El viernes 15 de marzo, Nota al Pie visitó a la editorial argentina “Maten al Mensajero” en el marco de un encuentro de difusores, divulgadores y distribuidores de historietas nacionales. Además de conversar sobre lo que se viene este 2024, su editor, Santiago Kahn, habló sobre la historia de este espacio, su propuesta y labor.
En la actualidad, la editorial trabaja en conjunto con la distribuidora “Che”, dedicada de manera exclusiva a la historieta argentina. La misma reparte y envía cómics a todo el territorio del país.
Durante el encuentro, una de las cuestiones discutidas fue una preocupación que comparte la mayoría de les divulgadores: ¿Cómo hacer para que el público general lea más historieta nacional y, sobre todo, conozca de su existencia?
Asimismo, se reflexionó sobre las diversas vías para poder editar y publicar en tiempos de crisis. Al respecto, se plantearon estrategias de publicación como de distribución; entre ellas, la preventa. También se debatió sobre cuántos ejemplares largar por tirada en momentos de incertidumbre y de crisis del papel.
Un poco de historia
Según Kahn, el por qué del nombre de la editorial cambió con el tiempo y hoy parece tener múltiples orígenes. Maten al Mensajero nació como una idea de publicación cuando el editor estudiaba en la universidad, para luego mutar en una “revista de narrativas” en la que se incluían historietas. “Dijimos: ‘Usemos ese nombre mientras se nos ocurra uno bueno…y quedó’”, señaló el editor.
Santiago comentó que hacia 2016 surgió la idea de cambiar la dinámica y de recopilar las historietas que se editaban y así lo hicieron. “Ahí nació una especie de editorial de dos cabezas: una de literatura y otra de historieta”, recordó. A partir de allí, no fue solo recopilar lo que había salido en la revista, “sino ya empezar a pensar en otras maneras, encargar algún libro a alguien, trabajar con autores”.
La primera edición de Maten, fue una recopilación de 6 cómics de CJ Camba y Gonzalo Penas, llamada Rodolfo Walsh en Historietas. La edición, además, incluyó un capítulo 7, especialmente agregado para el libro. Como Walsh fue un personaje muy relevante, fue una publicación “muy vendida y que circuló mucho por librerías”, remarcó Kahn.
Desde sus comienzos, la editorial buscó la profesionalización de todes les trabajadores y autores, por lo que cada une tuvo su pago siempre. De acuerdo a Kahn, “eso, en ese momento, era raro. Todo siempre fue autogestivo, pero no por eso precarizado”.
Una editorial que apuesta a la diversidad
La diversidad de autores es la apuesta genuina de Maten. “Desde que arrancamos siempre quisimos publicar lo que no había, y yo tengo una obsesión con publicar autoras mujeres y disidencias”, aseguró Santiago.
A partir de la búsqueda constante aparecieron autoras que publicaron sólo una vez o nunca lo hicieron. De este modo conoció a Camila Torre Notarí, Jazmín Varela y Nacha Vollenweider, quienes cuentan con varias publicaciones en Maten.
La más reciente publicación es de Nacha, en 2023, con su obra “Volver”. Ésta es una continuación de un trabajo anterior llamado “Notas al Pie”.
Según Kahn, la propuesta de edición y publicación de Maten, marcada por artistas mujeres y disidencias, contagió a otras editoriales que hoy también se interesan y apuestan por la diversidad.
“Se fue armando un catálogo más paritario, equitativo, diverso”, sostuvo. En ese sentido, resaltó que, debido a lo díficil que es publicar muchos títulos por año, se apuesta por artistas que ya están en el catálogo.
Un lugar especial para las niñeces
Hace ya algunos años, Maten publica una serie de historietas apuntadas exclusivamente a las niñeces. La serie, llamada Grandes Historietitas, tiene libros, está compuesta de libros “hechos de cero” y fue una colección donde, previamente, se investigó “qué había y que faltaba”.
Desde la editorial, se empezó a buscar autores que gustaban, pero que no tuvieran trabajos anteriores para niñeces. Entre esos nombres, aparecieron Maco, Brian Jánchez y Agus Casot, quienes se permitieron contar historias para un público diferente.
Puesto que son trabajos que se hacen mano a mano entre le editore y le artiste, son libros que llevan procesos de hasta dos años. “Para fuera no se ve, pero es un trabajo a conciencia con mucho amor, cariño y profesionales”, indicó el editor.
Maten al Mensajero organizó presentaciones y actividades con colaboradores y colaboradoras, como por ejemplo Maco y Jánchez. Puesto que en esos encuentros siempre hay mucha interacción con les niñes, eso siempre incentiva a que la editorial sostenga su intención de publicar más historietas para las infancias.