución.
El primero fue en abril de 2001 cuando tras anotarle a River, festejó con el famoso Topo Gigo frente a Mauricio Macri, presidente de aquel entonces, por sentirse menospreciado. Las causas de aquel enfrentamiento fueron los contratos de los jugadores del plantel y las posteriores transferencias caídas.
Con un enfrentamiento público entre el futbolista y el máximo dirigente, la solución llegó a los pocos meses con la venta de Riquelme al Barcelona. El siguiente apellido que resonó dentro de la vida de Riquelme fue el de Angelici cuando en 2010 inició una de las peleas más recordadas y prolongadas del fútbol argentino.
En aquel momento, el dirigente ocupaba el cargo de tesorero y era el gran candidato de Macri para ocupar la silla de presidente, la cual le pertenecía a Jorge Amor Ameal. De hecho, renunció a su ocupación por no estar de acuerdo con el nuevo contrato que se le ofrecería a Riquelme.
El siguiente episodio ocurrió en la final de la Copa Libertadores 2012 tras el anuncio del jugador que se iría del club, mientras Angelici era el presidente. Una vez fuera de Boca por seis meses, Riquelme regresó cuando asumió Bianchi en 2014 pero, la renovación de mitad de temporada reavivó la tensión de 2010.
Esa nueva polémica inclinó la balanza para que el Diez se vaya otra vez y recale en Argentinos. En 2019 se cruzaron de nuevo en las elecciones de la institución, las cuales finalizaron con Ameal como presidente y Riquelme como vicepresidente 2° con el 52.84% de los votos.
La última gran polémica
Cuatro años después, Riquelme lanzó su fórmula como presidente de Boca y compitió contra la de Macri, quien iba como vicepresidente de Andrés Ibarra. En esa ocasión, el ex jugador recibió varias críticas de Angelici y el propio Macri por acciones y actitudes del pasado.
No obstante, el oriundo de San Fernando se impuso con 65.3% tras la participación de 46.402 socios, número que marcó el récord del presidente más votado en el fútbol argentino. Lo más curioso de las últimas elecciones del club de La Ribera es que estuvieron llenas de polémicas, como si de un partido se tratara.
Desde un cambio de fecha por la comunidad judía y la mención de un nuevo DT, hasta una denuncia por irregularidades en el padrón fueron los grandes condimentos. Incluso, con una suspensión de por medio, Riquelme logró su cometido el pasado 17 de diciembre. El actual presidente estuvo siempre pendiente de la política del club, incluso en su etapa de futbolista.