En el marco de su plan de ajuste, Javier Milei continúa con el ataque a la cultura nacional. Entre otros brutales despropósitos que ponen a la industria cinematográfica al borde de un abismo, se encuentra el intento de privatización del emblemático cine Gaumont por parte del Gobierno.
Ante esta decisión, organizaciones, trabajadores y referentes de la cultura se manifestaron durante la tarde de este jueves frente al histórico espacio. En paralelo a esta medida de lucha, se realizó una movilización de empleades y estudiantes audiovisuales en la Rambla marplatense.
En la protesta frente al Gaumont, les manifestantes sostuvieron como lema “Esta película recién empieza. La historia está en nuestras manos”. Además, no faltaron las banderas ni los cánticos.
Un hora después del comienzo de la concentración pacífica, la Policía de la Ciudad de Buenos Aires interrumpió la conferencia de prensa prevista por los organizadores y reprimió a les manifestantes. Luego, se confirmaron cuatro detenides.
En defensa del Gaumont, del INCAA y del empleo
El cinematógrafo porteño se convirtió en el primer espacio en exponer obras de producción local, en su mayoría. La incorporación de tecnología de vanguardia y una entrada de valor accesible caracterizan al cine Gaumont hasta la actualidad.
Ahora, la suspensión de contratos y la quita de aporte económico al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) por parte del Poder Ejecutivo Nacional, prepara el camino para la venta de la emblemática sala. En su intento de reducir el gasto público, el Gobierno libertario atenta contra la industria cultural local y numerosos puestos de trabajo.
Privatización, ajuste y despidos: un castigo a la industria cultural
La semana pasada, el titular del INCAA, Juan Carlos Pirovano, confirmó el cierre de las plataformas digitales y televisivas que proyectan películas nacionales (Cine Ar y Cine Ar Play), entre otras acciones.
A su vez, anunció la desfinanciación de los festivales de la industria cinematográfica nacional, la venta del Gaumont y nuevos despidos que se suman a los 170 ya previstos para el área.
El funcionario ratificó las medidas de recorte en una reunión que sostuvo con la Junta Interna de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE). De inmediato, el gremio consideró a las decisiones gubernamentales como “una nueva embestida a la soberanía audiovisual”.
Por estos motivos, se declaró en “estado de alerta y movilización” y sostuvo que las medidas representan “una declaración de guerra a todo el cine nacional”.
Como respuesta a las disposiciones oficiales, el gremio inició una campaña para recolectar firmas y adhesiones con la finalidad de evitar “el desguace del organismo”.
En tanto, el Ministerio de Capital Humano emitió un comunicado en el que pretenden justificar dichas decisiones como un “proceso de reordenamiento del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales”.
Asimismo, informaron que no se renovarán “los contratos que finalizan el próximo 31 de marzo” ni se financiarán los festivales nacionales, como así tampoco se pagarán “viáticos, horas extras y la contratación de telefonía móvil”.
En esta línea, mediante la resolución 16/2024, el ejecutivo nacional suspendió el apoyo económico al INCAA, a las provincias y a la Ciudad de Buenos Aires.
Una historia en peligro de extinción
El espacio que se busca privatizar, ubicado en Avenida Rivadavia 1635, se fundó en 1912 y fue bautizado como “Cinematógrafo de la Plaza del Congreso”. Una década después, adquirió su nombre actual, Gaumont Theatre, en homenaje al industrial y difusor del cine en el mundo, el francés León Gaumont.
Su edificio original fue demolido en 1930 y reconstruido en el año 1946 con un diseño racionalista -estilo muy difundido en la primera mitad del siglo XX-. Desde el 2003, bajo la dirección del instituto, el Gaumont se incorporó al Espacio INCAA Km. 0 que tuvo como misión impulsar la industria cinematográfica argentina.
La dedicación casi exclusiva a difundir producciones audiovisuales de origen nacional le otorgó a la sala una identidad propia que se constituyó como alternativa a las comerciales. Esta impronta, a su vez, le permitió convocar a un público cultor de filmes locales e identificado con el proyecto del INCAA.
La motosierra llegó al Festival de Cine de Mar del Plata
Tras el anuncio oficial de quitar el financiamiento al instituto y a los festivales, como el de Mar del Plata, organizaciones educativas, sindicales y colectivos culturales convocaron a una concentración en la Rambla de dicha ciudad.
En sintonía con la convocatoria de ATE al Gaumont, el colectivo Unidxs por la Cultura llamó a docentes, trabajadores y estudiantes del sector, a marchar en la localidad bonaerense “contra los despidos y el ataque al INCAA” y “en defensa del cine y la cultura”.
Es que lo dispuesto por el Gobierno nacional, perjudicaría al Festival Internacional de Cine que se realiza periódicamente en esa ciudad. Estas medidas también afectan a las sedes locales del Espacio INCAA y a la Escuela de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC).
Frente a este contexto, desde la asamblea Cine Argentino Unido sostuvieron que “el ataque al cine nacional es ideológico”. “No resuelve ni el hambre ni la pobreza y deja sin trabajo a más de 600 mil familias que dependen de la industria”, afirmaron.
Por su parte, desde que se informó el recorte, les delegades de ATE INCAA advierten que podría necesitarse financiamiento privado para llevar adelante el 39° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.