Este jueves 15 de marzo, las 55 universidades nacionales realizaron un paro en reclamo contra el ajuste que lleva a cabo el gobierno de Javier Milei. En la capital bonaerense, la comunidad de la Universidad Nacional de La Plata se manifestó en la puerta del edificio de su presidencia, el Rectorado.
Allí confluyeron integrantes de la Asociación de Docentes de la Universidad de La Plata (ADULP), la Federación Universitaria de La Plata (FULP) y la Asociación de Trabajadores de la Universidad Nacional de La Plata (ATULP). También hubo personas autoconvocadas y diferentes agrupaciones políticas, como el movimiento estudiantil Sur.
El pedido es en defensa de la educación pública, y continúa la línea de la manifestación que la misma comunidad efectuó el pasado 1 de marzo. La privación de fondos por parte del Gobierno nacional y la caída de los salarios complica el funcionamiento de las universidades.
Además, si bien ayer el Ministerio de Capital Humano confirmó un incremento del 70% en las partidas presupuestarias que se destinan a estás instituciones, no resulta suficiente.
Nota al Pie estuvo presente en el paro platense, donde conversó con Gerardo Pérez de ADULP, representante del colegio Liceo Víctor Mercante; Valentina Pando, vicepresidenta de la FULP; y Silvia Saravia, dirigente nacional de Libres del Sur.
La dificultad económica de las universidades
Los gremios universitarios de ATULP, ADULP y la FULP mantienen desde principios de año una mesa de discusión. Allí, representantes de todos los claustros unen fuerzas en relación a lo que sucede en la institución.
Así lo explicó Valentina Pando, vicepresidenta de la FULP y graduada de la Facultad de Trabajo Social de la UNLP, quien compartió cuáles son los reclamos, reivindicaciones y derechos a defender bajo el plan de lucha.
“Para este 2024 en la Universidad se aprobó un presupuesto nacional que es igual al del año pasado”, explicó Pando. “Aún con 200 puntos de inflación que se acumularon del 2023, y unos 45 en los meses que transcurrieron hasta ahora”.
La vicepresidenta de la FULP denunció que en la actualidad deben funcionar con la misma plata del año pasado, “y eso es realmente imposible”. Además, afirmó que la situación de emergencia presupuestaria pone en riesgo los salarios docentes y no docentes, así como también los gastos de funcionamiento, que permiten que las facultades estén abiertas.
Pando también se refirió a los derechos estudiantiles que corren peligro. Uno de ellos es el acceso al Comedor Universitario, a través del cual les alumnes abonan una suma económica y obtienen su almuerzo todos los días. ”Hoy el ticket cuesta $1000, luchamos para que el precio no aumente en base a la inflación , sino que se congele para que nadie quede afuera”.
Otra ayuda en riesgo es el boleto estudiantil, clave en un contexto donde constantemente aumenta el pasaje de colectivo. “Tiene serios problemas en la inscripción y acreditación, por lo que desde la FULP estamos haciendo un relevamiento“, puntualizó Pando.
Un paro en defensa de la educación pública
La manifestación no solo se efectuó en La Plata, sino que adhirieron todas las universidades nacionales argentinas. Así lo destacó Silvia Saravia, dirigente nacional de Libres del Sur, quien explicó que no solo frenaron las actividades administrativas, sino que les estudiantes salieron a la calle a defender la educación pública.
“Este ataque es un proyecto de un sector del país que no quiere que las mayorías podamos estudiar, que no quiere que Argentina tenga un desarrollo científico, tecnológico e independiente”, lamentó Saravia.
Además, explicó que apenas comenzadas las clases en algunas universidades y a punto de empezar en otras, “nos encontramos en alerta nacional por la caída de los salarios y el congelamiento de los fondos que está atravesando la educación pública”.
La referente señaló que en la provincia de Buenos Aires hay 22 Universidades Nacionales Públicas; 15 de ellas se encuentran en el conurbano bonaerense. Por eso, afirmó que “en nuestro país la educación pública y gratuita siempre fue una importante política estatal de promoción social, y hoy todos debemos defenderla”.
“Ante el atropello del Gobierno nacional, con su lógica de ajustar todo menos a la casta, la educación está en riesgo”, concluyó, coincidiendo con la comunidad universitaria en que el incremento del 70% por parte del Ministerio de Capital Humano no es suficiente.
La realidad de los colegios dependientes de la UNLP
Gerardo Pérez es docente del Liceo Víctor Mercante, una de las escuelas que pertenecen a la casa de estudios platense. También es delegado de esa secundaria, y ocupa el lugar de Secretario de Colegios.
Allí coordina con todos los colegios de la universidad: el Jardín Maternal, la Escuela Anexa, el Colegio Nacional, el Liceo, el Colegio Inchausti y el Bachillerato de Bellas Artes.
El mismo afirmó que la situación es muy preocupante, ya que la falta de presupuesto hace que no puedan garantizar las condiciones para la continuidad de la escuela. “No sabemos si en invierno podremos prender las calderas para que los chicos no tengan frío”, aseguró.
En tanto, coincidió con el resto de les manifestantes, al expresar que “el problema es presupuestario y de cómo se está poniendo la plata”. En ese sentido, denunció que el dinero se destina a los grupos empresarios.
“Es la mayor concentración económica en la Argentina de la historia”, explicó . “La plata está, pero se la están quedando unos pocos”.
Ante lo que consideró un intento del gobierno por fragmentar la lucha popular, expresó que les delegades de los colegios están coordinados. “Una especificidad que sufrimos es el no pago del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID), que directamente es un recorte salarial”.
Para concluir, Gerardo Pérez planteó que peligra la continuidad de las clases. “Lo difícil de este gobierno es que ni siquiera nos reconoce. Plantea que el Estado Nacional no tiene colegios, y no comprende que dentro de las universidades, con su autonomía, hay muchísimas escuelas”.