La obra “Tamorto” es un espectáculo teatral que celebra una década de vida bajo la dirección de Jorge Costa y Roberto Sánchez. Aquí se combina el universo circense con las técnicas del clown y del bufón, dando vida a una obra carnavalesca y subversiva.
Una puesta que oscila entre el humor negro y el político, sacudiendo al espectador, que quizás no esté acostumbrado a participar. En definitiva, algo muy necesario en esta obra, donde el público es cómplice de lo que sucede en escena. Las funciones son los viernes y sábados a las 20hs, en el espacio Caras y Caretas 2037 (Sarmiento 2037, CABA).
Este espectáculo se presenta como una celebración de la vida a través de la muerte. Y resulta muy original y todo un ejemplo de cómo rescatar el género olvidado de la comedia dell’arte.
La función arranca con una murga que anuncia la muerte de Arlequín, personaje que intenta escapar de la inevitable fatalidad y entablar un diálogo con el público sobre la urgencia de la existencia.
La trama invita a la reflexión sobre cómo vivir cada momento como si fuera el último. Con maestría, habilidad y un humor que abarca todos los matices, se desarrollan, entre risas y carcajadas, las últimas horas de Arlequín.
El encuentro con la parca es inevitable, y el momento en que ocurra queda en manos del amigo Pierrot o del despechado Pierrot, ya que parece tener dos caras. Un triángulo amoroso entre estos dos hombres y la sensual Colombina altera el curso de la historia, y mantiene al público en complicidad constante.
Pura energía y entrega
Con un inicio a pura música en vivo y gran despliegue escénico, en pocos minutos se crea una atmósfera única, que transporta al espectador a la época de la Comedia del Arte.
Este espectáculo teatral logra capturar la esencia del género, ya que combinan la tradición con un toque contemporáneo y un humor característico de la idiosincrasia argentina, salpicado de cuotas de humor político.
Un punto clave en este show, son los artistas que forman un elenco tan completo. Son ellos el alma del show, ya que interactúan con la platea desde un principio. Preguntan y juegan con los espectadores, y consigue así, una comunión con el público, condimentada por la espontaneidad.
Un verdadero diálogo muy libre y divertido entre el escenario y las butacas. Despliegan una amplia gama de técnicas teatrales, fusionando el clown, el bufón y el payaso de circo en un torbellino de acción que se complementa por música, canto y percusión.
Jorge Costa interpreta a Arlequín con una energía impresionante, y hace con su personaje lo que quiere en escena, lleno de picardía, agilidad, acrobacia e ingenio. Emiliano Larea encarna a un Pierrot que encaja perfectamente en el mecanismo de la pieza, destacando cuando debe hacerlo y acompañando con precisión en los momentos necesarios.
Romina Mónaco nos muestra una Colombina apasionada, popular y casi tanguera. Y Julia Muzio muestra su versatilidad artística al cambiar de personajes, y demuestra en cada uno, una gran calidad actoral. Su inexperta muerte aporta un cierre ideal y despampanante a la obra. Mientras que Fernando Pérez Hernández complementa musicalmente a este exitoso equipo.
El espectáculo cuenta con música en vivo y un gran despliegue escénico, con vestuarios llamativos de Almendra Vestuarios y el Corte Mágico Vestuarios más las máscaras del talentoso Alfredo Iriarte, que añaden un toque de autenticidad y estética al espectáculo.
Tamorto, en resumen
«Tamorto» es una propuesta teatral que no se puede dejar pasar. Con una combinación perfecta de humor, destreza actoral y un toque contemporáneo, esta obra revive la magia de la Comedia del Arte de una manera fresca y original.
No solo entretiene al público, sino que también logra revalorizar un género olvidado en la cartelera porteña. Sin duda, un espectáculo que demuestra el talento y la pasión que se puede encontrar en las producciones del universo teatral alternativo de la ciudad.