Esta mañana, durante su conferencia de prensa, el vocero presidencial, Manuel Adorni, arremetió contra un nuevo sector: las cooperativas. La suspensión de operatorias alcanzará a todas aquellas creadas entre 2020 y 2022. El objetivo del Gobierno es “depurar y controlar el padrón” y la excusa son presuntas irregularidades.
Este plan implica la baja de más de 11 mil cooperativas que habían sido suspendidas antes de la pandemia, así como la detención de actividades de las creadas entre los años mencionados. También se llevarán a cabo inspecciones en las 4.355 sociedades creadas durante el 2023. Estos organismos representan la fuente de empleo de miles de personas que ahora verán su ingreso sesgado por las políticas libertarias.
Según Adorni, «el padrón de cooperativas ha aumentado un 138% en los últimos cuatro años. El 70% de ellas no ha presentado balances ni asambleas”. Sin dudas, esta es otra área donde pasará la motosierra empuñada por Milei como parte del brutal ajuste sobre el pueblo argentino.
Cooperativas no, evasión sí
En tanto, se derogó el Régimen de Sociedades Constituidas en el Extranjero lo cual se traduce en una vía libre para que las offshore y las sociedades «vehículo» que hagan negocios en el país. Estas sociedad tienden a la actividad fraudulenta y, al fin y al cabo, acaban generando más pérdidas que ganancias.
Todo indicaría que, de acuerdo con el proyecto, se busca atraer inversiones a cambio de favorecer el paraíso fiscal. Gracias al desguace que se impuso en la Inspección General de Justicia (IGJ), ahora estas empresas ya no deberán rendir cuentas en cuanto a su funcionamiento y sus movimientos.